Los “problemitas” de Amazon
La plataforma de venta online Amazon no atraviesa sus mejores semanas. Un escándalo y un litigio le han puesto en el punto de mira mediático en los últimos días. Primero fue el reportaje que emitió la cadena pública alemana ARD en el que se denunciaban las condiciones laborales de los inmigrantes de la fábrica que la multinacional tiene en Bad Hersfeld (no en China) que incluían intimidaciones y amenazas. El segundo quebradero de cabeza le llegó con la demanda interpuesta por tres editoriales independientes estadounidenses por crear un monopolio que impide el libre comercio de e-books, según informaba el Huffington Post. Y ya se sabe que en EE. UU. el concepto libre comercio es sagrado. Y los tribunales, más.
Al primer escándalo, Amazon respondió desvinculándose de la empresa de seguridad que intimidaba los inmigrantes (cuyo nombre es H.E.S.S., como el apellido del nazi Rudolph Hess), aunque aún tardará un tiempo en desprenderse de la polémica, puesto que la ministra de Trabajo de Alemania, Ursula Von der Leyen, señaló que pedirá explicaciones a la empresa hasta el final y que incluso podría retirar la licencia a Trenkwalder, la empresa que subcontrata a los empleados.
De la demanda de las tres editoriales “indies”, que también incluye a los seis grandes grupos HarperCollins, Random House, Penguin, Hachette, Simon & Schuster y MacMillan, solo se conocen sus términos y estos se refieren a que los contratos entre Amazon y estos gigantes “restringen de forma irrazonable el comercio de e-books”. Las “indies” alegan que mediante estos contratos la plataforma online puede usar el sistema anticopia DRM para estos libros, lo que obliga al cliente a leer los e-books que compra a través de Amazon únicamente en el dispositivo Kindle. Una exclusividad que hasta ahora la plataforma ha manejado a su antojo sin que las grandes editoriales pongan ninguna pega. “Actualmente, ninguna de las seis grandes editoriales ha establecido ningún contrato con librerías independientes para vender sus libros, por lo que si un lector quiere un e-book de alguna de ellas tendrá que acudir a Amazon”, aducen además las tres editoriales “indies”. La consecuencia es el monopolio, por lo que piden que tanto la plataforma online como las otras seis editoriales dejen de publicar y vender sus e-books únicamente en el aparato de lectura de Amazon y que permitan que estos libros puedan publicarse en otras editoriales con sistemas de DRM alternativos. Veremos hasta dónde llega esta demanda.