Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.
Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.
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Un movimiento incómodo (¿Por qué estamos aquí?)
Miguel Angel Calderón Gallego
Responsable de Comunicación de Amnistía Internacional España —
¿Por qué abre Amnistía Internacional un blog en eldiario.es? Porque pensamos que tenemos algo que aportar. Y porque nos interesa establecer conversación con las personas que lo visitéis. Así de sencillo.
Sabemos que Amnistía Internacional no es una organización cómoda. No lo es para nuestros investigadores, que suelen trabajar en situaciones hostiles metiendo la cabeza en las cloacas de los Estados; ni para nuestros activistas, que con frecuencia hacen campaña por víctimas que no conocen y que probablemente no conocerán jamás; ni por supuesto para los poderosos en los que ponemos nuestro foco y que a veces les gustaría vernos desaparecer.
Pero precisamente por ello tenemos algo que aportar. Por ejemplo, nuestra independencia. No bailamos al son de nadie, no pertenecemos a ningún grupo de presión, a ninguna ideología política, a ningún credo religioso. Nos financiamos casi exclusivamente con las aportaciones de nuestros socios y socias ─65.000 en España─, y con las donaciones, que no pueden provenir ni de Gobiernos nacionales ni de partidos políticos. También investigamos con nuestros propios medios, de modo que nuestros informes no están mediatizados por nadie.
Podemos aportar nuestra experiencia acumulada en más de 50 años luchando contra la injusticia en lugares tan distintos como Estados Unidos, China, el Congo o Siria, por citar sólo algunos de los 150 países o territorios en los que operamos. Esto nos ha dado capacidad para analizar, y con frecuencia incluso prever, el impacto de determinados acontecimientos en la vida de la gente y en los derechos humanos. Como cuando en 2009 alertamos de la “bomba de relojería de derechos humanos” que podría estallar en países como Túnez y Egipto, cosa que finalmente ocurrió en 2011 con la Primavera Árabe.
Todo lo que hacemos parte de una idea muy sencilla: todas las personas valen lo mismo, todas tienen derecho a vivir con dignidad, nadie puede quitarle ni un solo derecho humano a nadie. Y esto nos lleva a meternos en asuntos aparentemente tan dispares como el comercio de armas, la pena de muerte, la pobreza, la libertad de expresión, las políticas antiterroristas, las desapariciones forzadas o la inmigración. Solo aparentemente, pues en realidad todos convergen en un mismo vértice: la persona, la víctima, con frecuencia anónima y sin voz, que siempre colocamos en el centro de nuestra acción.
Así pues, nos hemos sumado al proyecto de eldiario.es con el ánimo de crear un espacio de información, reflexión e intercambio sobre la actualidad y los derechos humanos. En ocasiones iremos más de la mano de la noticia, en otras crearemos nuestra propia agenda, ya que nuestra labor también es hablar de las víctimas de violaciones de derechos humanos olvidadas por la vorágine de los medios de comunicación.
Por este blog desfilarán muchas personas pertenecientes a Amnistía Internacional, pero también colaboradores, amigos y amigas invitados, o víctimas que nos contarán sus experiencias en primera persona.
Gracias por estar ahí.
Nota: El spot que acompaña a esta entrada refleja, en mi opinión, la esencia de Amnistía Internacional. Algo que quería compartir en la inauguración de este blog.
Sobre este blog
Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.
Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.