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Arrimadas exporta el pacto andaluz PP-Ciudadanos para las generales obviando el apoyo de Vox para gobernar

Arrimadas: "Si podemos formar un gobierno de coalición con el PP liderado por Albert Rivera, lo vamos a hacer

Daniel Cela

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Andalucía va a ser clave en la campaña de Ciudadanos para las elecciones generales del 28 de abril. La formación naranja fue la que más creció en votos y diputados en las autonómicas, pasando de nueve a 21 escaños, de socio de investidura del PSOE de Susana Díaz a socio de Gobierno de coalición con el PP. La líder de Cs en Catalunya y número dos al Congreso por Madrid, Inés Arrimadas, ha aterrizado este miércoles en Sevilla para apuntalar la propuesta de Albert Rivera a Pablo Casado de formar un Gobierno de coalición a la andaluza.

Ninguna encuesta -interna o publicada- arroja una mayoría suficiente entre ambos partidos para sellar esta alianza sin la connivencia de otras formaciones políticas. Ciudadanos ha tachado del mapa del Congreso al PSOE de Pedro Sanchez, vetado para cualquier tipo de alianza postelectoral. También ha puesto una cruz a los partidos nacionalistas (PNV, PdeCat, ERC) y a los “populistas”, entre los que sitúa a Unidas Podemos y todas las marcas que orbitan a su alrededor. “Espero que Casado no tenga la tentación de pactar con el PNV, que abandone la idea de volver a pactar con los nacionalistas”, ha advertido Arrimadas en Sevilla.

Con este esquema, las posibilidades de acuerdos postelectorales en la Cámara Baja quedan muy menguadas y, remediablemente, los periodistas han preguntado a la dirigente catalana si pedirá a Vox el apoyo a su hipotético Gobierno de coalición PP-Cs. Es la pregunta recurrente, y la respuesta está escrita en el manual de la campaña electoral andaluza: Ciudadanos no negociará con la extrema derecha de Santiago Abascal, ese papel lo puede asumir voluntariosamente el PP, como ha ocurrido en el Parlamento de Andalucía.

El pacto andaluz de PP y Ciudadanos es el modelo a exportar, aunque Arrimadas ha esquivado todas las preguntas que le advertían que ese Ejecutivo depende, por ahora, del apoyo necesario de Vox. La extrema derecha votó la investidura del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, y mantiene con el PP un acuerdo político paralelo y distinto al que los populares han firmado con Ciudadanos. Este croquis, que está tensionando los primeros días del Gobierno PP-Cs, es la referencia para los líderes nacionales naranjas, pero Vox no entra en la ecuación de Rivera ni de Arrimadas. “En Andalucía, Vox está dedicado a torpedear al nuevo Gobierno. Los votantes querían cambios y reformas, que las demás fuerzas reflexionen de qué lado quieren estar”, advierte.

El planteamiento de Arrimadas y de Rivera no le obliga a tomar esa decisión, al contrario, su idea es invertir el dilema para que sean otros quienes encaren una suerte de referéndum: “Hay dos alternativas: o el gobierno de Frankenstein del PSOE con populistas y nacionalistas o un Gobierno reformador y liberal de Cs y PP. El resto de fuerzas tendrá que decidir. Nosotros ofrecemos una coalición al PP, es la alternativa más sensata y solvente”, sostiene la catalana.

Este martes, el presidente de Ciudadanos dio el segundo giro inesperado a la estrategia del partido para las generales: el primero fue el veto anticipado a Sánchez y su compromiso rotundo de que no pactará con los socialistas. Ahora Rivera propone abiertamente a Casado formar juntos un Gobierno de coalición “por emergencia nacional”. En algunos sectores de Cs Andalucía -más centristas, más liberales- ni el primer giro ni el segundo ha sentado bien. En esta comunidad autónoma, la formación naranja se nutre tanto de ex votantes desencantados con el PP como del PSOE. “Alejarse de la órbita socialista es alejarse del centro, que es lo que veníamos a reclamar”, dicen. Arrimadas, aunque proviene del social-liberalismo, no se ha distanciado ni un milímetro de la nueva estrategia del partido. “Cs tiende la mano al PP para un Gobierno de coalición liderado por Rivera desde el centro, con las manos libres”, dice.

Le han preguntado por qué, entonces, no aceptó la oferta de Casado para unificar fuerzas y concurrir juntos en el Senado, evitando la dispersión del voto conservador. “En Europa se hace así. La coalición después de las elecciones”, ha dicho. Muchísimo más clara ha sido su rechazo frontal a cualquier pacto con el PSOE. “Desde el punto de vista económico Sánchez ha sido un peligro público con estos decretazos. Este PSOE podemizado es un peligro para el país, no sólo por vender España a trozos, también por todos esos decretazos. Este PSOE y Pedro Sánchez es incompatible con la mayoría de españoles y con Ciudadanos”, subraya la número dos de Cs al Congreso por Madrid.

Arrimadas ha estado en Sevilla presentando una conferencia de Juan Marín, líder regional de Cs y vicepresidente de la Junta. Marín también ha endurecido su discurso con el PSOE, su aliado en el pasado mandato, y ha asegurado que el nuevo Gobierno “va a agotar la legislatura”. La formación naranja también desvincula su veto al PSOE en las generales de lo que ocurra después en los ayuntamientos, tras las municipales del 26 de mayo. Ciudadanos, que gobierna y apoya a los socialistas en varias ciudades, decidirá en los ayuntamientos cuando conozca el resultado de las generales. “Hay que ir pantalla a pantalla. Afrontamos unas nacionales, cuando terminemos, veremos el escenario político, y luego iremos a las municipales”, dice Marín.

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