Al explicar que es Hivitae, Julio Higueras, el gerente de la empresa, relata que “un familiar, cercano a los 80 años”, intentaba escribir sus memorias. Ese es el origen del proyecto. El prólogo del libro de presentación lo personaliza: es su padre. Cuando decidió reunir sus vivencias por escrito, añadir imágenes y componer un libro para regalar a sus hijos y nietos se topó con la informática. “No existía una herramienta para poder hacerlo de forma cómoda”, aclara Higueras.
Así surgió Hivitae. El proyecto es el resultado de la colaboración entre ocho empresas jiennenses que abarcan desde el diseño web a la impresión, de la comunicación corporativa a los cauces de distribución. Todos están detrás de una aplicación que, a su vez, también es una mixtura experiencias, como la vida misma.
A mitad de camino entre el álbum de fotos personalizado, las redes sociales y 'El diario de Noa', la aplicación proporciona una herramienta simple para acumular recuerdos e imágenes en una nube a través de la web www.hivitae.com. Todo con protocolos de seguridad que garantizan que nadie, salvo el propietario del perfil y las personas con quien decida compartirlo, tienen acceso. Entre las opciones está invitar a otros usuarios a participar y aportar información a nuestros registros vitales. De hecho, la impresión final del libro llega empaquetada al cliente, sin más supervisión que la realizada por el autor. Están trabajando para, a finales de año, poder ofrecer también el formato de libro digital.
Cuando el usuario decida componer un libro –de un acontecimiento familiar, un viaje, una biografía- la web proporciona algunas opciones de formato a elegir. El libro se crear con una orden del autor, quien puede elegir el número de copias que quiere. La empresa se compromete a entregar tantos ejemplares como se demanden en el plazo de 48 horas. Está pensada, sobre todo, “para los mayores” porque “son los que antes pueden perder sus recuerdos”. Por eso la aplicación tiene la apariencia de un procesador de textos muy simple y manejable. No obstante, está abierta a cualquier usuario que, simplemente se dé de alta en la plataforma. Sólo se requiere disponer de un ordenar con conexión a internet y unos conocimientos rudimentarios de informática.
Hasta mayo trabajarán en fase beta, para entonces la app ya habrá completado su periplo nacional –tienen presentaciones previstas en Madrid, Barcelona y Valencia- y empezarán la ronda internacional. El primer salto será en la Unión Europea. Inglaterra, Francia, Italia, Bélgica y Holanda son los primeros objetivos de esta aventura internacional, con base en Jaén.
En Andalucía tienen la gerencia, la planta de producción y el equipo humano: 14 personas implicadas en las diferentes fases del proceso. Sus expectativas dicen que a finales de año habrán alcanzado los 20 empleados. Un proyecto netamente jiennense por el que se han interesado “algunos inversores y gente del sector”, como Telefónica y Google con los que han mantenido contactos y “la idea les ha encantado”. Conexiones que valoran en la medida que necesitan “socios estratégicos que nos ayuden a dar un salto de calidad y un salto internacional”, apunta Juan Fernández, director técnico del proyecto.
Desde el origen, el proyecto tiene una clara vocación internacional, por eso hablan de establecer sedes comerciales en lugares como Estados Unidos o Australia, a modo de bases de operaciones. Los socios también quieren crear una fundación, con voluntarios que ayuden a usar la herramienta, utilizando parte de las ganancias. No quieren desvelar la inversión económica que han realizado en el proyecto, sólo de 19 meses de trabajo y planificación, 800 horas para definir el prototipo, 5.000 horas de programación. Todo para conseguir una herramienta digital contra el olvido.
Sobre este blog
En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
