Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
El blasón de la sanidad pública se desmorona
Me creo la zozobra que confiesa el presidente Juan Manuel Moreno ante el escándalo por la mala gestión de su gobierno del cribado de cáncer de mama. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, pero admito que sería inhumano que solo se compunja por ello. Me creo que le angustie cómo mujeres con un cáncer detectado a destiempo pueden perder meses en tratamientos, años o quizás toda la vida. Como en la mía y la de tantos, también el cáncer le ha arrebatado seres queridos de su familia. Nada más llegar a la Junta impulsó el cribado de cáncer de colon, del que había muerto su padre sin esa posibilidad.
Por eso, me creo la preocupación del presidente Moreno, pero no su empeño en salirse de la foto de la responsabilidad política. No, cuando su insistencia recurrente ha sido fotografiarse en cada obra o aparatología moderna de diagnóstico en hospitales y centros de salud. ¿De qué sirven instalaciones flamantes o la adquisición de modernos mamógrafos si no hay personal cualificado suficiente o falla la diligencia política en la efectividad de los programas? La oposición, visto el boquete en su oropel, torpedea con cierta razón: ¿cuántos médicos y enfermeros podrían contratarse con los mil millones de euros que dice ahorra en impuestos a los andaluces en sus sucesivas rebajas?
Soy usuaria del programa de diagnóstico precoz del Servicio Andaluz de Salud. Nunca he fallado, pero este año el que ha fallado en parte es el sistema. Estrenábamos mamógrafo en mi centro de salud. “Duele menos”, dije contenta a la enfermera. Tres meses después y ante el runrún de otras usuarias del retraso en la comunicación y al no recibir la mía con la premura de otras veces, pregunté a mi médica de familia. “Vete corriendo al hospital”. Había un aviso de una prueba complementaria, como llaman cuando los radiólogos no lo ven claro o ven algo sospechoso. En el hospital me informaron de la fecha de la prueba. El aviso me llegó dos días después de la misma. La enfermera me dijo que me fuera tranquila, que todo parecía bien, pero al día de hoy, cuatro meses después, sigo esperando la carta de confirmación.
Y me considero una afortunada. En mi zona las cosas no parecen funcionar tan mal como en otras de Andalucía como ha denunciado la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (AMAMA). “Hay mujeres muertas ya por retrasos” de más de un año en esas pruebas complementarias, denuncia Ángela Claverol, una heroína ya para todas, al haber puesto voz a la denuncia del escándalo. Una voz sosegada y contundente: “Esto es una catástrofe. Que hagan las pruebas ya”. Es terrible que una de las justificaciones sea que no se quiso avisar de indicios para no generar “ansiedad”. ¿De verdad!!!? Quien lo dice desconoce el miedo en el cuerpo que produce el no saber qué tienes o tenerlo y descubrir que se ha llegado tarde.
Quizás ese es el problema de fondo: un gobierno hecho a medida del mercadeo (marketing) solo se sustenta en imágenes edulcoradas del presidente que vendan
Como en otras crisis, el presidente Moreno se muestra empático y marca distancias para que no le salpique la realidad. Quizás ese es el problema de fondo: un gobierno hecho a medida del mercadeo (marketing) solo se sustenta en imágenes edulcoradas del presidente que vendan. Nada vende más para la derecha que la rebaja de impuestos, aunque sea calderilla para la mayoría de andaluces, de rentas medias y bajas en su mayoría.
Imagino a los publicistas en San Telmo, extendiendo sobre la mesa los datos del Instituto de Estadística donde se anote, por ejemplo, cuántos dueños de perros o celíacos hay en Andalucía… La secuencia siguiente es una foto con espagueti en un súper para congraciarse con los celíacos o la que juega con su perro para anunciar rebajas fiscales a los dueños de perros que ensucian nuestras calles (deberían cotizar más solo por eso).
Sin olvidar su foto de héroe de cómic junto a varios ‘spiderman’. ¿Cuántos cuarentones hay en Andalucía arrobados por los héroes del cómic transmitiendo la afición a sus hijos? No sé si el Instituto de Estadística los ha censado. Debería. La calculadora de votos del publicista de San Telmo va sumando. Una calculadora que confiaba en reducir el malestar de los usuarios de la Sanidad con fotos de Moreno sonriente en reformados o nuevos centros de salud. Un presidente feliz para una Arcadia Andalucía.
Puede que Moreno solo se fije en que es el más simpático de los presidentes o aspirantes a serlo y en que la mayoría absoluta no deja de rondarle, pero la encuesta también desvela que la erosión de la sanidad pública es el segundo de los problemas sin resolver
Como si una mano de pintura pudiera tapar el malestar del día a día en las esperas y retrasos, las salas vacías de hospital en verano o las vacaciones no cubiertas de los médicos de familia y los contratos precarios de muchos sanitarios. La realidad es otra y la propia estadística del CIS bajo la custodia del Gobierno de la Junta lo anuncia. Puede que Moreno solo se fije en que es el más simpático de los presidentes o aspirantes a serlo y en que la mayoría absoluta no deja de rondarle, pero la encuesta también desvela que la erosión de la sanidad pública es el segundo de los problemas sin resolver.
La sanidad pública siempre fue un quebradero de cabeza para todos los predecesores socialistas de Moreno, pero al menos la ciudadanía veía que el sistema iba mejorando hasta hacerse fuerte, de tal forma que apenas se resintió con las vacas flacas de la crisis de 2010 y también resistió en la pandemia de 2020, recién aterrizado Juan Manuel Moreno en la Junta y ayudado por una buena inyección financiera de Pedro Sánchez.
El blasón nobiliario que los presidentes y presidenta de la Junta de Andalucía señoreaban en esta comunidad era el de la sanidad pública. Había problemas y se mejoraban, pero la ciudadanía percibía que en ningún otro sitio te atendían mejor que en un hospital de la Junta. Una percepción rota con una sanidad privada en auge y prestigio gracias sobre todo a la inyección de más de 1.500 millones de euros del dinero que Juan Manuel Moreno ha decidido insuflarle en detrimento de mejores y más sanitarios en la pública.
Moreno apela ahora a que no tiremos abajo el prestigio de la sanidad pública andaluza. ¡Ay, nuestro blasón! Su gobierno lleva tiempo despostillándolo y por ello la inoperancia injustificada en el programa de la detección precoz del cáncer de mama que puede haber costado la vida a mujeres ha sido lo que ha hecho que caiga hecho añicos.
1