26M: por una Europa que no haga del Mediterráneo fosa de nuevas 'Anas Frank'

Vivimos la semana clave para decidir qué será Europa este domingo 26 de mayo en las elecciones al Europarlamento. Tras las generales del 28A, la atención se ha centrado en lo nacional: constitución hoy del nuevo Congreso de los Diputados, giro del PP tras su batacazo, Ciudadanos sin sorpasso, infructuosa operación Iceta del PSOE al Senado y posibles pactos de Gobierno o apoyo externo del PSOE y Unidas Podemos. Coincidir con municipales y varias autonómicas eclipsa la cita europea. Sin embargo, la cumbre de la extrema derecha neofascista en Milán da la medida de cuánto nos jugamos: evitar volver al autoritarismo violento de hace ochenta años. 

Así de crudo. Y de cierto. Una Europa de élites con puño de hierro oprimiendo al pueblo es lo que planean para todos nosotros el italiano Matteo Salvini (La Liga), la francesa Marine Le Pen (Reagrupamiento Nacional), el holandés Geer Wilders (Partido para la Libertad), Víktor Orban (Unión Cívica Húngara) con los muy ultras Alternativa por Alemania, Verdaderos Finlandeses, Partido del Pueblo Danés, FPÖ austriaco, el polaco Ley y Justicia con Morawiecki, Duda y Kaczyński. Y por supuesto, el Vox de Abascal, Ortega-Smith, Espinosa de los Monteros y Monasterio que admiten “el derecho de las mujeres a cortarse uñas y pelo”, pero quieren imponerles hasta hijos de violaciones. Con sus 12 diputados claves para la Junta andaluza del PP y Ciudadanos ya intentan crear listas negras de trabajadores que ayudan a mujeres maltratadas para hostigarlos.

Quieren entrar al Europarlamento con fuerza para destruir, desde dentro, la Unión Europea (UE). Como proclama, con descaro, su socio Nigel Farage inventor del Brexit que encabeza las encuestas de Reino Unido. Corredor de Bolsa, como cachorros de élites privilegiadas son todos ellos, de linajes ultraderechistas, franquistas los españoles. Explotadores que, como Trump en EEUU, asesorados por Steve Bannon, aúllan los cantos de sirena de que mejorarán las vidas de los trabajadores, con frases tan sencillas como falsas y mortíferas.

¿A quién culpan los fascistas en su mitin de Milán? ¡A los migrantes! ¿Cómo crearán condiciones de trabajo y vida para los europeos? ¡Cercándonos de muros y alambradas! ¡Metiéndonos en un gueto con la excusa de protegernos mientras crean enfrentamientos internos y externos! ¿No se ve la copia de la estrategia de los años 40? La Europa nazi y fascista que azuzaba el antisemitismo es hoy la Europa neonazi y neofascista que azuza la antiinmigración. Entonces, como ahora, compartía autoritarismo y racismo con una Rusia sólo enemiga en teoría como prueban las connivencias Putin-Trump, o la corrupción que acaba de dinamitar el gobierno filo-facha austriaco de Kurtz y Strache.

España debe impulsar los derechos humanos en la UE

La Europa que sacrificó a la niña alemana Ana Frank en 1945 hoy sacrifica a la bebé costamarfileña, de un año, Séfora, cuyo cadáver encontró flotando en aguas canarias el viernes un motorista acuático. Como reveló Nicolás Castellano en la SER (minuto 13'40''-16'31''), su madre y compañeros de patera volcada a punto de llegar a la playa de Arguineguín llevaban 24 horas en una comisaría de la Policía Nacional alertando de que la bebé, el padre que se lanzó para rescatarla y otra mujer, madre de una niña de 7 años ya sola, fueron arrastrados por las olas. La juez solo ordenó que la madre saliera para identificar el cadáver de su pequeña. Luego fue hospitalizada al comprobarse que tenía una cervical rota, de los golpes de los traficantes para obligarla a embarcar pese al embravecido mar.

Esto hay que destacarlo. Hay que recordarlo. Debemos rebelarnos frente al intento fascista de crear “subhumanos”. No puede ser que el Ministro del Interior socialista Marlaska permita ese mismo viernes que seis hombres y una mujer africanos, que tras naufragar llegaron al islote de Perejil cuya españolidad se ha reivindicado de forma histriónica, fueran apresados y llevados de vuelta por el Servicio Marroquí.

Diagnóstico y tratamiento

Para reconducir la actual deriva que nos lleva directos al conflicto –con posible choque bélico en el Golfo Pérsico, con la guerra comercial EEUU-China, con la brecha de desigualdad creciente entre Primer y Tercer Mundo y el desastre medioambiental casi ya sin vuelta atrás- hay que asumir que hemos llegado hasta aquí por el neoliberalismo extremo que sacrifica vidas por beneficios. Una política que ha venido siendo aplicada por partidos conservadores y socialistas.

Tras asumir sin trampa el diagnóstico, el tratamiento debe ser construir una alternativa. Estoy convencida de que, junto a Portugal, España tiene capacidad de sobra para asumir el rol motor en esta encrucijada donde el eje franco-alemán pasa por horas bajas.

La cuestión es que el PSOE, autor de conquistas potentes, está lastrado por una lista larga de decepciones fruto de sacrificar derechos laborales, sociales, fiscales y humanos en el altar de un supuesto pragmatismo. En realidad, del interés de bancos y mercados que nos ha traído frente al abismo.

Sólo con votos que den peso a Unidas Podemos, el PSOE más progresista podrá impulsar el programa de izquierdas que la mayoría de españoles dijeron el 28A que desean y este 26M seguramente lo reiterarán. Ese Unidas Podemos, pese a errores e insuficiencias, es el único de los cinco mayores partidos españoles que concurren a las Europeas que defiende a la ciudadanía de base, a uno y otro lado de las fronteras. Todos sabemos la importancia del equilibrio que salga de estos comicios. Sanchistas incluidos.