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El PSOE andaluz quiere vigilar a los tuiteros
Los socialistas andaluces quieren poner puertas al campo o más exactamente controlar el contenido de lo que escriben sus militantes en las redes sociales. La ponencia marco del PSOE de Andalucía, que se debatirá en el 13º Congreso Regional del próximo fin de semana, incluye la propuesta de “definir los derechos y deberes de la militancia en la red”, de manera que “el respeto y la ejemplaridad” sean la guía por la que deban transitar los mensajes de sus militantes.
En la intensa campaña de las primarias del pasado mes de mayo y los meses que la precedieron, la batalla entre los pretendientes a la secretaría general (Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López) se libró en las agrupaciones, pero también en las redes sociales. Según datos del PSOE, 98.700 de los 187.949 militantes están en Twitter (52%) y 104.000 (55%), en Facebook.
Un informe del blog Twitter Bots de abril pasado analizaba el apoyo de los candidatos: “Pedro Sánchez es quien más apoyo tiene en Twitter. Está dominando claramente tanto en retweets y FAVs (me gusta) sobre sus tweets como en el volumen y alcance de los hashtags de su campaña. El apoyo de Susana Díaz parece estar bastante focalizado en Andalucía, habiéndose detectado una red de cuentas automatizadas para simular apoyo en el resto del país. Algunos de sus hashtags son contestados con cierto éxito por sus detractores en Twitter. Por último la candidatura de Patxi López no lo tiene fácil para competir con líderes y equipos ya asentados. Está teniendo un papel discreto, aunque con posibilidades de mejorar en la medida que consiga llegar a los militantes menos polarizados”.
Los autores del informe se preguntaban en qué medida estos resultados eran trasladables a las urnas, toda vez que la gente con presencia en Twitter “no es representativa de la sociedad española ni de los militantes del PSOE”. El recuento de los votos les resolvió la duda: Sánchez ganó con el 50,2%; Díaz, que sólo venció en Andalucía, obtuvo un 39,9%; y López, que se impuso en Euskadi, sumó 9,8%.
La propuesta del PSOE andaluz de regular los derechos y deberes de los militantes es un calco de la que hizo la gestora socialista en su propuesta de ponencia marco y que fue arrumbada por el equipo de Pedro Sánchez cuando este fue elegido secretario general. “Debemos canalizar las actividades de nuestra militancia en favor de la defensa de nuestros valores, mejor que en disputas internas que debilitan al partido”, defendía la gestora. Y prometía: “El PSOE será el primer partido que regule en su norma de máximo rango, los Estatutos Federales, las estructuras de participación y defina los derechos y las obligaciones de los afiliados en la red”.
En el 39º Congreso Federal congreso socialista lo que salió aprobado es más laxo y remite a un “código de redes a compartir y asumir por toda la militancia socialista, con el compromiso de utilizar las redes sociales de manera positiva, en base a principios de veracidad, respeto mutuo, participación constructiva y máxima concordia”.
La propuesta de los socialistas andaluces no baja al terreno de la concreción, pero desde la dirección de Susana Díaz se defiende poner “unos límites, porque todo lo que sea atacar de forma no respetuosa no puede permitirse”, afirman las fuentes consultadas. “Las redes no pueden ser un vehículo para faltar al respeto de los compañeros”, subrayan.
Hay dirigentes andaluces que en reuniones internas han defendido abrir expedientes a los que critican en las redes, con el argumento de que “no se puede ir contra las decisiones de la empresa”. Y también hay los que están alertando de una nueva forma de control interno a través de los tuis y retuits, al considerarlos como un termómetro de adhesión o desafecto a la líder.
Desde la dirección federal advierten que el PSOE andaluz no tiene competencias para regular los derechos y deberes de los militantes. “Hay una jerarquía normativa y también en lo orgánico. Se hará lo que diga la comisión ejecutiva federal”, avisan. Los socialistas andaluces reconocen esa competencia, pera afirman que “iniciarán” el camino. “No podemos contradecir, pero si vemos que la regulación es insuficiente, sí podemos complementarla”, señalan fuentes de la dirección regional.
El alcalde de Jun y responsable federal de Dinamización de Agrupaciones Locales, José Antonio Rodríguez, asegura que es la Constitución española la que marca los derechos y deberes de los ciudadanos y asegura que es el Comité federal de Ética y Garantías el que decide “cuando un militante se pasa”. “Una cosa es un código ético y otra regular las redes. ¿Qué regulas?, ¿si puedes manifestarte en contra del secretario general?, ¿dónde está el límite entre los insultos y la libertad de expresión?”, inquiere.
El dirigente de Izquierda Socialista y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias, afirma que lo “prioritario” es la libertad de expresión. “Hay que exigir cortesía y educación, pero es un exceso regular el uso de las redes. A veces se confunde la crítica política con la falta de respeto. Hay que distinguir y no recortar derechos, sino generar culturas de debate, de participación y buenas práctica”. Y añade: “A veces ha habido abusos un tanto no respetuosos que han traspasado ciertas fronteras de buenos modos. Hay que tratarlos con más normalidad y primar la libertad de expresión”.
Hay dirigentes sanchistas que creen que detrás de esta iniciativa lo que se esconde es el intento del PSOE de Andalucía de “hacer un partido diferente”, de significarse contra contrapunto a la dirección federal de Pedro Sánchez. En la ponencia esta actitud queda clara al omitir la definición de una España plurinacional, como sí hizo el federal, o al marcar distancias con “la izquierda improductiva” en alusión a Podemos, con quien Sánchez ha abierto canales de comunicación. También en las redes, quieren más un PSOA que un PSOE.