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Entre el sol y la lluvia: la lotería de los chubascos marca la primera mitad de abril en Andalucía

Lluvia en Roque del Faro, Villa de Garafía, este jueves.

Carlos Puentes Luque

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“Tiempo variable, en el que se alternarán nubes y claros con chubascos puntuales”. Mariano Medina, el hombre del tiempo por antonomasia, recurría a esta descripción para episodios meteorológicos un tanto indefinidos. El paisaje que dibujan esas palabras bien puede identificarse con el que suele darse entre los meses de abril y mayo a lo largo y ancho de Andalucía. La combinación de sol, nubes y lluvia tan propia de primavera y que termina convirtiendo en una lotería tanto la posibilidad de catar lluvia como la de su previsión.

La atmósfera peninsular atraviesa estos días una de esas situaciones de indefinición. Sin un dominante claro que ejerza su influencia de manera contundente, la Península se ve abocada al tiempo variable del que hablaba Medina. Ni las altas presiones consiguen ganar fortaleza sobre el continente europeo, ni las bajas que pululan por el Atlántico logran romper el bloqueo. Quedamos así a merced de la influencia tangencial de borrascas aisladas y al flujo húmedo que nos llega.

Es precisamente ese flujo, estos días desde el Atlántico, el que aporta humedad hasta la Península Ibérica, salpicando de nubosidad de evolución tanto el interior como el litoral peninsular, y dejando en manos de la lotería de los chubascos la posibilidad de registrar lluvia. Posiblemente se trate de la situación más detestada por los meteorólogos por la dificultad en su predicción, relegada al terreno de la ambigüedad.

Entre el sol y la lluvia a lo largo del fin de semana

El que hubiese sido el gran día cofrade de la semana, el Jueves Santo, lo habría hecho pendiente del cielo. La lluvia vuelve a Andalucía con el paso de un sistema frontal que se habrá desplazado a lo largo de la jornada de oeste a este de la región. La lluvia ganará intensidad con el paso de las horas y conforme avance hacia la mitad oriental andaluza, siendo las provincias de Jaén y Granada las más beneficiadas ya en las últimas horas de la jornada.

El viernes 10 de abril seguiremos bajo la influencia del flujo húmedo atlántico, lo que permitirá aún la formación de nubosidad de evolución que podrá dejar chubascos débiles repartidos por el interior andaluz, más probables en su mitad occidental. Estos dejarán paso a un sábado ligeramente más estable, en la que el sol ganará protagonismo y la lluvia será puramente testimonial en algunos sistemas serranos de la mitad occidental. Hasta entonces las temperaturas habrán experimentado un leve ascenso, más notable en la mitad oriental, que dejará de nuevo máximas en el entorno de los 25 grados en el valle del Guadalquivir, y en el de los 20 grados en el resto de la región.

Chubascos y tormentas para comenzar la semana

Desde la tarde del domingo la región volverá a estar bajo la suerte de los chaparrones. El descuelgue que va a sufrir una borrasca desde las Islas Británicas hasta las proximidades peninsulares en el Atlántico va a aportar más flujo húmedo para alimentar de nuevo la formación de nubosidad de evolución. En este caso, la mayor inestabilidad asociada a la baja reforzará la presencia de este tipo de nubosidad, de origen convectivo, lo que facilitará la formación de tormentas dispersas por buena parte de la región. Tanto la mitad occidental como la oriental verán crecer nubes de desarrollo que alternarán nubes y claros con chubascos puntuales.

Ese paisaje se reforzará a partir del lunes, cuando la mayor cercanía del centro de la borrasca a la Península inyecte flujo marítimo del sur en toda la Comunidad. Estamos ante un escenario propio de primavera en el que combinaremos mañanas soleadas y apacibles con tardes de tormenta. Todo el interior y el litoral andaluz quedarán bajo los efectos de los chubascos, que de nuevo podrán ser de carácter tormentoso, con especial atención a áreas del litoral donde puntualmente podrán ser especialmente intensos.

La estabilización del centro de la borrasca frente al litoral luso propiciará que este ambiente lluvioso se prolongue durante buena parte de la semana, en la que conviviremos con la presencia de chaparrones puntuales a lo largo de toda la región y que serán más probables e intensos en la mitad occidental. La borrasca además vendrá acompañada de aire frío en altura, que, aunque no vaya a afectarnos de lleno, sí que hará descender el termómetro del orden de 3 a 4 grados respecto a las máximas que tengamos durante el fin de semana. Tocan días de ver crecer nubes y esperar a que toque la lotería de las tormentas. Abril en todo su esplendor.

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