Andalucía elige 255 delegados para el congreso federal del PSOE con consenso a medias
Otro fin de semana de cuchillos en el PSOE de Andalucía que celebra entre el sábado (Almería, Cádiz, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla) y el domingo (Córdoba) los congresos provinciales extraordinarios (congresillos) que deben elegir los 255 delegados que la mayor federación del partido enviará al cónclave que en junio debe ratificar a Pedro Sánchez como secretario general del partido. Su voto servirá de termómetro para ver el calor que acompaña a Pedro Sánchez en el complicado reto de volver a unir el partido en función del porcentaje con que sea respaldado.
Con la decisión de la secretaria general del PSOE de Andalucía de ofrecer un pacto de no agresión a Pedro Sánchez y ni exigirle cuota en su próxima ejecutiva, la batalla se desarrolla en los escalafones inferiores. Los suyos intentan contener a unos sanchistas que se sienten crecidos en el único territorio donde ganó Susana Díaz las primarias pero donde el 30% de votos que obtuvo el renacido líder han sido determinantes para volver a dirigir el partido. Por eso, los susanistas (pese a que la también presidenta de la Junta de Andalucía rechaza lo del susanismo) intentan demostrar exhibir poderío con la delegación que se enviará a Madrid.
En su estrategia de no mancharse con esta batalla, Susana Díaz subrayaba esta semana que no había consigna desde la dirección regional para la conformación de las listas con estos delegados, cuando el entorno de Pedro Sánchez propuso que se hicieran respetando los resultados de las primarias. Son los secretarios provinciales, bien con un clamoroso silencio, como Verónica Pérez (Sevilla) o Juan Pablo Durán (Córdoba), o con críticas a esta propuesta como Francisco Reyes (Jaén), los que han mostrado recelos con la fórmula, si bien se han visto cuestionados conforme las agrupaciones locales, que son las que tiene la primera palabra cuando eligen a los delegados que van a los congresillos, han empezado a trabajar la integración.
Claro que en esto también hay matices y eso prueba lo complicado que está siendo administrar la victoria y gestionar la derrota para unos y otros. De hecho, el pulso en la elección de esos delegados está resultando más duro en las dos provincias donde los resultados del pasado 21 de mayo estuvieron más poralizados: Sevilla, donde Susana Díaz sacó su mayor ventaja y es además la mayor agrupación provincial del PSOE, y Cádiz, donde los que no la votaron superaron el 45%.
El caso de Sevilla es especialmente significativo. Mientras en la capital hispalense más de la mitad de las agrupaciones locales han pactado a sus elegidos para el congresillo, los susanistas acusan a los sanchistas de haberlo querido hacer en lugares como Dos Hermanas, ciudad gobernada por Francisco Toscano, uno de los hombres clave en la campaña de Pedro Sánchez. Y mientras la dirección provincial sostenía este viernes que los sanchistas no han llegado a un 20% en los 345 delegados para el congresillo del que deben salir los 56 con destino a Madrid, los críticos lo desmentían.
Durante la tarde del viernes negociaron los dos sectores, por orden de San Vicente, sin conseguir la paz, por lo que hay dos listas. De todas maneras, pueden llegar a un acuerdo la misma mañana del congresillo. Si siguen dos listas y los críticos no superan el 20% de los votos se pueden quedar fuera de la delegación el propio Francisco Toscano y otro referente del sanchismo en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
Mientras, en Cádiz, otro tanto porque se intentaba cerrar un acuerdo contrarreloj este viernes con el que llegar a este sábado con una única lista, después de que desde la dirección provincial encabezada por Irene García se hubiera visto con buenos ojos la posibilidad. La ejecutiva provincial hizo una propuesta en función de los resultados en las asambleas locales. El problema está en que, de los 27 delegados que le corresponden a la provincia, se ofrecen nueve a los críticos y éstos quieren 12.
En el resto de provincias, el consenso parecía más cerca, empezando por Almería, que aporta 26 delegados y ha sido la primera en tener lista de consenso. De hecho, a la negociación se llegaba ya con la integración en la mayor agrupación, la de la capital.
También ha ocurrido esto en Granada, que pone 37 delegados y donde el consenso ha empezado igualmente por la capital, después de que tanto el líder del partido en la misma, Chema Rueda, como el alcalde, Francisco Cuenca, hayan apelado a ello.
Congresillo también el sábado en Jaén, que aporta 34 delegados, y donde el dominio de los susanistas abona a una mínima representación a los sanchistas hacen números por si les da para una lista alternativa, pero desde la agrupación provincial han dado por sentado que no será necesario.
Para Córdoba son 22 delegados y se deciden el domingo entre los 196 designados a su vez en las asambleas locales. Hay en torno a un 30% de críticos y la idea es respetar los porcentajes de las asambleas locales a la hora de decidir los delegados, por lo que se espera una lista única con este criterio para que la respalden todos.
En el caso de Málaga, son 35 delegados y también se ha logrado que sean pactados en lugar de decidir sobre dos listas, después de que la mayoría de las asambleas locales de la provincia hayan optado por respetar la proporcionalidad de las primarias, donde el sector crítico superó el 35%. Serán 23 delegados para los afines a Susana Díaz y 12 para los de Pedro Sánchez.
Finalmente, la más pequeña de las ocho es la agrupación de Huelva: elige 18 delegados entre los 110 de su congresillo. En una provincia donde más de 30% de la militancia no se decantó por Susana Díaz, hay pacto para una lista única. “Los delegados reflejan la voluntad de los militantes que se han expresado con libertad y se ha llegado a acuerdos en todas las agrupaciones locales”, remarcan, si bien en este caso no han concretado el porcentaje para cada sensibilidad.