VÍDEOS | Pasos de esperanza contra el párkinson

Alrededor de 160.000 personas en España son víctimas del párkinson, casi 30.000 sin diagnosticar. El dato, de la Federación Española de Párkinson, lo sitúa como la segunda enfermedad de tipo neurodegenerativo en nuestro país por detrás del alzhéimer. El párkinson, que cada 11 de abril celebra su día mundial, afecta a más de seis millones de personas en todo el mundo.

Sin cura ni causa concreta conocidas, la enfermedad de Parkinson supone una degeneración crónica y progresiva que se manifiesta de forma diferente en cada persona, tanto en sintomatología como en evolución. Ante estos datos, investigación es sinónimo de necesidad.

Científicos de la Universidad de Cádiz, por ejemplo, han hallado una luz de esperanza a largo plazo frente al párkinson. La clave está en una planta. En ella han encontrado un compuesto que activa una proteína que favorece la expansión de células madre y la generación de neuronas. Un primer paso que puede conducir a paliar la muerte de neuronas por enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y el alzhéimer o como consecuencia del ictus o de traumatismos craneoencefálicos.

Habitualmente relacionamos el párkinson con temblores. Es cierto que es el síntoma más conocido, pero la enfermedad también se caracteriza, por ejemplo, por la rigidez o la lentitud de movimientos. Ante esto es importante que el paciente con párkinson complemente el tratamiento farmacológico con rehabilitación. Investigadores de la Universidad de Granada ha diseñado un cuadro de ejercicios para mejorar el movimiento y la destreza de pacientes con párkinson. Sesiones de 15 minutos de trabajo de la muñeca, las palmas de las manos y los dedos que provocan un mejor control del movimiento de las manos para acciones cotidianas como escribir o abrochar un botón.

La investigación también ha puesto la mirada en los casos en que el diagnóstico de párkinson no es tal. A veces los síntomas propios del párkinson pueden aparecer a consecuencia de ciertos tratamientos farmacológicos para tratar, por ejemplo, enfermedades psiquiátricas o del tránsito intestinal. Un neurólogo almeriense ha ideado por ello un método diagnóstico precoz que ayuda a diferenciar entre quienes realmente padecen la enfermedad y quienes tienen sus síntomas a consecuencia de un tratamiento. Se trata de una técnica barata y menos agresiva y que la habitual.

La investigación es la principal esperanza para las personas con párkinson. También para su entorno, pues la enfermedad, cuando llega, no llega solo para el paciente. Cambia su vida y las de quienes le rodean. Y cualquier paso, por pequeño que sea, es un paso más para ganar la batalla.