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Los hosteleros andaluces rechazan el decreto sobre viviendas de uso turístico

Los alojamientos turísticos que se oferten online deberán incluir desde el día 3 el código del Registro de Turismo

Néstor Cenizo

Los hosteleros andaluces rechazaron ayer en Málaga el proyecto de Decreto sobre Uso de Viviendas Turísticas de la Junta de Andalucía. Dijeron sentirse “ninguneados” por el hecho de que el borrador haya sido modificado durante el verano en dos puntos que consideran esenciales: los particulares que alquilen su vivienda al amparo de la nueva norma podrán ofrecer servicios de comida y otros complementarios, y podrán arrendar habitaciones de forma individual. Los ocho presidentes de las asociaciones provinciales que integran la Federación Andaluza de Hoteles, Apartamentos Turísticos, Hostales y Pensiones (FAHAT) comparecieron para trasladar un mensaje unitario por boca de su presidente, José Carlos Escribano. “Competencia libre, pero entre iguales”, dijo. El proyecto de la Consejería de Turismo lleva negociándose casi un año y regulará el alquiler de viviendas turísticas, excluido de la normativa de arrendamientos en 2013. Desde entonces la competencia para regular estos alojamientos la tienen las comunidades autónomas.

El Decreto contempla la creación de un registro obligatorio para los particulares que alquilen su vivienda con finalidad turística. Sin embargo, su contenido decepciona, de momento, a los hosteleros, cuyas peticiones (formuladas en forma de “exigencias” en varias ocasiones) van más allá de la retirada de los dos puntos añadidos en el último borrador, de 19 de septiembre. Los hosteleros piden que los portales web que anuncien viviendas no registradas sean corresponsables de la oferta ilegal (como ya ocurre en la legislación catalana), lo que supondría abrir la puerta a sancionar a sitios tan populares como AIRBNB o Booking. Además, pretenden que cualquier publicidad implique que la oferta pase a considerarse como “alquiler turístico” y que las viviendas destinadas a tal fin emitan facturas (no recibos) y cumplan con toda la legislación (sanitaria, de seguridad, laboral o fiscal) que se aplica a hoteles, hostales, pensiones y apartamentos ya regulados.

Hasta aquí, peticiones que pasan por incorporar a las viviendas de alquiler a un régimen reglado y similar al que ya existe para otras ofertas turísticas. Según los cálculos oficiosos de los hosteleros, las viviendas de uso turístico rondan el 35% de los alojamientos en Andalucía. Comisiones Obreras lo cifra en el 20% del mercado total, con unas 50.000 plazas. “No estamos contra ningún producto. No nos asusta la competencia, pero la queremos con las mismas reglas de juego. La competencia asusta a los incompetentes”, redondeó Escribano.

Sin embargo, los hosteleros añaden tres demandas que marcarían distintas normas del juego para unos (hoteles, hostales y otros alojamientos “clásicos”) y otros (viviendas particulares de uso turístico), aun después de la incorporación de las viviendas a la legalidad: piden que se suprima la posibilidad de que los particulares puedan alquilar habitaciones individualmente, que se les impida ofrecer comidas y otros servicios y que no puedan alquilar por periodos inferiores a cinco días. Ese mercado quedaría reservado al hostelero clásico. Si un particular que cumpliera con todos los requisitos quisiera alquilar su casa por cuatro días en páginas como AIRBNB o Booking caería en la ilegalidad, en la propuesta de FAHAT. ¿Qué justificación tiene esta medida, si ese particular ya cumple con todas las exigencias, está registrado, y se pretende la igualdad en las reglas de juego? ¿Por qué cinco días, y no cuatro o 14? “Porque nuestra estancia media es de 4,2 días, y nosotros damos una garantía que ellos no pueden ofrecer”, respondió Escribano, que reconoció que esta medida es “proteccionista”.

Regulación “laxa” y con “poca profundidad”

La tesis de los hosteleros andaluces es que la actual situación de alegalidad en la que quedaron este tipo de viviendas tras la modificación, en 2013, de la Ley de Arrendamientos Urbanos, supone una invitación a la competencia desleal, potenciada por la crisis económica. Las viviendas particulares dedicadas al alquiler turístico no cumplen las normas y prescripciones a que vienen obligados los hoteles en materia fiscal, laboral, sanitaria o de seguridad, según FAHAT. “Esto ha tenido éxito por las nuevas tecnologías, puestas al servicio de la crisis. El precio que ofrecen está por debajo porque sus costes son menores”, lamentó Escribano. Manuel Ruiz, responsable de políticas sectoriales de Comisiones Obreras, estima que el Decreto es un “buen punto de partida” para acabar con la competencia desleal, y que ofrece margen para la negociación. La Junta estima que permitirá aflorar una bolsa importante de economía sumergida.

La Junta de Andalucía se propuso seguir la estela de la Comunidad de Madrid y Cataluña, que ya regulan este tipo de alquiler. Sin embargo, la propuesta elaborada por la Dirección General de Calidad no gusta al sector, que se queja de la supuesta celeridad y de que los legisladores pueden estar siendo influenciados “por sectores con poco peso y representatividad dudosa”. FAHAT, que agrupa más de 3.000 establecimientos, denuncia que el contenido del borrador no se corresponde con lo que se ha negociado en la Mesa Técnica de Turismo y contiene una regulación “laxa” y “con poca profundidad”. En todo caso, aún restan varias rondas antes de concluir las negociaciones. La intención de Rafael Rodríguez, consejero de Turismo, es que la norma esté aprobada antes de que termine el año.

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