Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

¿Son los humanos violentos por naturaleza?

violencia

José María Gómez Reyes

Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA/CSIC) —

¿Son los humanos violentos por naturaleza, como decía Hobbes, o seres pacíficos a los que la civilización corrompe, como sugería Rousseau? Esta cuestión ha cautivado a pensadores y científicos desde tiempos inmemoriales, pero a día de hoy aún no contamos con una respuesta definitiva. Un estudio reciente publicado en Nature, realizado por cuatro investigadores del CSIC, la Universidad de Granada y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha abordado esta cuestión fundamental mediante una aproximación novedosa, y han descubierto que probablemente ambos pensadores tenían parte de razón.

Trabajando sobre la idea de que el componente violento de la naturaleza humana podría deducirse de nuestra historia evolutiva en común con los mamíferos, recopilaron la información existente sobre mortalidad en más de 1000 especies de mamíferos con el propósito de obtener una panorámica de la violencia en los mamíferos y situar a los humanos en dicho contexto. La violencia la midieron como la proporción de muertos totales debido a violencia de otros conespecíficos, sin distinguir entre posibles diferentes tipos de violencia (guerra, infanticidio, canibalismo, etc.).

Es decir, lo que se midió no fue la presencia o ausencia de violencia, o cuán violento en términos generales es una especie, sino el nivel de expresión de esa violencia en términos de muertes. Es una variable cuantitativa, que expresa el porcentaje de muertes debido a la acción de individuos conespecíficos, y que de alguna forma mide el nivel de expresión de la violencia. El hecho de tener un valor de cero no indica que la especie de mamífero en cuestión o la sociedad humana concreta sean no violentas. Sólo indica que no se producen muertes por esa violencia.

La violencia letal tiene un componente evolutivo significativo

El estudio encontró que los niveles de violencia no están distribuidos aleatoriamente a lo largo del árbol de familia de los mamíferos. Todo lo contrario, existen linajes de mamíferos donde el nivel de violencia letal es bajo y otros donde ese nivel es alto. Esto es una indicación de que la violencia letal tiene un componente evolutivo significativo, posiblemente porque se hereda de especies ancestrales a especies descendientes a lo largo del curso de la evolución y diversificación del linaje.

Gracias a este patrón evolutivo, es posible inferir usando las herramientas estadísticas adecuadas, el nivel de violencia letal que manifestarían los humanos como consecuencia de haberla heredado de sus ancestros evolutivos. Los humanos pertenecemos evolutivamente a un linaje con alto nivel de violencia letal, lo que sugiere que el nivel de violencia que manifestamos ya ocurría en las especies que fueron nuestros ancestros. De hecho, el nivel de violencia letal inferida para nuestros ancestros más lejanos es similar al nivel de violencia letal inferida para humanos.

La violencia letal en humanos tiene, por tanto, un indudable componente evolutivo que antecede a nuestro propio origen como especie. Esto no significa en ningún caso que el nivel de violencia letal de los humanos esté determinado exclusivamente por factores genéticos. Filogenia significa mucho más que genética. Y esto es así porque puede ocurrir que otros rasgos compartidos con nuestras especies cercanas y también heredados de nuestros ancestros evolutivos contribuyan a moldear el nivel de violencia letal. De hecho, en este estudio encontramos que dos rasgos, la territorialidad y el comportamiento social, se asocian con niveles elevados de violencia letal. Y resulta que el ser humano pertenece a un linaje donde estos dos comportamientos son frecuentes.

Influencias culturales

A pesar de este fuerte componente evolutivo, el nivel de violencia letal que manifiestan los humanos no es inamovible. De hecho, una revisión de la violencia letal en 600 sociedades humanas, desde el Paleolítico hasta la actualidad, reveló que no es posible ignorar las influencias culturales sobre el nivel de violencia letal que expresan los humanos. Así, el nivel de violencia letal en las sociedades prehistóricas concuerda estrechamente con la estimada a partir de nuestra larga historia evolutiva conjunta con otros mamíferos, pero aumenta mucho en las sociedades caciquiles y desciende a niveles muy bajos en sociedades más complejas.

Por ello, aunque la violencia interpersonal es un rasgo primordial en el ser humano, el tipo de organización social que desarrollemos puede modificarla. Nosotros nos inclinamos por una interpretación en términos culturales de ese resultado, no por una interpretación en términos de cambio evolutivo reciente. Podemos pecar de ingenuos, pero pensamos que este estudio indica que es posible mitigar la violencia letal y favorecer la resolución pacífica de nuestros conflictos.

Sobre este blog

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

stats