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Los partidos andaluces se encomiendan al diálogo mientras escenifican una sosegada política de bloques

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, después de su primera intervención en el debate sobre el Estado de la Comunidad en el Parlamento andaluz. Sevilla (Andalucía, España), a 20 de octubre de 2020.

Javier Domínguez Reguero

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El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha ofrecido a Susana Díaz compartir viaje y audiencia con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para debatir los detalles de la actual negociación de la PAC. Hasta ahí ha llegado Moreno para ejemplificar su idea de consenso. La mano tendida de Moreno se alarga y se agarra al papel de moderado que cultiva desde que llegó a San Telmo. Con esas, incluso ha pedido al grupo parlamentario Adelante Andalucía que “eche una mano” al Gobierno andaluz. A pesar de las diferencias “hay un camino que podemos recorrer juntos”, le ha insistido Moreno a su portavoz, Ángela Aguilera. Juan Manuel Moreno ha jugado una apuesta ganadora independientemente del resultado. “El sectarismo, la irresponsabilidad y la inconsciencia pasará factura”, ha dicho. Si sus propuestas salen adelante, podrá presumir de capacidad para el consenso y sus esfuerzos por la recuperación de la región tras la crisis sanitaria saldrán reforzados. Si, como se prevé, los partidos parlamentarios de la izquierda rechazan las medidas, lo usará como argumento para recriminarles, especialmente a Díaz, la falta de lealtad para con Andalucía por no respaldar la llegada de más fondos europeos (un tercio del total para España) a la región.

De este modo, en la primera jornada del Debate del Estado de la Comunidad, el presidente ha querido mantener la distancia con Génova, alejarse de la crispación nacional y del discurso promovido por Isabel Díaz Ayuso desde la Comunidad de Madrid. Por eso no ha habido guiños a Vox en el discurso (su socio necesario en el Parlamento): “Somos cosas distintas”, le ha dicho a Díaz. Por eso no ha cargado tintas contra el Gobierno de Pedro Sánchez más que dejando una crítica más o menos velada a la responsabilidad del Ejecutivo nacional para con el deterioro de la economía. De hecho, “preocupado” por la situación sanitaria y socioeconómica derivada de la pandemia, el líder del PP andaluz ha intentado mostrarse fuera de “peleas ideológicas, partidistas o institucionales”. Ante el infortunio, diálogo. Ante la crispación, serenidad. Y el mantra del líder popular se repite. No se le puede reprochar al presidente de la Junta su determinación por “hacer política desde el respeto”. Al menos en el discurso.

No obstante, y aunque la pandemia ha estado presente en todo momento durante el debate, Moreno ha querido hacer pivotar su discurso en el consenso y los Fondos de Recuperación Europeos. Para el Ejecutivo andaluz de PP y Cs no hay uno sin lo otro. O por lo menos, sin el primero, argumentan que tendrían menos credibilidad para pelear por la distribución de la ayuda económica proveniente de la Unión Europea. Estos recursos son para el presidente andaluz “una cuestión de prioridad absoluta” para el futuro de la región y sabe que el respaldo de todos los partidos en la cámara andaluza le avalarían para llegar a la Conferencia de Presidentes del próximo lunes en Madrid con una “voz unida” desde Andalucía.

Pero no tienen visos de que ocurra. Moreno ha comunicado que los Presupuestos de Andalucía para 2021 superarán la cifra de más de 40.000 millones de euros, un 3% más que en 2020. “Todos estamos de acuerdo en que, en la actual situación, las prioridades deben ser la sanidad y la educación”, ha recalcado. Pero ni con el anuncio del “mayor presupuesto de la historia de Andalucía” ha convencido a la oposición.

“La realidad de los andaluces”

Las líneas de actuación propuestas por Moreno para encarar el futuro pospandémico no son compartidas por la oposición que demanda concreción en los proyectos que se presentarán para la obtención de los harto mencionados fondos europeos. La secretaría general del PSOE andaluz, Susana Díaz, usando un tono más templado de lo habitual, se ha distanciado de la oposición que la “derecha le está haciendo al Gobierno de España”. Antes de iniciar sus críticas a la gestión de la pandemia por parte de la Junta, la líder socialista ha expresado que el Gobierno andaluz es “rehén” de Vox, que lo sostiene. “Moderación y pactar con la ultraderecha es incompatible”, ha dicho Díaz, que no acepta las proposiciones de Moreno.

Díaz ha querido mostrar “la realidad de los andaluces” que “dista bastante” de lo que anuncia Moreno. No contempla respaldar al presidente popular si no detalla sus planes. “Si quiere el apoyo, explíquelos y entre todos lo debatimos y lo consensuamos”, ha propuesto como condición para estar “en el mismo barco y remar en la misma dirección”. Díaz se ha centrado en la sanidad y en la educación para minar el discurso de Moreno. “Con la excusa del coronavirus la erosión de los servicios públicos, especialmente de la sanidad”, ha dicho. Y ha continuado: “Estaba todo controlado. ¿Qué hemos controlado?”, le ha preguntado a Moreno en una jornada en la que Andalucía ha sumado 42 muertes por Covid, la mayor cifra en la segunda ola. Las estadísticas andaluzas están todavía por debajo de la media española, pero los diagnósticos epidemiológicos de las provincias de Granada, Jaén o Sevilla preocupan al Gobierno, como ha reconocido el propio presidente andaluz.

Mientras, se sucedían los reproches de la líder socialista ante la falta de PCRs, rastreadores –de los 9000 anunciados por Moreno sólo hay 307 están trabajando a tiempo completo, según Díaz– y las carencias de los centros de Atención Primaria y la primera línea sanitaria (Salud Responde). La expresidenta de la Junta ha estado astuta al sacarle a Moreno una de las declaraciones del día: “Estamos sobrepasados en la atención primaria”, ha reconocido el presidente. Justo después se ha excusado en el argumento de la herencia recibida: “Sólo llevamos un año y diez meses”. La educación ha sido otro tema a tratar para Díaz aunque el “caos” de la vuelta al cole que preveían los socialistas no casa con los datos que ha ofrecido el Gobierno. Sólo hay seis centros educativos cerrados en toda la comunidad, lo que suponen un 0,08% del total de 7.099.

Trasvase a lo privado

“Que nadie haga negocio con la excusa del coronavirus”, ha recalcado Díaz, dejando un hilo del que tirar para la portavoz de Adelante Andalucía, Ángela Aguilera, que ha enfocado su comparecencia en el trasvase de lo público a lo privado. Aguilera ha planteado la pandemia como un escenario en el que reconfigurar el modelo productivo de la región. Su iniciativas pasan por renunciar al “turismo y a la agricultura de exportación” como vías para la recuperación económica. Además ha avisado del “desmantelamiento de lo público” –en línea con Díaz– y, citando a la escritora canadiense Naomi Klein, ha advertido al Gobierno andaluz de los problemas que trae “el capitalismo del desastre” que aprovecha las oportunidades de mercado tras grandes catástrofes.

Parte de ese cambio de modelo productivo es la apuesta de Adelante por un “empleo estable, empleo de calidad, empleo con condiciones de trabajo dignas” que favorezcan el porvenir de Andalucía y dejen de la lado la precariedad, la temporalidad y la estacionalidad que han vuelto a llevar a la región a contar con el 28% de los 700.000 puestos de empleos perdidos en el último año.

Tras “calentar” el debate, llegó el turno de Vox. Su portavoz parlamentario, Alejandro Hernández, ha valorado como “plano” el discurso de Moreno y se ha presentado como “la única oposición real”. “Deje el humo y la autocomplacencia”, le ha pedido para acto seguido confirmar que seguirán apoyando al Gobierno de coalición de PP y Cs. El mismo Hernández lo ha reconocido: “Nuestra colaboración la tenían y la siguen teniendo, mientras no nos den razones para lo contrario”. Así, Vox se queda sin alternativas y apoyará al Ejecutivo andaluz en sus líneas de actuación para salir adelante tras la crisis de la pandemia.

A pesar de que las palabras más repetidas por todos los grupos, sobre todo por el presidente, han sido diálogo y consenso, la primera jornada del debate sobre el Estado de la Comunidad ratifica la política de bloques en el parlamento autonómico, la izquierda y la derecha. Dos bloques que insisten en tenderse la mano en los discursos pero que la alejan cuando de políticas de consenso se trata. Aún así, Juan Manuel Moreno salió este martes a ganar porque, en su representación, haga lo que haga la oposición él se ha marcado un tanto.

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