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La reforma electoral se enfrenta a los ya reincidentes consensos imposibles en el Parlamento de Andalucía

Grupo de trabajo de la reforma de la Ley Electoral de Andalucía.

Olga Granado

El grupo de trabajo para la reforma de la Ley Electoral de Andalucía (LEA) se ha dado de plazo hasta el 9 de abril para presentar enmiendas sobre el documento que ha elaborado el presidente del mismo, el socialista Jacinto Viedma, y que se ha conocido este jueves. Son 69 páginas en las que resumen las propuestas de los grupos que implican cambiar esta ley, las que exigen reforma estatutaria y la que son competencia del Gobierno de España.

Con estas premisas, los diputados de las distintas formaciones han valorado las posibilidades de realmente modificar una ley cuyos cambios se atisban menores y, en cualquier caso, con pocas posibilidades de estar en vigor para las próximas elecciones autonómicas, en principio en el primer trimestre de 2019.

En este primer dictamen, que no es definitivo, se señala que para las propuestas que precisan exclusivamente modificación de la LEA, “la única conclusión razonable de los trabajos es que los grupos avancen en el consenso” antes de poder materializarlas en una iniciativa legislativa. “Para legitimar una modificación de una ley de este calado y trascendencia es recomendable contar con el respaldo de una mayoría suficiente en términos políticos más allá de la pura aritmética”, recoge. Y la pregunta que surge es ¿cómo se consigue eso en un Parlamento de Andalucía donde los grupos no han sido capaces de ponerse de acuerdo estos años para renovar el consejo de administración de la RTVA, el Consejo Audiovisual de Andalucía o la Cámara de Cuentas?

Mientras el PSOE -que pone su sello a estas conclusiones- insiste en enfriar las expectativas de formaciones como Podemos, C's e IU, por la necesidad de un máximo consenso para un proyecto de este tipo, los populares se mueven en una ambigüedad parecida, habida cuenta de que modificaciones más importantes como quieren los partidos más pequeños, sobre todo en materia de reparto de escaños o sistema de recuento de votos, les perjudican.

Con elevado grado de consenso

Por un lado, y dentro de las que se consideran modificaciones de la LEA que pueden hacerse desde Andalucía, cita los cuatro bloques que necesitan “un alto grado de consenso” o que siendo propuestas de un único grupo “no deben suscitar conflictividad con el resto”. Se trata de las relativas a las incompatibilidades, para establecer la dedicación exclusiva de los diputados, que no podrían ser por ejemplo senadores ni concejales; profesionalizar los debates de candidatos y cambiar su formato; la inclusión de representantes de los medios de comunicación en la Comisión de Control de la Junta electoral de Andalucía; e incrementar de 5 a 10 minutos el tiempo de los espacios gratuitos cedidos en medios de comunicación de titularidad pública a los partidos sin representación parlamentaria o con una representación inferior al 5%.

Con cierta posibilidad de consenso

Entre las propuestas en las que el documento considera que hay que “seguir profundizando para por lo menos un mínimo consenso” figuran: variar el número de escaños en el Parlamento de Andalucía; reducir su número mínimo por provincia; cambiar el sistema de recuento; fijar un mínimo del 5% sobre el total de votos en la comunidad autónoma para tener asiento; eliminar el voto ponderado en la comisión de control de la anterior; reducción de los gastos electorales; doble cremallera para las listas; que las mismas dejen de ser cerradas; y permitir nuevos métodos de votación, por ejemplo por vía telemática.

Exigen reforma estatutaria

En un tercer bloque se incluyen las propuestas que obligarían a una modificación del Estatuto de Autonomía, lo que a su vez debe ser ratificado por las Cortes Generales. Hay recogidas tres: establecer la obligatoriedad que las elecciones de Andalucía no coincidan con las elecciones generales (PP); que los candidatos a la presidencia hayan sido elegidos por primarias en sus partidos (IU); y establecer mecanismos que eviten que no se pueda formar gobierno por no conseguir ningún candidato mayoría suficiente (también de IU).

En este contexto, tanto el diputado de Podemos, Juan Moreno Yagüe, como la de IU, Carmen Pérez, han insistido en la necesidad de que no se impongan vetos y si el dictamen que se eleve a definitivo para su votación en pleno tiene que incluir propuestas que supongan instar a la modificación de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) en el Congreso de los Diputados o del Estatuto de Autonomía, que se permita. Claro que esto supone descartar la posibilidad de dichos cambios ya para esta legislatura.

Carmen Pérez ha reconocido que en principio el borrador presentado por Jacinto Viedma no incluye este veto, pero no quiere que se caiga en esa tentación. “Otra cosa es que prospere, pero nosotros vamos a ir a la mayor”, ha dicho. Tras reconocer que “es más que evidente” que no se van a poner de acuerdo en temas como “la proporcionalidad o el número de diputados”, ha calculado que IU terminará presentando un voto particular. “De momento, no hay nada definitivo, sólo la declaración de voluntades de los grupos”, ha zanjado.

Mientras, Julio Díaz (C's), quien ha recordado que esta reformas se incluye en el pacto de investidura que firmaron con el PSOE, y de hecho viene del que la legislatura pasada suscribieron los socialistas con IU, ha celebrado que se haya “reactivado el grupo de trabajo” y que la intención de cambiar la LEA “sigue viva”, con el objetivo de que “el voto de todos los andaluces valga lo mismo”, lo que ha repetido sin cesar.

“Creemos que el documento es manifiestamente mejorable y hay que concretar más. Tenemos nuestra forma de ver la reforma y la vamos a incluir en nuestras enmiendas”, ha apuntado. Eso sí, ha sido menos ambicioso que IU a la hora de defender que se puedan plantear cambios que se escapan de las competencias de Andalucía. Tras calificar de “muy inmovilistas” a los partidos mayoritarios, se ha mostrado convencido de que hay cambios que se pueden hacer.

“No hay ningún límite, más allá de los que tienen que ver con la voluntad política”, ha subrayado por su parte Juan Moreno Yagüe, en la línea de lo defendido por IU. En este caso, su grupo apuesta por cambiar la distribución de escaños, pero también por medidas novedosas como el voto telemático.

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