Segundo intento en dos años de emprender la reforma de la Ley Electoral de Andalucía
El Parlamento de Andalucía constituye este miércoles un grupo de trabajo para abordar la reforma de la Ley Electoral de Andalucía, en un segundo intento en menos de dos años para acometer cambios en la norma que rige las elecciones autonómicas y cuyas conclusiones difícilmente podrán llevarse a la práctica toda vez que el PSOE-A entiende que es indispensable contar con el respaldo del PP-A y el punto de partida no es muy halagüeño. De hecho, cuando se aprobó en el pleno el pasado mes de marzo la creación de este grupo de trabajo, a propuesta de C's, todos los grupos parlamentarios votaron a favor mientras que los populares se abstuvieron.
Una abstención que se interpretó dentro de la estrategia del PP-A de mantener las máximas distancias con C's, el partido con el que más directamente compite por el espacio electoral, pero también por la resistencia de los populares de llevar a cabo una reforma encaminada a una “mayor proporcionalidad” del valor del votos y con el que saldrían más perjudicadas las formaciones mayoritarias. También el PSOE-A pero en este caso se ve obligado a respaldar la iniciativa de C's porque es uno de los puntos del pacto de investidura entre las dos formaciones.
Una vez que se cree el grupo de trabajo, que inicialmente se marcará un plazo de nueve meses para tener sus conclusiones, otra cosa será que éstas sirvan para culminar con una reforma de la legislación. La idea de C's es que estén en vigor para las próximas elecciones autonómicas, que deberían convocarse para 2019. Pero de las dificultades para llevar a efecto cambios de este tipo da cuenta que hace menos de dos años, en mayo de 2014, se creó otro grupo de trabajo como el mismo objetivo, entonces impulsado por IU e igualmente por un compromiso con el PSOE-A, en ese caso para el pacto de gobierno de la pasada legislatura entre las dos fuerzas. Ese grupo de trabajo sólo tuvo dos sesiones, la constitutiva y otra, y terminó fracasando por el adelanto electoral tras la ruptura del pacto de gobierno entre el PSOE-A e IU.
En todo caso, esta vez sí hay coincidencia en determinadas cuestiones, como la relativa a la eliminación de los aforamientos, dado que todas las fuerzas se han pronunciado a favor, pese a las contradicciones. De hecho, el PP tumbó esta posibilidad en el pasado mes de marzo en el Pleno del Senado cuando a propuesta del PSOE se proponía eliminar esta figura para los senadores y diputados con la reforma de la Loreg. Sin embargo, a nivel autonómico se está negociando en el Parlamento de Cantabria los populares se han mostrado a favor de este debate, también abierto por C's en dicho territorio. También en la Comunidad de Madrid se está abordando esta cuestión y su presidenta, la popular Cristina Cifuentes, lo ha propuesto.
Otro de los puntos en los que hay consenso, incluido entre las fuerzas mayoritarias, es en la necesidad de limitar los mandatos de la presidencia de la Junta de Andalucía, en principio a dos (ocho años). Por un lado, porque el PSOE-A lo incluyó en el pacto de investidura con C's, si bien no se especificaba el tope, haciendo suya la propuesta que ya había hecho el expresidente José Antonio Griñán. Y por otro, porque el líder del PP-A, Juan Manuel Moreno, ha abogado por ello con insistencia en los últimos meses. Los otros dos partidos con representación en el Parlamento de Andalucía (Podemos e IU) están por labor también, por lo que es un tema en el que habría unanimidad.
Estos son los dos puntos de mayor coincidencia, pero el grupo de trabajo tratará otras cuestiones en las que hay más distancia. Es el caso de la proporcionalidad, que en estos momentos provoca que las circunscripciones por provincias no contribuyan a que los votos valgan igual en todos sitios. Es una exigencia de los partidos minoritarios y podría pasar tanto por variar el número de diputados en la cámara como por establecer que “los restos” fueran decididos como circunscripción única en lugar de irse para los mayoritarios. También se pondrá sobre la mesa la posibilidad de establecer una segunda vuelta en los comicios, un interés que ha mostrado C's.