Espadas despeja el camino para aprobar su último presupuesto como alcalde

Espadas aspira a dejar la Alcaldía con el presupuesto para 2022 aprobado.

Antonio Morente

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Juan Espadas ya ha dejado dicho que quiere irse como alcalde de Sevilla dejando amarrado el presupuesto municipal de 2022, para así centrarse en su papel como secretario general del PSOE andaluz y candidato a la Junta. Pero tras las enmiendas a la totalidad ya anunciadas por PP, Vox y sobre todo Cs, último aliado de los socialistas, para conseguir ese objetivo ya sólo le queda una opción, que es pactar con Adelante Sevilla, la coalición que lideran Podemos e IU. Consciente de su posición de debilidad, el gobierno local está dispuesto a aprobar buena parte de las propuestas de ambas formaciones, que ahora tienen ante sí el reto de superar sus diferencias para conseguir un voto unitario.

Y es que la negociación presupuestaria queda condicionada por la situación interna de Adelante Sevilla, una coalición fracturada de la que fue expulsada una concejal (Sandra Heredia, ahora no adscrita) y que en la actualidad conforman dos ediles de IU y una de Podemos. Las dos formaciones llevan tiempo sin funcionar de manera unitaria y actuando en paralelo, hasta el punto de que el gobierno local se ha tenido que sentar con ambas por separado para abordar el presupuesto.

La actual portavoz, Susana Serrano (Podemos), es la que ha llevado el peso de la negociación con el PSOE, que necesita al menos dos votos para garantizarse el sí a las cuentas del año que viene. En este escenario es donde IU se quiere hacer valer con sus dos concejales, imprescindibles en todas las combinaciones posibles para que se alcance un acuerdo. “Las cuentas saldrán o no saldrán en función de lo que quiera IU”, se apunta desde esta formación. Pero por muy mal que estén las relaciones en el grupo municipal, Podemos e IU son conscientes de que siguen siendo socios (como lo son en los ámbitos nacional y regional) y de que más temprano que tarde tendrán que consensuar sus posturas.

En busca del voto unitario

De hecho, Serrano señalaba este jueves que “los tres concejales tenemos el mismo punto de vista, aunque cada uno consulta a sus bases”, ya que los acuerdos que se cierren deben ser refrendados después por las asambleas de cada formación. Desde IU, su concejal Daniel González Rojas incidía en que “trabajamos para que él voto sea unitario en el grupo municipal”, por lo que declinaba “entrar en detalles ni de la negociación ni de cómo se desarrollan las propuestas hasta que no nos coordinemos con Podemos”.

Al margen de este intento de mejorar la convivencia interna, ambas partes coinciden en la predisposición del gobierno socialista a aprobar las propuestas presentadas, lo que achacan a la posición de privilegio de la que gozan en esta negociación. “Hemos notado más interés en pactar con nosotros, como ocurrió el primer año de mandato”, admitía Serrano, no en vano el presupuesto de 2021 lo apoyó Cs, que esta vez le ha dado un sonoro portazo a Espadas. Y ese mayor interés del PSOE lo cuantifica la propia Serrano en que le ha dado el visto bueno al 90% de las iniciativas presentadas, un balance “positivo” que le lleva a afirmar que sólo queda “cerrar flecos” para abrochar el acuerdo definitivo.

Las prisas del gobierno local

No tiene la misma percepción de celeridad González Rojas, que aunque entiende que “el gobierno ha reaccionado” no ve tan cerca un entendimiento definitivo y de hecho apela a ir “sin prisas”. Esto contrasta con la celeridad que quiere imprimir el gobierno local a la negociación, un deseo impulsado por disponer de cuentas nuevas con el arranque del año… y por la necesidad de Espadas de cerrar puertas para dejar de ser alcalde.

Otra cuestión a tener en cuenta es que Podemos e IU han presentado sus propias propuestas, aunque en buena parte son coincidentes. Serrano, que este jueves hablaba en su condición de portavoz de la coalición Podemos-IU, enumeraba las cuestiones ya cerradas con el gobierno local: aplicación del Plan Respira, ampliación del parque de vivienda social para alquiler, creación de la red de pulmones verdes (con la inclusión específica del ubicado en la calle Arrayán), puesta en marcha de líneas de bus rápido y el fomento de las denominadas supermanzanas en todos los distritos, una fórmula que persigue mejorar las condiciones de habitabilidad de los barrios.

La “mano tendida” del PSOE

A ello hay que unir la recuperación de la Junta Arbitral de Consumo y la ordenación del turismo mediante la declaración de zonas tensionadas, así como la modificación de la norma municipal de subvenciones, al entender que su rigidez “ha supuesto la asfixia económica” de centenares de asociaciones y colectivos. “Pusimos el listón alto pero parece que el gobierno se ha tomado muy en serio llegar a un acuerdo con nosotros porque estamos viendo un esfuerzo por su parte y su mano tendida”, resumía.

Buena parte de estas propuestas se incluyen también en la relación de prioridades que defiende IU, que declina detallar sus medidas concretas y se centra en un marco general: el presupuesto debe recoger avances en políticas sociales, de empleo y de priorización de lo público frente a las privatizaciones. En definitiva, “avanzar en la construcción de una Sevilla con menos desigualdades y en un modelo de ciudad más habitable y sostenible”.

Con todos estos mimbres, las partes han puesto las bases para cerrar un acuerdo que no se antoja lejano por las prisas que desprende el gobierno local y por la conciencia en las dos formaciones de izquierda de que la ciudad debe tener cuentas nuevas para 2022, de hecho Serrano reprochaba a PP, Cs y Vox su “actitud partidista” que demuestra que “no piensan en lo que supone un no a este presupuesto expansionista con las necesidades que hay”. En definitiva, que el camino parece más que allanado para que Espadas pueda despedirse como alcalde con unos nuevos presupuestos bajo el brazo.

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