Aragón Opinión y blogs

Sobre este blog

La resistencia del mundo rural

11 de octubre de 2025 06:00 h

0

Ha pasado con sordina en la conversación pública la manifestación que bajo el lema 'Salvemos el mundo rural agredido' convocaron el pasado domingo en Madrid, entre Atocha y la plaza de la Cibeles, decenas de plataformas ciudadanas de toda España. No era el mejor momento para atraer la atención de los madrileños ni de los medios de comunicación con sede en la capital y tampoco de los locales.

La manifestación coincidió con el inicio de las fiestas del Pilar, polémica del Pregón incluida, con la expectación por el regreso de los españoles de la flotilla de Gaza y con un concierto gratuito de Gloria Estefan en la plaza de Colón organizado por la Comunidad de Madrid en la que ya están censados un millón de latinoamericanos y que ya concentra el 14,5 por ciento de la población española y el 20 por ciento de la riqueza.

Contó con mucha menos participación que la de hace seis años y medio, el 31 de marzo de 2019, promovida por las plataformas y asociaciones ciudadanas de la España Vaciada.

En esta ocasión, además del recorte de servicios, el objetivo fue denunciar los abusos y la “explotación salvaje” de los territorios y paisajes despoblados con macroproyectos que, a juicio de las plataformas convocantes, los están destruyendo: la proliferación de placas solares, de aerogeneradores, de plantas de biogás y biometano, de macrogranjas de cerdos, de explotaciones mineras de arcillas (más de 500 camiones confluyen a diario en Aguaviva camino de Castellón) y de fondos inversores buitre.

La paradoja estaba dentro de las propias plataformas que luchan por salvar el mundo rural agredido porque, por poner un ejemplo, son las macrogranjas de cerdos las que están complementando/asegurando las rentas en buena parte de esos territorios.

El cuestionado modelo de las integradoras porcinas está facilitando el futuro de muchas familias que han decidido tener hijos y arraigarse en los pueblos endeudándose inicialmente con fuertes inversiones. Sería muy interesante conocer la opinión de las diferentes organizaciones agrarias y ganaderas.

Fueron las plataformas de la provincia de Teruel las que más manifestantes movilizaron el pasado domingo en Madrid. Pero el Norte de Aragón, de histórica tradición reivindicativa, no es ajeno a esas reivindicaciones. Hasta 50 asambleas vecinales, agrupadas como Movimiento por la Dignidad de la Montaña, han convocado una concentración en Jaca el sábado 25 de octubre para oponerse a los grandes proyectos en el Pirineo, para reivindicar una vivienda digna y un turismo sostenible. La Ronda de Boltaña, Alba Mur y Ni Zorra! darán cobertura musical a la protesta.

Uno de esos macroproyectos es el ya aprobado plan de urbanización del ayuntamiento de Benasque para que una sociedad anónima ligada al Grupo Aramon (Montañas de Aragón) promueva en Cerler 2.200 viviendas de precio libre. Benasque tiene empadronados alrededor de 2.400 habitantes y el parque inmobiliario actual es de 3.400 viviendas.

Aramon, participada al 50% por Ibercaja y el Gobierno de Aragón, gestiona la estación de esquí de Cerler donde también se está tramitando una telecabina para unirla con Benasque. Existe una promesa incumplida desde 1964 con los vendedores del suelo de la estación para compensarles con un 10 por ciento del aprovechamiento urbanístico.

En la asociación empresarial del valle repiten que “lo que es bueno para Aramon y la estación de esquí de Cerler es bueno para todos”. Sesenta años después, los empresarios, los antiguos propietarios del suelo, Aramon y el Gobierno de Aragón están satisfechos del acuerdo que para los colectivos y vecinos de hasta 50 municipios reunidos en la Plataforma  en Defensa de las Montañas de Aragón es una gran operación especulativa.

En Benasque y su área de influencia resulta casi imposible alquilar o comprar una vivienda por los desorbitantes precios. Bueno, una precisión que se me olvidaba: como medida compensatoria, el Gobierno de Aragón se ha comprometido a impulsar 29 viviendas a precio asequible. Algo es algo.

En todo caso, el pasado domingo el latido del mundo rural que se siente agredido, acompañado de los bombos del Bajo Aragón, mereció que se le dedicara más atención en el estresante debate público nacional. Como lo mereció el Manifiesto que redactó el escritor Javier Sierra, leído por el mismo, por la ganadera Rosa Arranz y por el divulgador científico Fernando Valladares.

Sierra subrayó que el bienestar y el progreso deben caminar de la mano de la escucha y del diálogo, no de la confrontación, con los habitantes de los territorios despoblados con la obligación previa e imprescindible de que se busque un equilibrio justo y común, y de que se cuide la madre tierra. Y también de que a esos ciudadanos se les tenga en cuenta sin ningún aire de superioridad intelectual. Palabras que suscribo.