La contaminación por ozono repunta en Aragón en 2025 por las olas de calor y afecta a toda la población

El verano más cálido desde que se tienen registros ha traído consigo un nuevo repunte de la contaminación por ozono troposférico en Aragón. Según el informe “La contaminación por ozono en el Estado español durante 2025”, elaborado por Ecologistas en Acción, las dos intensas olas de calor de junio-julio y agosto elevaron las concentraciones de este contaminante a su nivel más alto desde 2019, afectando de nuevo al conjunto de la población aragonesa.

El estudio, basado en los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre en 20 estaciones de medición de la comunidad, constata que todas las zonas de Aragón han respirado aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, aunque sin superar los más laxos límites legales vigentes ni el nuevo objetivo europeo para 2030. El informe identifica la aglomeración de Zaragoza como el principal foco de contaminación por ozono, con el tráfico motorizado como la causa más determinante. Los óxidos de nitrógeno emitidos en el área metropolitana, las emisiones industriales de Figueruelas y, en menor medida, las actividades ganaderas intensivas y las emisiones naturales de los bosques en zonas pirenaicas, contribuyen a la formación de este contaminante secundario.

Durante 2025, la ciudad de Zaragoza ha experimentado un aumento del 139 % en los días que superaron el objetivo legal respecto a la media del periodo 2012-2019, con picos destacados en las estaciones urbanas de Actur, Las Fuentes y Jaime Ferrán. En estas áreas se han registrado entre 60 y 75 días por encima del valor recomendado por la OMS. Por el contrario, el informe destaca una mejora significativa en el Bajo Aragón y el Valle del Ebro, donde las superaciones se han reducido hasta un 77 % respecto a los niveles previos al cierre de la central térmica de Andorra. También se ha registrado una mejora del 38 % en los Pirineos y del 19 % en la Cordillera Ibérica.

“Deficiencias” en la red de medición

Ecologistas en Acción advierte de que la “cobertura de control del ozono en Aragón sigue siendo insuficiente”, tras el cierre de cuatro estaciones vinculadas a la central térmica de Andorra entre 2021 y 2023. El documento señala que “al menos cinco estaciones no alcanzan los mínimos de calidad de datos exigidos” y que la web autonómica de calidad del aire “no publica información completa ni actualizada” sobre algunas estaciones, como la de la Central Térmica de Caspe.

En este contexto, la organización ecologista reclama al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de Zaragoza “una mayor transparencia y accesibilidad en los datos”, así como “una mejora de los sistemas de vigilancia y aviso a la población”. El informe recuerda, además, que “la estación de Calatayud en la Cordillera Ibérica habría excedido en una ocasión el umbral de información, el 28 de agosto, sin que el Gobierno de Aragón advirtiera a la población afectada del riesgo para su salud, como es preceptivo”.

La exposición al ozono troposférico constituye, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, “un problema sanitario de primer orden” que causa cada año entre 2.500 y 10.000 muertes en el Estado español, de las cuales unas 300 corresponderían a Aragón, de acuerdo con las estimaciones del propio informe. El Instituto de Salud Carlos III ha calculado “125 muertes adicionales en Aragón durante el verano de 2025” atribuibles al calor extremo y al ozono.

A pesar de ello, “el Gobierno de Aragón sigue sin aprobar el plan autonómico de mejora de la calidad del aire en cuanto a ozono troposférico pendiente desde hace años”, incumpliendo la legislación ambiental y las sentencias judiciales que obligan a su elaboración. Desde 2014, el Ejecutivo autonómico se ha limitado a remitir al futuro Plan Nacional, todavía sin aprobar, alegando que la complejidad del problema exige “una actuación coordinada a nivel estatal y europeo”.

Ecologistas en Acción considera esta situación “inaceptable” y recuerda que Aragón “sigue siendo una de las siete comunidades autónomas” —junto a Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y País Vasco— “que continúan sin disponer de un plan propio para reducir la contaminación por ozono”, pese a estar obligadas por el Tribunal Supremo desde 2020.

La organización propone un conjunto de medidas estructurales para reducir los precursores del ozono, como disminuir el tráfico motorizado, sustituir disolventes industriales por agua, ordenar el despliegue de energías renovables, desincentivar fiscalmente los vehículos diésel y la aviación y declarar una moratoria a las nuevas macrogranjas en territorios saturados como Aragón. “El repunte del ozono en 2025 demuestra que el cambio climático está agravando la contaminación atmosférica. Sin medidas contundentes, Aragón seguirá respirando un aire dañino para la salud”, concluye Ecologistas en Acción.