David Piquer: “La despoblación es un incendio que nos quema a todos”
David Piquer, valenciano de nacimiento y descendiente de aragoneses, entró a formar parte de la plataforma La Revuelta de la España Vaciada en el año 2020. Sociólogo y Politólogo, vive actualmente entre Zaragoza y la localidad de Camarillas (Teruel). Junto con representantes de toda España, ha coordinado las múltiples concentraciones que de manera simultánea se han organizado en localidades repartidas por los territorios rurales del país para exigir el derecho en igualdad al acceso a una vivienda digna en los pueblos de la España vaciada.
La Revuelta de la España Vaciada organiza cada año una jornada reivindicativa en octubre bajo el nombre “Yo Paro Por Mi Pueblo”. ¿Cuál es el lema y la reivindicación de este año?
Este año el lema central de las reivindicaciones es “Quiero mi hogar en este lugar”. Queremos poner de manifiesto el problema de la falta de vivienda en la España rural que se suma a la combinación de la despoblación causada también por la escasez de servicios, o la falta de oportunidades laborales que aseguren el empleo a quienes quieren vivir en los pueblos.
Desde la Revuelta de la España Vaciada exigimos la creación de un plan de retorno rural, con políticas activas de empleo, vivienda, comunicaciones y ocio, que ayuden a incentivar el retorno de los jóvenes. Además, consideramos necesaria la puesta en marcha de políticas encaminadas al asentamiento de nuevos residentes en territorios amenazados por la despoblación.
¿Cuál es la realidad de la vivienda en los pueblos de Aragón?
Los pueblos están llenos de casas vacías que nadie habita, y que en algunas ocasiones incluso están abandonadas o constituyen un peligro por el mal estado de conservación en el que se encuentran. La rehabilitación de viviendas devolvería su habitabilidad a muchas casas que sufren el abandono de sus propietarios, y favorecería la reactivación económica que los pueblos necesitan.
¿Hay personas que estarían dispuestas a vivir en un pueblo si hubiera vivienda disponible?
Todos conocemos algún caso. Uno en concreto que recuerdo es el de una familia que encontraron trabajo en el pueblo, pero debido a la imposibilidad de encontrar una casa que alquilar se tuvieron que marchar a vivir a la ciudad. Muchas veces las casas son de varios herederos que no se ponen de acuerdo, y otras, son edificios que están casi en ruinas, o deshabitados en el mejor de los casos. En este sentido, sería importante y necesario que los ayuntamientos contaran con ayudas que les permitieran llevar a cabo actuaciones de rehabilitación en ese parque de viviendas ya existente que podría ser puesto en alquiler, en condiciones atractivas, para dar respuesta así a esa importante necesidad de vivienda que hay en los pueblos.
Hablaba anteriormente de la necesidad de poner en marcha “políticas encaminadas al asentamiento de nuevos residentes en territorios amenazados por la despoblación”. ¿Qué deberían tener en cuenta esas políticas que no se esté contemplando?
Para empezar, deberían escuchar a las personas que habitan el medio rural. A veces da la sensación de que la política se hace desde las ciudades sin tener en cuenta la realidad de los pueblos, que es muy distinta. En el tema de la vivienda, por ejemplo, parte de la clase política cree que los pueblos están llenos de casitas, y no se plantean que incentivar la vivienda en alquiler disponible pueda ser tan primordial en los pueblos como en el entorno urbano. Necesitamos un Plan de Retorno, como me gusta llamarlo, que incluya vivienda en alquiler en condiciones atractivas, pero también servicios públicos, infraestructuras, comunicaciones, educación, sanidad, etcétera. Hoy en día, todavía no se hace política pública desde una perspectiva rural.
En este sentido, presentaron una propuesta a nivel estatal ¿Cuál ha sido la respuesta?
Hace dos años, desde la plataforma presentamos un modelo de desarrollo en el Congreso de los Diputados. El Gobierno prometió inversión para el reto demográfico, pero no vemos un plan concreto, no se lo toman en serio y al final la inversión se va a las comunidades autónomas de siempre, y si se invierte en el rural es solo en cuestiones muy localizadas o en renovables, que no son la solución al problema de la despoblación.
También se consiguió incluir, en la Ley de Evaluación de Políticas Públicas, un mecanismo de garantía rural para que todas las políticas públicas tengas perspectiva rural, y hay que hacer un seguimiento de cómo se está haciendo eso.
Este sábado se han convocado movilizaciones en todas las localidades rurales de España que se han querido adherir a la reivindicación de vivienda en alquiler en los pueblos. ¿La gente responde a estas llamadas?
Sí, la verdad es que la respuesta es muy buena. Hay personas que creen que hay un tema político detrás de las plataformas, pero al final la gente se termina uniendo a la movilización porque los problemas del mundo rural son comunes a todos. El salto político de estos movimientos es posterior al movimiento social, son cosas distintas, y el movimiento social sigue vivo y eso está patente cada vez que vecinos y vecinas de todas las condiciones; jubilados, profesionales de mediana edad, hombres, mujeres, y en los últimos años cada vez más personas jóvenes, salen a las calles para pedir y proponer soluciones que les permitan a todos cumplir un deseo común: quedarse a vivir en sus pueblos.
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