El monstruito

Este lunes, 25 de noviembre, el Ayuntamiento de Madrid no apoyará la declaración contra la violencia machista por primera vez desde 2004, año en que se aprobó la Ley Integral contra la Violencia de Género (LIVG).

Desde Ciudadanos han intentado desmarcarse de la negativa de Vox a apoyar la declaración institucional con estas palabras, según contaba El País:

Lo confirman fuentes de la Concejalía de Familias, Igualdad y Bienestar Social, con Ciudadanos al frente: "Estaba claro que eso no iba a pasar, Vox se ha desmarcado desde antes de llegar aquí de estos asuntos. La posibilidad de que sucediese era una pura ilusión". Dichas fuentes aseguran que han intentado el acuerdo, "pero se niegan hasta a contestar a los mensajes".

Se olvida Ciudadanos, y también el PP, de que son ellos quienes han permitido que Vox tenga voz y voto. De que, como ellos mismos confiesan, esto podía pasar y ha pasado. Pero tienen la indecencia de comunicarlo como si se tratara de un tsunami, una catástrofe natural inesperada contra la que no se puede hacer nada. No, señores, ustedes son tan responsables como sus socios de Gobierno. Es gracias a ambos partidos, PP y Cs, que este 25 de noviembre se den pasos atrás en una lucha que nunca les ha importado lo más mínimo aunque la hayan utilizado constantemente para hacer campaña.

Echarle la culpa al ultra mientras le tiendes la mano allí donde puedes es tan irresponsable como hipócrita. Tampoco es nada nuevo viniendo de estos partidos, que son quienes nos han metido el problema es nuestras casas.

El error que han cometido y siguen cometiendo el Partido Popular y Ciudadanos es pensar que solo estaban perjudicando a las personas ya precarizadas, discriminadas y violentadas. Pensaban que el monstruito solo podía morder a sectores que a ellos no les interesan lo más mínimo, pero no: si le das de comer como ellos lo hacen, el monstruito crece, se alza y te muerde la mano. Quizás a Ciudadanos le parece que haberse quedado con 10 diputados no es un gran mordisco, quizás piensan que todo se puede arreglar. Al fin y al cabo son liberales cuyo lema parece sacado de una taza de Mr. Wonderful: “Imposible es solo una opinión”. Quizás sea por esa forma de pensar positiva y ajena a la realidad que siguen alimentando al bicho sin dejar de sonreír. En el PP no se llevan tanto los mensajes de Mr. Wonderful, pero algo constante en ellos es creer siempre que por tener experiencia gobernando ya se es eterno.

No sería nunca tan inocente de pedir a Cs y al PP que aíslen a la ultraderecha por el bien de la ciudadanía, porque soy consciente de que no entendemos lo mismo por “ciudadanía”. Ya han demostrado a quiénes se deben y a quiénes no: la mayoría del país somos un ente ajeno al que aplastar con sus políticas en beneficio de los grandes poderes.

Pero sí hay que recordar al PP que su partido está tan cerca ideológicamente de Vox como lo están sus votantes. A Ciudadanos le salieron mal los cálculos, solo hay que sentarse a esperar para ver cómo les salen a ellos. Parece claro que en las elecciones de los últimos diez años (seis elecciones generales), la derecha no sobrepasa nunca los 11 millones de votos. La llegada de Vox no ha supuesto ningún crecimiento de la derecha, sino un trasvase de votos dentro de la misma. Y si todo sigue como hasta ahora, cualquier posible subida de Vox ya no podrá ser a base de morder a Cs. Al monstruito solo le quedan los votantes del Partido Popular.

Por primera vez, como decía, desde la creación de la LIVG, están forzándonos a dar pasos atrás a las de siempre. Somos las que más tenemos que perder, junto a los sectores olvidados por PP y Cs, pero no las únicas, señores. La diferencia es que ustedes serán devorados por elección propia y nosotras vamos a seguir luchando para que el monstruito no nos ponga siquiera una mano encima.

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