A vista de pájaro: como dioses que pudiéramos ver la magnitud de nuestro crimen. O cara a cara: como el verdugo que fija los ojos en la pupila de su víctima. O escondidos entre los matorrales, como voyeurs de la vergüenza. Así son los planos en Dominion. Solo que detrás de esas miradas hay objetivos de justicia militante: los de las cámaras que son testigo de cargo y los de quienes –ocultos, infiltrados, clandestinos, enviados especiales al infierno- las han llevado ahí para avanzar con ellas en la liberación de los animales que enfocan. Objetivos para desvelar el secreto que celosamente guardan las industrias basadas en la explotación animal: que esconden el infierno en la Tierra. Mataderos que se dirían platós de cine gore (Coetzee dice que que deberían ser de cristal y estar en el centro de las ciudades), granjas que son hileras de barracones en terrenos asolados de purines, camiones con cuerpos amontonados que recuerdan los peores capítulos de la historia humana, estructuras metálicas que oprimen cuerpos que se agitan inquietos, la dureza de las rejillas como único sostén para apoyarse y descansar.
La dominación del débil, del diferente, del otro es el tema del documental Dominion, que El caballo de Nietzsche y Capital Animal han presentado en Cineteca de Matadero Madrid. El espurio derecho a ejercer control, poder, autoridad sobre los demás, incluso por la fuerza. Todo ello desde la convicción de una superioridad que es la esencia del supremacismo. Por eso el especismo se configura como un sistema semejante al del racismo y el sexismo: sobre la idea de que los otros animales, los individuos de otras especies, son inferiores al animal humano, por lo que nosotros tenemos derecho a tratarlos como convenga a nuestros intereses y a usarlos para nuestros propios fines, sin atender a su sensibilidad y a sus necesidades y, lo que es más y peor, provocándoles indecibles sufrimientos.
Chris Delforce, guionista y director de Dominion, que es activista en defensa de los animales, dice que su vida cambió cuando vio en 2005 el documental Earthlings (Terrícolas). Les sucedió a miles de personas en el mundo. Yo fui una de ellas. Su director, Shaun Monson, ha coproducido Dominion trece años después. Su contenido es continuación y ampliación del de Earthlings, es decir, las numerosas formas en las que los otros animales son utilizados y explotados, centrándose en las seis principales interacciones con violencia a las que son sometidos por los humanos: como animales de familia, en la vida silvestre, destinados a la investigación científica, usados como entretenimiento, considerados como ropa y tratados como productos para la alimentación.
Pero desde entonces las posibilidades técnicas han evolucionado tanto que la calidad de las imágenes conseguidas en Dominion llega a ser extraordinaria. Los drones, explica Delforce, “ofrecen una perspectiva completamente nueva de estas industrias: por primera vez podemos apreciar verdaderamente su escala aterradora y la forma en que la granja tradicional ha sido reemplazada por estas enormes filas de fábricas idénticas. Podemos pasar de enfocarnos en un animal individual, con su propia personalidad, a un plano amplio de un feedlot o saleyard donde miles de estos individuos se agrupan como meras unidades de producción y sus identidades individuales se pierden o no se distinguen”.
Están, por otra parte, las imágenes conseguidas con cámaras ocultas colocadas en granjas y mataderos, que nos permiten ver el comportamiento de los trabajadores con los animales cuando creen que no son vistos: se burlan de ellos, que están aterrorizados, les faltan al respeto, los patean, golpean, empujan, incluso cuando ya están heridos, enfermos, con las patas rotas, los lanzan como fardos sin el más mínimo miramiento. Conseguir esas imágenes comporta un alto riesgo personal para las personas infiltradas que realizan la investigación.
El documental es producto de años de investigaciones encubiertas realizadas por la organización australiana Aussie Farms (cuyo objetivo es forzar la transparencia total en las industrias que dependen del secreto y el engaño, y apoyar y capacitar a activistas y organizaciones en su esfuerzo individual) y fue rodado principalmente en Australia, aunque ha contado con la colaboración de numerosas organizaciones y colectivos de todo el mundo con secuencias de sus investigaciones: Mercy for Animals (Estados Unidos), Animal Aid (Reino Unido), Igualdad Animal (México), PETA (Estados Unidos), Viva! (Reino Unido). Cabe destacar la inclusión de imágenes procedentes del proyecto Filming for Liberation (España), cuyo trabajo publica con asiduidad El caballo de Nietzsche. Estos investigadores son enviados especiales al infierno y nuestra gratitud siempre será infinita.
El actor Joaquin Phoenix, que ya puso su voz para narrar Earthlings, lo hace nuevo en Dominion junto a la actriz Rooney Mara. La pareja es activista por la liberación animal.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
