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Juan Vallejo: “El Paiju ha sido de lo más complicado y muy expuesto, pero no lo más expuesto”

De izquierda a derecha: Juan Vallejo, Alberto Iñurrategi y Mikel Zabalza (Col. WOPeak 2014).

José Luis Mendieta

El Pilar Sur del Paiju, en la característica montaña que abre la puerta del Baltoro (Karakórum, Pakistán), tiene su primera vía conocida. Una actividad impresionante en sí misma por su exploración, compromiso y dificultades serias a pesar de no alcanzar la cumbre de la montaña. Entramos en algunos detalles con Juan Vallejo, autor del artículo que aparece en el número de octubre de Campobase sobre esta escalada realizada por la cordada himaláyica habitual que forma con Alberto Iñurrategi y Mikel Zabalza.

¿Qué significa el nombre de vuestra vía (2t)?

Es un poco lioso, la verdad, es como llaman cariñosamente a Jon, hijo de Mikel Renteria (el alma e impulsor de WOP, y quien sin quererlo ha sido el culpable de que WOP surgiera debido a su enfermedad). Jon, Jontxu y de ahí a Txuti (2t pronunciado en inglés). Así le llaman en casa y nos pareció un bonito detalle para con él, una muestra de afecto para un chaval estupendo y un gran luchador que de la noche a la mañana se ha visto postrado en una silla de ruedas por una cruel enfermedad.

Sobre vuestra colaboración con la Fundación WOP (Walk on Project) http://www.walkonproject.org, ¿cómo es esta iniciativa para luchar contra las enfermedades neurodegenerativas?

Bueno ellos ya tenían un proyecto para subir montañas antes de conocernos, y querían ir quemando etapas subiendo picos de diferentes alturas hasta llegar a un ochomil. Y en esa labor de llegar a la gente y que esas enfermedades y su lucha fueran más conocidas, creyeron que sería una buena idea apoyar actividades como la nuestra, se sentían totalmente identificados con los valores que ellos veían en nuestras forma de escalar: espíritu de equipo, superación, solidaridad, etcétera y llegar a un acuerdo de colaboración fue facilísimo.

Este año, después de los asesinatos del Nanga Parbat, algunas cordadas desistieron viajar a Pakistán. ¿Por qué decidisteis seguir adelante y cómo percibisteis la situación allí?

Evidentemente los atentados del Nanga han frenado de manera importante la afluencia de “trekinistas”, turistas... Apenas vimos grupos de trekking por el Baltoro. No así la de expediciones, creo que había un número muy parecido al del año pasado. Supongo que es fácil de entender: alguien que va de vacaciones no se la va a jugar en un lugar donde no va a sentirse seguro y opta por cualquier otro destino. En cambio, y aunque también le dimos un par de vueltas antes de decidir volver, el perfil de escalador creo que es bastante diferente. Normalmente ya conoce el país y sabe que una vez en la montaña va a estar seguro, aunque vimos que no tanto en el caso del Nanga. Quizás es que somos un poco más inconscientes de lo normal y pese a todo optamos por ir, pero como digo no sin ciertas reservas, porque hubo gente que finalmente optó por no ir en el último momento pese a tener la expedición ya planeada, así que ha habido un poco de todo a este respecto.

Además, la tensión era palpable tanto en Islamabad como en la carretera. Lo sé porque no conseguimos ir en avión, y tuvimos que viajar por la Karakorum Highway escoltados un buen trecho del trayecto, aunque una vez ya en Skardú, como casi siempre, todo estaba ya mucho más relajado y no se percibía ya ese ambiente enrarecido.

Entre tus otras montañas escaladas o intentadas, ¿en qué punto colocarías el Paiju Peak?

Técnicamente hablando ha sido de lo más complicado que he realizado en altura, y bastante expuesto en cuanto a peligro por caídas de hielo y piedras. Pero en cuanto a exposición real y compromiso creo que estos últimos años hemos rozado bastante más el larguero en actividades como la travesía del Broad, el primer intento al Hornbein [Everest], el Nuptse, el Gasherbrum 4… Escalar en estilo alpino en altura y rutas de cierta dificultad, creo que es la actividad más comprometida que se puede afrontar. Aquí los largos han sido más exigentes pero en todo momento bien atados a una reunión y por ello con menos posibilidades de irte al suelo. Pero bueno, cada actividad tiene lo suyo y es complicado e injusto comparar.

¿Cómo se baja con un hombro en malas condiciones [finalmente no era fisura sino fractura y en el momento de esta entrevista Juan aún está rehabilitando] especialmente cuando es una ruta que tienes que rapelarla entera, que no basta bajar andando o con algún rápel ocasional?

Lo primero decir que en este tipo de rutas el hecho de ir tres personas es un seguro de vida, no solo para repartirte el trabajo sino para estos imprevistos. Si tienes un accidente grave y solo cuentas con tu compañero, la cosa puede ponerse fea pero cuando vas en cordada de tres todo en mucho más fácil. Además el día de bajada tuvimos un tiempo excelente y esto también ayudó bastante. Exceptuando dos travesías en las que las pasé mal, el resto de rápeles eran bastante rectos y verticales y bajando en último lugar con todo bien puesto pues la cosa fue relativamente bien. Además me lesioné el brazo izquierdo y eso también ayudó.

No ha sido tu peor descenso de una montaña…

No, ni mucho menos, no sentí en ningún momento que estuviéramos en auténtico peligro. Fue lento pero seguro. Además mi lesión nos obligó a tirar todo el peso en los petates y así pudimos bajar más rápidos y seguros.

El mismo descenso el año anterior, desde más abajo y condiciones físicas perfectas, fue muchísimo más comprometido debido al mal tiempo.

Dos años empleados en este objetivo, ¿lo consideras bien invertido al ser, como explicas en el artículo, el costo del alpinismo de exploración? Las posibilidades de tener éxito son tan bajas que la mayoría prefiere menos aventura.

Para empezar decir que hemos regresado más que satisfechos con lo que hemos hecho. Cuando llegamos a ver lo que nos quedaba hasta la cumbre real y el terreno que era, no tuvimos ninguna duda de que ésa no era la ruta para alcanzar la cumbre principal. No tiene sentido ir a esa cumbre por allí, es demasiado expuesto. Por supuesto no es imposible, pero creímos que ya habíamos acabado nuestra tarea en la cumbre del pilar, que por otro lado es una cumbre con mucha personalidad y muy diferenciada de la principal. ¿Qué hubiera sido mucho más elegante acabar la vía en la otra cumbre? Por supuesto pero, bueno, no nos dio para más y estábamos muy cansados. Además ya casi lo habíamos decidido el día anterior y con mi accidente por medio era ya forzar mucho la situación.

Sobre el hecho de que intentar este tipo de actividades reduce mucho las posibilidades de éxito, es evidente, pero la satisfacción cuando lo consigues supera con mucho las frustraciones de los fracasos.

Volvéis con un sabor agridulce sin la cumbre-cumbre pero sí con la cumbre de un pilar muy impresionante. ¿Consideráis la vía acabada o inacabada?

La ruta que hemos escalado llega al Pilar Sur (6.100 metros), eso está claro. No asciende hasta el Paiju Peak (6.610 metros). Pero, como decía antes, para nosotros es una gran ruta que escala una gran pared a una altura considerable de la que además estamos muy orgullosos. En ningún momento hemos considerado un fracaso el hecho de no llegar a la cumbre principal. Son las reglas de juego en la alta montaña y en este caso para nosotros ha sido un éxito. Con esto no quiero decir que nos tengan que hacer la ola y que para alguien visto desde fuera pueda ser un fracaso.

Además, nosotros hacemos montañas para nosotros y no esperando reconocimiento ajeno. Pero en la medida que las hacemos públicas aceptamos que la gente las valore como considere oportuno y no nos molesta si no coincide con nuestra visión, siempre que sea desde el respeto y con un mínimo de conocimiento de lo que se habla.

Creéis que nadie va a ir a repetir la vía debido a su peligrosidad, además parece que la desaconsejas para ir desde ella hasta la cima. ¿Y si aún así alguien quiere ir?

Bueno creo que eligiendo las condiciones puede ser una escalada razonablemente segura. Además, con información, creo que la vía puede ser escalada en un tiempo bastante inferior al que hemos empleado en la apertura por lo que no creo que sea una locura plantearse ir hasta la cumbre. Eso sí, desde la cima del pilar quienes quieran subir a la cumbre necesitarán seguramente toda una larga jornada en un terreno bastante expuesto.

Creo que hizo bastante calor y por eso se soltaron bastantes más piedras de lo que esperabais (es decir: buen tiempo son peores condiciones).

Bueno, creo que fue un fenómeno bastante local. Encontramos la pared con bastante más hielo que el año anterior, suponemos que por un invierno más duro o quizás algún periodo de mal tiempo más largo de lo usual, lo que produjo que cuando llegó el buen tiempo todo ese exceso de hielo que colgaba de la pared cayera con el consecuente peligro para nosotros. Paradójicamente, cuando el tiempo era peor o nublado prácticamente no caía nada, de ahí que el buen tiempo era sinónimo de peligro cuando estábamos en la pared.

El año pasado comenzamos a escalar con una pared mucho más seca desde el principio y quizás por eso no percibimos tan claramente ese peligro.

Llevas yendo muchos años al Himalaya y Karakórum, ¿algún signo significativo del cambio climático que señalar, de su influencia en la población, en las montañas?

Bueno aunque ya empiezan a ser muchos años visitando el Himalaya, casi demasiados (risas), personalmente no soy capaz de apreciar nada del evidente cambio climático más allá de las huellas en glaciares que cada vez son más pequeños también aquí, y se pueden ver esas marcas de las morrenas cada vez más alejadas de los glaciares. Creo que a escala humana es difícil apreciar nada aquí, ya que las dimensiones son infinitamente más grandes que en pequeñas cordilleras como los Pirineos donde todo es más fácil de ver.

Vuestro siguiente proyecto, el Jannu, uno de los grandes iconos del alpinismo técnico en altura y de dificultad con mucha historia e historias ¿Cuál es vuestra idea en cuanto a ruta y estilo?

Tenemos que definir todavía ruta, y el estilo irá ligado a la dificultad de ésta. Pero la idea es intentar hacer algo bonito y sobre todo que nos motive. Creemos que es una montaña que ofrece bastantes posibilidades para hacer una actividad interesante.

2t (Txuti) 1.650 m, A3, 6b, M5, en el Pilar Sur del Paiju (6.100) fue concluida por Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza entre el 18 y el 27 de julio de 2014 después de una primera exploración en 2013. Artículo completo en revista Campobase nº 125.

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