Victoria al peso en el estreno en el Heliodoro
El Tenerife ganó 3-0 este duelo de gallos anticipado con la pegada de los que se saben superiores y el fútbol directo que dejó en un ejercicio solo efectista la propuesta del Mérida. Duermen líderes los blanquiazules tras un segundo capítulo —de vuelta a este Heliodoro de asientos remozados y estética del siglo— en el que los que se asomaron por primera vez el once no defraudaron y la nueva comparecencia de Noel López como extremo derecho alternativo se saldó poniendo el pase del último gol.
Cervera cambió lo justo respecto del debut en Guadalajara. El lateral izquierdo, obligado por la lesión de Marc Mateu, y el extremo derecho apostando por Alassan tras recuperarse de la dolencia que le dejó en tierra una semana antes. Para lo demás, los que apuntan a titularísimos en lo que las tarjetas o la condición física no pasen factura. Con eso y sin cambios antes de que De Miguel firmara su segundo acierto y abocara el partido a la victoria plácida que fue, el Tenerife se reveló brillante, eficaz a su modo, en lo que el Mérida tanto agradaba a la vista como no le aparecía un remate comprometido —ni uno en toda la noche— para Dani.
Le dio a los blanquiazules con la fiabilidad para ensuciar el último pase del rival y para hacer daño con la misma cadencia que en Guadalajara. Cuando tuvo la mínima, marcó, así el zapatazo de De Miguel para el temprano 1-0, un disparo en carrera desde treinta metros que agarró al portero confiado hasta que el bote del balón le devolvió a la realidad de estos lances que exigen más pericia que vista.
El estreno de De Miguel llegó de la primera oportunidad en la que el Tenerife se vio jugando a campo abierto, superados los medios y los defensas reculando. En esta situación en la que tanto cunde el fútbol de Cervera, la resolución de su segundo delantero anticipó lo mucho que le pueden rentar las dimensiones del Heliodoro y la acústica del Estadio con el viento a favor, dos factores que achicarán a más de un equipo y que De Miguel ya ha podido comprobar.
Hasta lo del 1-0, y luego también en lo que le duraba el fuelle, el Mérida propuso fútbol a la corta, un toco y voy muy aseado a la espalda de Aitor Sanz y Juanjo que se tropezó con la fiabilidad de Álvaro y Landázuri, cuando no con la inocencia de Álvaro García, que salió mal retratado de su duelo con el primero. Tener la calidad de Carlos Doncel para jugar con el balón pegado al pie —el dominio del medio juego sin más— fue una perdición para el Mérida ante este Tenerife que se puede permitir más fallos que aciertos en la definición porque, ahora sí, va marcando a pares o a tríos.
Pudo hacer el 2-0 Alassan en otra caída al espacio que el citó con Adrián en un cara a cara que le duró demasiado el canterano. Tanto esperó a decidir la resolución que acabó encimado por el portero cerrándole los ángulos, obligado a un remate fofo y al cuerpo que no le hizo justicia al partido cumplido que completó, veloz en las carreras, directo para ponerla al área.
Por encima de Alassan —en un desempeño coral igualmente loable que volvió a personalizarse en el incombustible Juanjo— anduvieron este De Miguel dotado tanto para el remate como para ganar las disputas como para descargar con pases, quiebros y taconeos. Lo de esta noche presagia que esto de jugar con dos delanteros iguales tan impropio de Cervera acabe en cambio de gusto. Su sintonía con Gallego —rehabilitado con el gol, entregado el Heliodoro a su constancia aquí y allá, el primer central en el balón parado y el ariete definitivo en el caramelo que le regaló Noel López para el 3-0— va camino de ser total, sacando a los centrales de sitio o viniendo a apoyar la salida tras recuperación.
Una coda necesaria para lo de Nacho Gil. En lo del Trofeo Teide, contra Las Palmas, pudo parecer —que no— menos jugador de lo esperado. Todo lo contrario, en el punto de forma en el que anda será definitivo para el Tenerife, más cuando aproveche la inmensidad del Heliodoro y pueda desplegarse como este sábado: hábil cuando la conduce al pie, rápido para ganar balones divididos al espacio o venenoso en los saques de esquina a la corta. Trasunto mejorado de aquel Jairo que no triunfó en la Isla, tiene una sexta velocidad que es oro para esta penitencia de nueve meses que tan bien ha comenzado.
CD Tenerife: Dani; David (César, min. 90+2), Álvaro González, Landázuri, Zoilo; Alassan (Noel López, min. 65), Aitor Sanz (Javi Pérez, min. 90+2), Juanjo, Nacho Gil; De Miguel (Fran Sabina, min. 90+2) y Enric Gallego (Calavera, min. 81).
Mérida AD: Adrián Csenterics; Pipe, Lancho (Domínguez, min. 66), Gaizka, Vergés; Raúl Beneit Martín Solar (Miki Muñoz, min. 84), Víctor Corral (Benny Dibrani, min. 66); Chiqui (Rodrigo Pereira, min. 84), Álvaro García (Miguel Capi, min. 84) y Doncel.
Goles: 1-0, min. 11: De Miguel. 0-2, min. 61: De Miguel. 3-0, min. 73: Enric Gallego.
Árbitro: José María Aranda Delgado (Comité Andaluz). Amonestó a los visitantes Lancho (min. 56) y Domínguez (min. 90).
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo I de la Primera Federación 25-26. Estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 14.401 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por los exjugadores del CD Tenerife Marcel Sabou, Monsi y Juan Padrón, además de por los abonados blanquiazules fallecidos durante la temporada 24-25. El graderío estrenó asientos.
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