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“La cultura es el lugar más seguro que te puedes encontrar de la puerta de tu casa para fuera”

20 de diciembre de 2020 19:40 h

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Miembro de la compañía de teatro Abubukaka creada en el 2006 en Tenerife, Víctor Hubara junto con sus compañeros Carlos Pedrós, Amanhuy Cala y Diego Lupiáñez, pasó estos días por La Palma para participar en el Festival juvenil PibiFest de Los Llanos de Aridane invitados por la asociación Cultural Karmala Joven y en el que realizaron una masterclass y una actuación con un remix de sus sketch desde sus inicios hasta ahora que denominan Lo mejor de lo peor.

Abubukaka nació a principios de la anterior crisis económica, ya son 14 años en los escenarios, plazas al aire libre y en los últimos tiempos, también en las redes sociales. Justo en esta crisis vuelven a dar un paso más y se arriesgan con la apertura de un negocio en la ciudad de La Laguna, tienda, academia, sala de exposiciones, laboratorio creativo, todo esto y más en dos plantas de un local de la calle Heraclio Sánchez.

 

En los tiempos que corren me parece importante conocer tu opinión y por ello abro entrevista con esta pregunta: ¿la cultura es segura?

Sí (pausa de unos segundos). La cultura es segura, alrededor de esta industria trabajan y comen muchas familias que se ocupan y preocupan por continuar con su trabajo y entre todos hacemos una labor minuciosa para que se pueda trabajar con seguridad y disfrutar con tranquilidad. La cultura es el lugar más seguro que te puedes encontrar de la puerta de tu casa para fuera. La reducción de aforos, los controles de temperaturas, las distancias de seguridad, las pruebas que nos hacen a los que nos desplazamos, hacen que los espectáculos, eventos, exposiciones, sean ambientes seguros. Hace unos meses nos planteamos crear espectáculos para representarlos en los aviones o en las guaguas y barcos. Eran los únicos lugares donde se permitía esa conglomeración de personas, menos mal que pronto se dieron cuenta y permitieron trabajar a un importante sector de la población y nos ha reforzado. Quizás hayamos perdido en cantidad de público que nos venía a ver, pero nos ha servido para reinventarnos y llegar al resto nosotros. Así que sí. La cultura es segura y en este tiempo se ha demostrado.

Abren tienda en La Laguna en el momento en el que por desgracia mucha gente cierra.

Nosotros nacimos en otra crisis bastante fuerte en el 2006 y ahora volvemos a ser más suicidas todavía, montando una tienda de Abubukaka y una academia también. Creemos que es el mejor momento para hacerlo, a lo mejor no, (risas) pero hay que apostar y hacerlo, aunque el trabajo sea el triple, esa experiencia que nos llevamos para los momentos más dulces y si caemos, caemos con el equipo entero habiéndolo intentado. En épocas de crisis es cuando surgen ideas, oportunidades y estamos todos juntos en esto y nos sentimos fuertes para que venga lo que venga. Nos dedicamos al humor y sea como sea tenemos que darle la vuelta a los sentimientos angustiosos que nos rodean y seguir viviendo mientras se pueda.

¿Por qué los jóvenes?

Siempre surge la misma reflexión cada vez que terminamos un encuentro con jóvenes de cualquier sitio. Hay muy poca gente que organice cosas para los pibes, para la gente joven de ese tramo de edad y creo que se necesita porque necesitan conocer el trabajo que aquí se realiza y tener referentes cercanos que se acerquen a su estilo de vida. Evidentemente ellos han nacido en un mundo de internet y nuevas tecnologías global al alcance de todos, pero no conocen lo que se hace en las islas, ni los artistas de aquí. Estos eventos son una muy buena oportunidad para que ellos tengan acceso a un cara a cara que los anima a conocer los múltiples y variados artistas que estas islas ofertan. Acercar al público joven a las diferentes disciplinas que aquí se trabajan nos permite crear cantera y afianzar al mismo tiempo al público futuro que vendrá a ver nuestros espectáculos. Es visión de futuro, todo lo que se haga con ellos es plantar una semilla que recogerá sus frutos en pocos años. Por eso es muy importante comenzar desde estas edades que, aunque para muchos no se tenga en cuenta y la oferta sea escasa, es fundamental para que la rueda cultural siga funcionando.

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