El manto y saya no sólo se utilizaba para ir misa

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Los aridanenses nos identificamos, con profundo sentimiento, con la indumentaria tradicional de manto y saya, y más en estos días de La Patrona, Nuestra Señora de los Remedios. Coinciden en estos días el lucir la indumentaria oficial asumida desde hace décadas por la Corporación municipal. Los aridanenses desde hace generaciones la consideremos patrimonio cultural material de Aridane.

No comparto la opinión de que la indumentaria o vestido de Manto y Saya en la isla canaria de La Palma se usara solamente para las solemnes funciones religiosas en los templos, como resaltan lamentablemente investigadores actuales y en repetidas ocasiones.

Las llamadas tapadas, con manto y saya, lo vestían en la mayoría de las veces para ocultar su identidad debajo del manto, quedándoles al descubierto un ojo. La mujer reservaba el anonimato.

Este argumento lo corrobora el trabajo del profesor Jesús Pérez Morera cuando resalta que, en el inventario del año 1642 del Santuario de Las Nieves, Santa Cruz de La Palma, hablando de la donación de una joya donada a la Virgen consta: “una poma de oro de filigrana con tres calabacillas pendientes, no se sabe quién la dio porque la dio una tapada a un clérigo que la diese”, (La torre. Homenaje a Emilio Alfaro Hardisson, 2005.). Esta “poma de oro” hoy se desconoce su paradero.

En 1678 tuvo lugar un robo en el joyero de la Virgen de las Nieves, patrona de La Palma. Se recuperaron parte de las joyas y entre ellas una cruz de oro que tenía esmeraldas y perlas. Al parecer las adquirió el mercader holandés Isaac de la Puente quien declaró, ante del juez eclesiástico, que había pagado 200 reales a una mujer no identificada “porque estaba tapada”, según recoge el profesor de ULL Pérez Morera en el trabajo: Imperial Señora Nuestra. El vestuario y el joyero de la Virgen de las Nieves (2010).

Las tapadas, con manto y saya, era una costumbre generalizada en toda la isla. Consta en las cuentas del Santuario de Nuestra Señora de las Angustias (Los Llanos de Aridane) que en el año de 1767 “Dio una tapada 3 de plata de limosna”. Es decir, el donativo de plata, posiblemente reales, de la devota fue anónimo y la devota cubrió su rostro con el manto o segunda saya o falda.

Los tres ejemplos nos vienen a decir que la tapada, con manto y saya, lo lucían las mujeres cotidianamente para ocultar su identidad. Aunque no dudamos que también lo pudiera usar para participar en los oficios religiosos, pero de ninguna manera de manera exclusiva para gozar misa. 

*María Victoria Hernández Pérez es cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009).

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