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Andrés García: “El CIE es un dispositivo de racismo institucional”

El abogado Andrés García Berrio. / ENRIC CATALÀ

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

Andrés García Berrio es abogado y miembro de Iridia - Centro por la Defensa de los Derechos Humanos, además de activista en la campaña por el cierre del centro de internamiento de extranjeros en Cataluña, llamado Zona Franca.

Su lucha, junto a muchas otras personas en Cataluña y en el resto del estado, es por los Derechos Humanos y una parte fundamental de esta causa se encuentra en reclamar el cierre de los centros de internamiento de Extranjeros.

Este miércoles, en el día contra los CIE, ha ofrecido una charla-coloquio en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, donde además se ha proyectado el documental '23:30 Una historia cautiva'.

¿Qué es un CIE?

Es un centro de privación de libertad que se utiliza para contener a las personas que están a la espera de que se produzca una deportación por un tiempo máximo de 60 días. 

Esto sería desde una descripción legal. Desde mi punto de vista en el fondo el CIE es un dispositivo de racismo institucional a través del cual se priva de libertad a personas migrantes por el hecho de serlo, generando un dispositivo excepcional. En el fondo es una anomalía democrática.

¿Por qué nace el 15-J como día contra el cierre de los CIE?

Nace con el objetivo de generar un día en el que todo el mundo en todos lados trabajara por visibilizar y denunciar la existencia de los CIE y el objetivo del cierre de los mismos. Es una buena experiencia porque permite poner en diferentes lugares la realidad local, pero conectada con las otras partes del estado.

Este año se han sumado otros colectivos de otros países, como Italia, y poco a poco nos vamos conectando para poder lograr los objetivos de forma mucho más coordinada.

Llevas mucho tiempo luchando por el cierre del CIE de Zona Franca en Barcelona ¿Podrías explicar la situación que se está viviendo allí?

En Barcelona la situación es compleja porque hay un proceso de movilización social muy fuerte y el litigio estratégico llegó a poner al CIE en jaque, ya que más de 50 entidades se sumaron a una plataforma muy amplia por el cierre del mismo. Esto se tradujo en una resolución del Parlament de Catalunya con una apoyo superior a los dos tercios, lo que significa que hay una mayoría que se posiciona a favor del cierre de los CIE. También se posiciona el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona.

En ese contexto, después de una serie de actuaciones, el juez de control del CIE emite una orden hace dos años para hacer obras, lo que significaba cerrarlo. Y desde entonces se ha iniciado un proceso de amplificación del apoyo social, tratando de lograr que no se reabra y respetar una decisión democrática.

El 5 de noviembre cierra y anuncian su repatertura para el día 16 de junio. Nos ponemos manos a la obra, hacemos una manifestación y de repente el tema vuelve a estar en el candelero y en ese contexto el Ministerio del Interior argumenta que “por problemas técnicos van a retrasar la apertura”. Nosotros tenemos claro que no son problemas técnicos, sino que se trata de una victoria, de nuevo, de las bases, para lograr su cierre.

De momento esta semana no se reabre y veamos qué ocurrirá.

¿Qué se propone como alternativa al cierre de los CIE?

En el caso de que se cierre el CIE, en primer lugar no se debe privar de libertad a una persona por no tener su situación regularizada y a partir de ahí lo que entendemos es que de alguna manera cerrar el CIE ha de llevar un cambio de paradigma en la política migratoria. Parece que hay una sensación de que si se cerrara la política migratoria quedaría como loca, como sin control. Y no es así, no es cierto.

Nosotros dijimos en el Parlament de Catalunya que si se cerrara el CIE no pasaría absolutamente nada, salvo cuestiones positivas. Y así ha sido en estos ocho meses que lleva cerrado.

De lo que se trata también es de abordar todas las situaciones de las devoluciones exprés. Lo que no puede ser es que el 60% de las deportaciones en el conjunto del estado se hayan producido en 72 horas sin control jurisdiccional y sin garantías.

De alguna manera se han de asegurar esas garantías y en el fondo de lo que se trata es de preguntarse si es respetuoso con los Derechos Humanos, eficaz y eficiente llevar a cabo toda una política de deportaciones forzosas de personas que pueden llevar viviendo en España mucho tiempo.

¿La sociedad civil es consciente de esta situación o hay mucho desconocimiento?

Creo que cada vez hay más conocimiento. También creo que en aquellos lugares en los que se han visibilizado más por los medios de comunicación se ha logrado un mayor conocimiento, pero en otros lugares el desconocimiento es mayor.

Yo creo que estamos en un buen momento en este aspecto sobre todo desde los apoyos a los refugiados y noto cómo en España la gente está viendo que las políticas de inmigración y en materia de asilo han de cambiar. Es el horizonte al que estamos caminando.

¿Conoce la situación en Canarias en relación a este tema?

La conozco relativamente. Sé que hay un CIE que ha estado un tiempo cerrado y se ha reabierto. Sé que la personas cuando llegan a Canarias están en tránsito tras alcanzar las Islas en algún tipo de embarcación, ya que se ha reactivado esta ruta migratoria.

Uno de los objetivos de este viaje que hago en el día del 15-J a Gran Canaria es estrechar lazos entre el trabajo que estamos haciendo en otros lugares y en Canaria. Porque es fundamental que todos los nodos estén fuertes y juntos.

¿Se puede lograr el cierre de los CIE?

Estoy convencido de que tarde o temprano lo vamos a lograr porque creo que estamos consiguiendo muchos avances. El objetivo a veces estás más lejos o está más cerca, pero en definitiva creo que vamos a lograrlo.

En enero de este año usted salió en varios medios de comunicación tras ser la primera persona en Cataluña denunciada por la Ley Mordaza. ¿Qué ocurrió y en qué ha quedado todo?medios de comunicación

En Cataluña llevábamos mucho tiempo en contra de esta ley, con movimientos en contra desde la sociedad civil. Yo fui una de las personas que animó a generar todo eso y a recibir la ley con movilizaciones en contra. Y en una manifestación en frente del CIE se me acerca un policía para decirme que me aleje de una persona que estaba siendo atendida médicamente, cuando en realidad lo único que buscaba era la confrontación.

Entonces decidió denunciarme por la ley mordaza y era el primer caso en el contexto de movilización que nosotros conocíamos en Cataluña. Hubo una respuesta fuerte y esta denuncia se ha transformado en una sanción. Puede ser que nos llegue o no, en todo caso creo que lo importante era reaccionar de forma eficaz y fuerte.

A la Ley Mordaza el Gobierno la llama 'Ley de Seguridad Ciudadana'. ¿Cree que la gente se siente más segura con esta ley?

Precisamente el Gobierno, además de hacer una de las peores leyes de la historia, ha hecho también uno de los peores procesos de comunicación política de la historia porque nadie se cree al Partido Popular cuando dice que va a garantizar la seguridad y los derechos de la ciudadanía con esa ley.

Es ampliamente conocido que en realidad es un intento desesperado del Gobierno por intentar reprimir a las nuevas formas de protesta social. Ahora bien, también creo que será una de las leyes más corta de la historia y esperemos que así sea.

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