Un año del 75% de descuento: Fomento estudia su incidencia en Canarias, donde aún es caro viajar

Aeropuerto Tenerife Norte.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Viajar a la Península hoy no es tan barato como se vendió hace apenas un año. El verano pasado entró en vigor el aumento del 50 al 75% de descuento para residentes en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla que quieran viajar por el territorio nacional. El porcentaje se aplica sobre el precio de los vuelos o trayectos marítimos y es el Ministerio de Fomento el que paga la diferencia a las aerolíneas y navieras. Sin embargo, al menos en Canarias, el precio final que abona el residente suele superar los 100 euros. El Gobierno regional aún no dispone de datos sobre si el coste de los billetes aéreos ha sufrido un incremento en los últimos meses, pero se encuentra a expensas de unos informes que el Ministerio se comprometió a entregar en fechas próximas. En el Archipiélago se percibe sensación de preocupación, especialmente por las múltiples quejas de viajeros manifestadas durante el verano a través de las redes sociales. Y es que, si no se planifica con tiempo o se dispone de flexibilidad horaria, viajar a la Península sigue siendo un auténtico privilegio y en muchas ocasiones resulta más caro que salir del país. 

El Ministerio de Fomento ha explicado a este periódico que desde la entrada en vigor del 75% de descuento sí que se ha incrementado el número de viajeros residentes. No obstante, en relación a las tarifas, señala que los estudios que se han encargado son complejos “para los que se requiere tratar un volumen de datos elevado”, aunque “se encuentran en curso y presumiblemente ofrecerán resultados en los próximos meses”. Por un lado, se ha encargado un informe técnico que permita determinar la casuística de Canarias, teniendo en cuenta “el nivel tarifario en el ámbito europeo, el nacional, además de factores que afectan especialmente a este sector (precio del combustible, situaciones varias en cuanto a costes)”. 

Desde el Gobierno central aseguran que también se está trabajando en colaboración con universidades para realizar un análisis completo del esquema actual de subvención al residente, con el objetivo de “evaluar sus fortalezas y debilidades, sus efectos sobre la conectividad, su grado de penetración social, la eficiencia presupuestaria que suponen y las posibles medidas de mejora o evolución del sistema actual”. Así mismo, apuntan que se ha colaborado con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en un estudio que desarrolla este organismo y que tiene por objeto detectar posibles comportamientos contrarios a la normativa sobre competencia. De hecho, hace unos meses, la CMNC ya alertaba de la subida de precios en los billetes que se produciría después de la aplicación del 75% de descuento y el enriquecimiento que supondrá para las empresas. “No tiene sentido”, destacaba su presidente, José María Martín. 

Hasta que no se disponga de información específica sobre cuántos vuelos realizan los residentes a la Península, el coste real desglosado por islas y cuánto cuesta al Estado esta subvención tras la entrada en vigor del 75% es muy difícil abordar el tema en profundidad y plantear soluciones, explica el profesor de Geografía de la Universidad de Salamanca, David Ramos Pérez, que ha estudiado este modelo y cómo lo plantean otros territorios ultraperiféricos de la Unión Europea. Destaca a este periódico que, por ejemplo, en Portugal, se ha optado por una tarifa única para los residentes que ha sido muy efectiva. “El Gobierno tiene competencias para intervenir”. 

El modelo portugués

El profesor, nacido en Canarias, asegura que el hecho de que ahora podamos comprar billetes de avión por unos 100 euros, genera una falsa percepción en la sociedad isleña, ya que una parte puede considerar que es barato, cuando en realidad se trata de un vuelo subvencionado y en lugar de 100 euros cuesta 400 euros, teniendo en cuenta que el residente solo paga el 25%. En un reciente artículo académico concluye además que “el sistema vigente en España es el que implica un mayor gasto anual en términos absolutos, estando presupuestados 380 millones de euros para el año 2018”. Existen múltiples formas de proteger estos vuelos, como aplicar subvenciones o concluir que se trata de un servicio público y aplicar tarifas únicas. Modelos que varían según el país y que en el caso de España se aplican desde hace décadas y han ido desde el 33% en el año 1963, al 50% en 2007 y el 75% actual. 

Ramos recuerda que en Portugal no se establece un sistema homogéneo de reducción de tarifas, y que depende de las islas. Considera que en Canarias también se da una realidad muy diferente, ya que no se vive la misma situación, por ejemplo en La Palma, donde solo opera una aerolínea a la Península, que en islas capitalinas, que cuentan con una mayor oferta de vuelos. Al comparar los dos sistemas de bonificación (español y portugués), subraya que “si se tiene en cuenta que la distancia de Canarias y Azores a sus respectivas capitales nacionales es similar, resulta que el modelo portugués de tarifa única regulada facilita la movilidad de un mayor número de residentes”. 

Una de las claves, según el estudio comparativo de este profesor, es la eliminación de las tarifas elevadas en los periodos vacacionales, “lo que podría estar propiciando una mayor movilidad de los residentes en esas fechas”. No obstante, insiste en que es necesario contar con nuevos datos del Ministerio para poder extraer nuevas conclusiones sobre el último año. Estadísticas que considera que deben ser transparentes y accesibles a la ciudadanía. 

Viajar a Canarias, un lujo para no residentes

Desde la asociación Canarios sin Alas, impulsada tras una recogida de firmas que inició Fernando Cabrera, el actor tinerfeño con una dilatada carrera y que ha destacado por doblar la voz de Sheldon Cooper, el protagonista de la famosa serie The Big Bang Theory, se alerta de que se ha producido una notable subida de precios muy poco tiempo después de la entrada en vigor del último descuento. “Estamos a expensas de un mercado libre”, lamenta Miguel Díaz, miembro de la plataforma. 

Explica que su hija de 11 años vive en Euskadi y, por tanto, no cuenta con el certificado de residencia en Canarias, donde sí vive su familia paterna. Además, al tratarse de una menor de edad, se ciñe a viajar en los períodos que le permite el curso escolar. Por ello, tiene que planificar sus vuelos con mucho tiempo y en ocasiones hipotecarse para que la niña pueda acudir a su casa en el Archipiélago. “Hace unos meses falleció su abuela y no pudo venir al entierro porque no me lo podía permitir”, relata. Al mirar los billetes para Navidad ha comprobado que le resulta mucho más barato pasar el fin de año con su hija en Londres. A estas trabas por no ser residente se le añade el suplemento que tiene que abonar por tratarse de una menor no acompañada cuando viaja y, por tanto, la necesidad de requerir de que la tripulación de cabina la dirija hacia su asiento y luego a la persona que la va a buscar al aeropuerto. “Suelen ser unos 60 euros más y no todas las compañías disponen de este servicio”, lamenta. 

Asegura que este es el caso de miles de familias que residen en Canarias pero tienen hijos estudiando en la Península, familiares trabajando fuera… Puede salir un imprevisto y es imposible venir a las Islas debido al elevado coste. Es la situación en la que se encuentra también su pareja, que reside en Tenerife pero tiene a toda su familia viviendo en la Península. “Muchas veces, las aerolíneas maquillan las estadísticas con algunos vuelos baratos, pero en horarios de madrugada, o difíciles de combinar”. 

Díaz aclara que su asociación se ha reunido con casi todos los partidos políticos, que expresan buena voluntad y comprensión con lo que están viviendo miles de familias. Sin embargo, la solución idónea no parece llegar y menos aún para quienes no tienen la residencia en el Archipiélago. “¿Cuántas veces hay canarios que no pueden venir a pasar las vacaciones de Navidad con sus familias o que no pueden asistir al entierro de un ser querido?”, insiste. Así mismo, considera que vivir en la Península sí que aporta una serie de beneficios en cuanto a movilidad ya que hay diversas opciones, pero muchas veces no se ha tenido sensibilidad con Canarias y otros territorios alejados de la Península. 

Para el profesor David Ramos no se deben simplificar los problemas de transporte que se viven en la Península ya que hay muchos pueblos y zonas con problemas de conexión. No obstante, sí que concluye que según los datos anteriores a la aplicación del 75% con los que ha contado para escribir su artículo académico, “el reducido número de beneficiarios respecto al total de la población residente que se observa en las relaciones Canarias-Península demuestra el papel que la renta continúa desempeñando en el acceso al modo aéreo y evidencia la necesidad de repensar el modelo para asegurar que la distribución de las ayudas tenga mayores efectos redistributivos”. 

Además de los informes que ha encargado el Ministerio de Fomento para arrojar luz a la situación del transporte aéreo en Canarias y revisar el modelo, también aclara que el Consejo de Ministros aprobó “el Plan de Acción” elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) para llevar a cabo la segunda fase del proceso de revisión del gasto del conjunto de las administraciones públicas iniciado en 2018 y conocido como Spending Review. Con ello, el Ministerio está colaborando con la AIReF de forma activa ya que todo el esquema de subvenciones al transporte tiene una especial relevancia dentro del gasto presupuestario.

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