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Entrevista Daniel Fernández, portavoz del PSOE en Santander

“Santander vaga por el Mar Cantábrico poco menos que a la deriva”

Daniel Fernández, portavoz del PSOE de Santander.

Javier Fernández Rubio

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Daniel Fernández (Santander, 1984) es un abogado que hace 10 meses asumió la portavocía del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Santander. El también secretario de Organización del PSOE de Santander ha tenido desde entonces que fiscalizar la acción del equipo de gobierno PP-Cs y arropar los proyectos socialistas que vienen de otras administraciones como los ejecutivos central y autonómico. Y lo ha hecho en el contexto de una pandemia que lo ha cambiado todo, excepto el hecho de que la legislatura está llegando a su ecuador y dentro de dos años habrá nuevas elecciones. Para Fernández, los ciudadanos de la capital de Cantabria sabrán ver entonces que el Partido Popular “no tiene un proyecto de ciudad” y sí los socialistas. La inminente adjudicación de la urbanización del entorno del nuevo museo de la Fundación Enaire es una prueba, a su juicio, de la implicación socialista con la ciudad y la renovación con que aspira dotarla.

El final de año es momento propicio para recapitular. ¿Cómo han sido estos 10 meses que lleva como portavoz socialista en Santander?

Yo accedí a la portavocía en febrero, unas semanas antes de la declaración de la pandemia mundial, y evidentemente la situación desde el comienzo ha sido difícil. Hemos tenido que arrimar el hombro, hacer una oposición muy constructiva que hiciese que mejorase la vida de los vecinos. Nuestra labor ha sido conciliadora, a la búsqueda de acuerdos. Hicimos aportaciones al Plan de Choque que, una vez aprobado por responsabilidad, hemos fiscalizado y nos hemos llevado una mala sorpresa.

¿De qué tipo?

Creíamos que se estaba ejecutando la totalidad de las partidas que habíamos aprobado, pero lo que menos se está ejecutando es lo relacionado a servicios sociales, a la atención a los ciudadanos. Es cierto que se han tomado en consideración propuestas nuestras, muy bien recibidas como por ejemplo el Santander Vale +, pero también pedimos que se aumentara el número de empleados públicos que atendieran a las personas en situación difícil y eso sin embargo todavía no se ha cumplido.

¿Cree que es necesario un segundo Plan de Choque?

Por supuesto. Una segunda fase es necesaria, como se está haciendo ya en otros ayuntamientos. Tenemos como ejemplo a Burgos, que ya está poniendo en marcha un segundo plan de ayudas porque evidentemente la situación que vivimos por la COVID-19 no ha pasado todavía. Desde las instituciones debemos estar rápidos en las soluciones y en las respuestas.

¿Qué tendría que tener ese segundo plan?

Debiera tener las mismas 'patas' que tenía el primero: una primera que lo oriente hacia las personas que más lo necesiten; una segunda dirigida al tejido empresarial, comerciantes y hosteleros; y una tercera que suponga una organización de la ciudad, en el caso de que tuviésemos que volver a estar encerrados en casa o en que la movilidad de alguna manera se limitase. Eso sucede ya con el transporte urbano, pero ha de ser algo que tenga en cuanto algo que la UE ya ha pedido que en 2023 Santander sea una ciudad de bajas emisiones y hay que adelantarse para que esto no nos pille. Nosotros intentamos empujar para que se empiece a pensar en una ciudad que cumpla la normativa europea.

Está tramitándose un Plan General nuevo donde esa movilidad tendrá un peso específico importante. ¿Qué Plan General esperan?

Lo primero que esperamos es que ese Plan General no se vuelva a anular. Lo ideal sería que el Plan se aprobara por mayoría, a diferencia de lo que sucedió con el ya anulado que fue aprobado por la mayoría aplastante del Partido Popular y con el voto regionalista. Nuestro voto fue discordante entonces pero al final el tiempo nos ha dado la razón ante un proyecto que pretendía que Santander se convirtiera en una macrociudad que doblara su población como se pensaba en 2012. Nosotros pedimos a este nuevo proyecto que sea sensato, que empiece a pensar en el medio ambiente, en los ciudadanos, para que Santander sea una ciudad amable en donde hacer una vida plena y no se oriente solo hacia una 'ciudad de vacaciones' que es en lo que parece que piensa el Partido Popular.

¿En qué se está notando que gobierne el PSOE a nivel nacional?

La Administración central ha apostado por la cultura en Santander desde el comienzo. Hay muchos ejemplos: la renovación de la Biblioteca Menéndez Pelayo, la sede del Mupac (Museo de Prehistoria) y también lo último, porque se va a producir, es la adjudicación de las obras de urbanización del entorno del Museo Enaire, que se va a ubicar en Gamazo, junto al Palacio de Festivales, lo que permitirá que esta zona se reestructure mejor. Culturalmente nos va a generar muchos réditos positivos y va a ser una mejora de la ciudad.

Se van a adjudicar las obras de urbanización del entorno Museo Enaire, que se ubicará en Gamazo, junto al Palacio de Festivales, lo que permitirá que esta zona se reestructure mejor

El PP es habitual que presente las obras de otras administraciones como propias. Ahora que no tiene un Gobierno de su color en Madrid, ve que está interviniendo el PSOE con proyectos, también desde el Gobierno autonómico PSOE-PRC. ¿Cómo cree que el PP encaja compartir ese protagonismo político en la ciudad?

El Partido Popular siempre ha tenido mucho miedo al Partido Socialista y esto se ve estos últimos meses, ya que tanto a nivel regional como a nivel nacional, gobernamos. Lo que hace el Partido Popular, por su falta de proyecto para la ciudad, es confrontar de forma tan bélica con las demás instituciones para obtener algún rédito electoral, pero lo que quiere la gente de Santander es que presenten un proyecto y lo desarrollen. Al final, cuando se está todo el día discutiendo no se trabaja y eso es lo que está haciendo el Partido Popular.

¿Considera que el PP se ha enrocado en su relación con otras administraciones?

Ellos consideran la ciudad de Santander como su cortijo particular, porque en esta ciudad no ha habido un cambio de color político. Eso les permite pensar que el Ayuntamiento es su casa y todos los demás somos invitados, más o menos queridos, pero invitados. Por esa razón tienen una idea de ciudad anquilosada en el pasado, incluso me atrevería decir que ya no tienen ni proyecto. Desde que se fue el anterior alcalde (por Íñigo de la Serna), Santander vaga por el Mar Cantábrico poco menos que a la deriva. Tenemos que explicar a los ciudadanos que el Partido Socialista tiene un proyecto de ciudad que va a mejorar la vida de todos los ciudadanos y con él esperamos obtener en las próximas elecciones una confianza que nos permita por fin gobernar en esta ciudad.

Cuando hablar de un Ayuntamiento como casa particular donde la oposición es una invitada más o menos querida, me pregunto si se siente 'querido' cuando en los últimos plenos hay bastantes referencias a su partido e incluso personales nada cariñosas. Me refiero, por ejemplo, a cuando el concejal César Díaz (PP) recrimina al PSOE pactar en Madrid con “terroristas” o cuando dice sentir “asco” por su forma de hacer oposición.

Cuando uno lleva tanto tiempo en el Ayuntamiento como César Díaz piensa que la Casona es su patio particular y le molesta que haya criterios diferentes, que, en lo que a mí respecta, expreso con una educación exquisita. Otra cosa es que le guste o no lo que diga. Antes de ser yo portavoz, hubo ataques personales a Pedro Casares, también cuando estuvo Judith Pérez. Aquí en cuanto ven una idea diversa atacan personalmente porque la democracia no la entienden y les molesta las opiniones contrarias y los proyectos que puedan tapar su falta de ideas.

¿La vida política santanderina está crispada?

Cuando estamos en el Ayuntamiento es para sacar ideas positivas para el Ayuntamiento de Santander y como oposición también tenemos la labor de fiscalizar la acción del equipo de gobierno. Esa labor de fiscalización puedo entender que moleste al Partido Popular porque estamos poniendo negro sobre blanco, pero una cosa es lo que decimos políticamente y otra las relaciones personales. Nada tienen que ver. Yo soy respetuoso y no tengo ningún problema en dialogar con ellos cuando terminan los plenos.

¿Hay una sensación de empantanamiento de los asuntos más sensibles a la hora de fiscalizar? Me refiero a la constitución de una comisión que investigue lo que ha ocurrido con el contrato de basuras, que a día de hoy sigue sin abordar el asunto.

Es que precisamente el Partido Popular no quiere que se lleve a cabo una fiscalización del contrato de basuras.

Pero tampoco hay un 'no' claro. Simplemente corren las semanas y la cuestión sigue pendiente.

No es una cuestión de empantanar o no, sino de que la oposición, incluido su propio socio de gobierno, Ciudadanos, está a favor de crear una comisión de investigación, que es muy diferente a una comisión informativa del pleno. Y la diferencia es importante porque una comisión informativa no tiene capacidad de hacer dictámenes finales. Lo que quiere el Partido Popular es hacerlo de una manera secreta. Los vecinos pagan sus impuestos pero no pueden ver las preguntas que estamos haciendo por un servicio que claramente no cumple las expectativas de los vecinos. Nosotros pretendemos que la comisión de investigación sea pública y pueda emitir dictámenes, porque a día de hoy tenemos la ciudad más sucia de la historia de Santander por un precio más superior al que se venía pagando con anterioridad. Por lo tanto, si tenemos peor servicio y más caro se lo tendremos que preguntar al Ayuntamiento que es el que ha decidido externalizar este servicio.

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Partido Socialista? Sea lo que resulte la comisión, ¿se limitará el alcance a la esfera de lo político?

Eso dependerá de las conclusiones a las que se lleguen. Evidentemente, si alguien ha cometido alguna irregularidad, yo entiendo que la Fiscalía de oficio abra la causa, no creo que sea necesario que el Partido Socialista la lleve.

Pero, ¿cuándo habrá comisión?

La comisión se va a constituir rápidamente porque, primero, el resto de grupos políticos tenemos la voluntad de que se cree cambiando el reglamento; y segundo, porque esa mayoría permite que se haga de una manera rápida. La velocidad, es cierto, también depende de la voluntad del PP. La legislatura pasada se cambió el reglamento de forma exprés en dos o tres meses. Pedimos hacerlo de nuevo en dos o tres meses y crear la comisión de investigación.

¿Qué otras áreas de fiscalización les interesa?

Debemos poner el foco en el área de personal. Hablo por ejemplo de la Policía Local, que tiene el menor número de efectivos de su historia y eso redunda en la calle porque los vecinos cuando piden asistencia hay solamente dos patrullas y por tanto no pueden acudir de manera rápida. También nos pasa en el cuerpo de funcionarios. Incluso el interventor municipal lo ha pedido en sus informes. Dice que está poco menos que colapsado de trabajo y el Ayuntamiento de alguna manera necesita darle apoyo para que fiscalice la acción y se necesita que el cuerpo de empleados públicos aumente o se redistribuya para que sea más eficaz.

También están haciendo hincapié en la apertura de gasolineras.

Somos muy tajantes: ni una gasolinera más que no sea por interés público e incluso así habrá de ubicase en donde los vecinos estén conformes y no haya una gran densidad de población. El equipo de gobierno quiso poner una gasolinera a 80 metros de otra existente en la calle Castilla. No necesitamos llenar Santander de gasolineras si tenemos garantizado el servicio.

Hay una reciente sentencia de inquilinos de viviendas que gestiona la Sociedad de Vivienda y Suelo. ¿Qué está pasando en la SVS?

Pasa que los vecinos de Santander empiezan a defender sus derechos y desde los grupos de oposición, gracias a ellos, empezamos a conocer cómo funciona esa sociedad. SVS tiene como función crear viviendas de uso social con un matiz importante: el PP cree que hay que crear vivienda nueva constantemente, olvidándose de la rehabilitación de viviendas existentes. Además de eso, el PP en esa sociedad tiene una idea derivada de su ideología al pensar que no está solo para ganar dinero sino para establecer condiciones peores que las establecen los privados entre sí. Y me explico: en un contrato de arrendamiento entre dos personas privadas se establece precio y fianza, así como las condiciones. ¿Qué dice el Ayuntamiento de Santander? Es muy grave porque el arrendatario de SVS se compromete a pagar el alquiler que, por cierto, es mucho más alto de lo que debiera ser un alquiler social e incluso me atrevería a decir que por encima del precio de mercado, 550 euros mensuales, pero además de eso está obligado a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que ha de repercutir siempre al propietario. Además da una garantía de seis meses a los electrodomésticos cuando la ley dice que es de dos años. Por lo tanto estamos repercutiendo gastos a una persona en un alquiler social que no existirían entre particulares. Vulneran el derecho y pierden el sentido de lo que es un alquiler social. Al final tienen viviendas y no pagan el IBI.

Recientemente el Ayuntamiento ha tenido que hacer a su sociedad una aportación ya que SVS no se autofinancia.

No se autofinancia por problemas de gestión a lo largo de los últimos años. A mí hace años me llamaron hasta cuatro veces para ofrecerme una vivienda de alquiler de protección oficial como a las que se iba renunciando porque el precio que se ofrecía estaba por encima del valor de mercado de vivienda privada. Al no ofrecer un precio justo esas viviendas están vacías. Evidentemente, el Ayuntamiento tiene que buscar que en esta ciudad, habiendo viviendas públicas vacías, no haya nadie o bien viviendo en la calle, o bien pagando unos alquileres que son claramente desproporcionados.

Antes hacía referencia a la postura de Ciudadanos divergente con la de su socio de gobierno en el caso de la comisión de basuras. ¿Cómo ve el estado de salud del bipartito?

Ya se ve que es una relación mal avenida, que no ha funcionado desde el principio porque fue impuesta desde Madrid. Esa fue la voluntad que tuvieron PP y Cs a nivel nacional. Es un matrimonio de conveniencia que no está funcionando y que no resuelve ningún problema de la ciudad, ni siquiera cumpliendo los puntos de su acuerdo de investidura. Los documentos están para cumplirse y Cs debiera ser más beligerante y pedir el cumplimiento de los puntos que han dado el sillón a la alcaldesa Gema Igual. Mantener el sillón le ha costado a la alcaldesa cinco direcciones generales que no existían y suponen 300.000 euros a las arcas municipales y disparidad de posturas con su portavoz, Javier Ceruti.

Un matrimonio mal avenido, ¿lo más lógico no sería que se separase?

En una situación normal, sí, pero este matrimonio de conveniencia vino mandado de Madrid y entiendo que Madrid sea quien tenga que romperlo.

¿Cree que el equipo de gobierno va a aguantar hasta final de legislatura?

Estoy convencido de que van a seguir manteniendo esta relación tóxica a un 99%.

¿Qué piensa cuando PP y Ciudadanos echan la culpa al PSOE de no poder cumplir los acuerdos de gobernabilidad. Me refiero al Gobierno central, de quien dependen algunas decisiones como la retirada de las escolleras de La Magdalena.

Con las escolleras hemos sido claros. Nuestro diputado, Pedro Casares, ya dijo que se habían iniciado los trámites administrativos para que se retirasen. Sabemos que la Administración no trabaja de forma ipso facto pero hay que ver cuál es la situación que hay alrededor. Estamos en una situación sanitaria que hace que todo esté ralentizado porque hay cosas mucho más importantes. Se quitarán las escolleras pero primero hay que erradicar este virus.

¿De qué le sirve a Santander tener un diputado como Pedro Casares, antes portavoz de su Grupo?

A nosotros como PSOE-Santander nos viene muy bien. No solo Pedro Casares, sino también Ainoa Quiñones, que es vicesecretaria general en la agrupación y es delegada del Gobierno y de mí mismo, que soy el secretario de Organización. Podemos traer cosas importantes para Santander, que junto con el Gobierno de Cantabria, en donde está el Partido Socialista, puede hacer que mejore la situación de los santanderinos que es el objetivo prioritario que tenemos.

Los presupuestos del Estado están prácticamente aprobados, y al PP no le gustan, pero Santander aún no ha presentado ni el borrador de los suyos...

Los presupuestos generales de 2021 están muy marcados por la situación sanitaria, van a ser muy expansivos, para dotar a la ciudadanía y al tejido productivo de las ayudas que precisa. Que alguien no esté de acuerdo con ese presupuesto es porque no entiende nada la situación de nuestro país. Que no haya un presupuesto municipal es por falta de ideas. Sin un proyecto de ciudad, mal van a hacer un documento que lo que va a establecer solo son los gastos. No esperamos demasiado de este presupuesto de Santander porque su ejecución normalmente es de forma reducida. Es cierto que suele ejecutarse el 75% pero es que lo restante son las inversiones. A hacer ciudad se gasta uno de cada cuatro euros presupuestados.

En las últimas legislaturas, y no lo digo solo por el socialista Pedro Casares, candidatos que se presentan a las elecciones con un compromiso con los ciudadanos a cuatro años dejan su cargo para asumir responsabilidades en el Gobierno central o en las Cortes. ¿Esto es justificable?

El proyecto que llevamos para la ciudad de Santander estaba configurado por una lista de profesionales y técnicos para llevarlo a cabo. El que fue candidato a la Alcaldía, Pedro Casares, una vez que desde Madrid se impidió el cambio que los ciudadanos habían pedido con su voto en Santander, le ofrecen la posibilidad de encabezar la candidatura al Congreso. Ya estaba en la Ejecutiva federal del partido y es persona de confianza de Pedro Sánchez y para mí es entendible que al no permitir Ciudadanos y el Partido Popular que haya cambio en la Alcaldía de Santander el presidente del Gobierno entendiese que Pedro fuera muy útil en Madrid y sirviera los intereses de Santander desde Madrid. El resto de la lista municipal está conformada por profesionales muy válidos para Santander. Estamos hablando de un grupo que fue diseñado para gobernar Santander.

Me gustaría que me valorara el papel que está jugado el partido como socio de coalición del Gobierno de Cantabria y el papel que está representando Pablo Zuloaga, vicepresidente y secretario general del PSC-PSOE.

Me parece que las consejerías más importantes de Cantabria las estamos llevando a cabo desde el PSOE. Con la crisis sanitaria son más vitales que nunca. Me refiero a la Consejería de Sanidad, que lo está haciendo muy bien. También la Consejería de Empleo y Servicios Sociales que es esencial. También la Consejería de Pablo Zuloaga, que está fomentando que la cultura, que necesitaba de un impulso, lo esté logrando con sus aportaciones y el apoyo de Madrid. Nos quedan dos años de legislatura. A la mitad, el proyecto está funcionando y estamos en la línea de ir mejorando en estos dos años que quedan.

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