La asociación Buscando Sonrisas presenta en Santander la película-documental 'La sonrisa verdadera'
La asociación benéfica Buscando Sonrisas estrenará el sábado 28 de noviembre en Santander el documental 'La sonrisa verdadera', una road movie vitalista dirigida por Juan Rayos que muestra el viaje de dos hermanos en tándem, uno de ellos ciego y con autismo, desde Cuenca hasta Marruecos.
La proyección tendrá lugar a las 18.30 horas en el salón de la Escuela Técnica Superior de Naútica y contará con la presencia de los protagonistas de este largometraje, Sergio Aznárez Rosado y su hermano e impulsor del proyecto Juan Manuel.
El acto cuenta con la colaboración del Vicerrectorado Cultura, Participación y Difusión de la Universidad de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander y Alucán, la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Cantabria. La entrada será libre hasta completar el aforo.
'La sonrisa verdadera' es candidata a los Premios Goya en las categorías de Mejor Película, Mejor Película Documental, Mejor Dirección Novel, Mejor Guión Original, Mejor Montaje y Mejor Dirección de Producción. Recientemente ha ganado el Premio al Mejor Largometraje en el V Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual de Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde también ha obtenido el Premio del Público y el galardón de Mejor Película Documental. Además, el pasado mes de octubre consiguió el Premio de la Crítica a Mejor Largometraje en el Festival de Cine de Madrid y en septiembre logró el Premio del Público en la Semana del Cine de Autor de Lugo.
Próximas iniciativas
El estreno de la 'road movie', protagonizada por los hermanos Aznárez Rosado, es el primero de los diversos actos de carácter social, cultural y deportivo que Buscando Sonrisas va a llevar a cabo en los próximos meses, que buscan dar a conocer el proyecto benéfico y solidario que la asociación ha puesto en marcha desde hace dos años.
El próximo objetivo es la construcción de un parque infantil al aire libre en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para que los niños ingresados (oncológicos y no oncológicos) puedan tener una estancia menos traumática y más llevadera.