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Javier González de Riancho (PSOE) : La reforma del edificio del Banco Santander “se tenía que haber abierto más a la participación de los vecinos, que no obstante se han movilizado y conseguido cosas”

Javier González de Riancho, concejal socialista, posa junto al edificio que será sede de la colección de arte del Banco Santander

Javier Fernández Rubio

Santander —
26 de agosto de 2020 15:31 h

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La reforma del edificio central de Banco Santander, bajo proyecto del arquitecto David Chipperfiel, atañe al concejal socialista Javier González de Riancho: personalmente, como arquitecto, familiarmente porque su bisabuelo y abuelo participaron directamente en lo que hoy es uno de los edificios más emblemáticos del Paseo de Pereda; y políticamente, porque este jueves votará en el Pleno la modificación urbanística que hará posible lo que será nuevo museo basado en la colección de arte de la entidad financiera. De todo habla este concejal, menos de lo que votará en el Pleno, aunque no rehúye reconocer que en la gestación del mismo le hubiera gustado más transparencia y participación social.

Si su bisabuelo, que se llamaba como usted, levantara la cabeza ¿qué cree que pensaría del Santander de un siglo después?

No solo mi bisabuelo, creo que aquí también tengo que nombrar a mi abuelo (ya fallecido) y a mi padre, todos Javier González de Riancho, todos arquitectos. Yo Soy el cuarto. Son muchos años de diferencia y pensando en la ciudad de aquella época supongo que, sobre todo, cómo se ha ido extendiendo la ciudad y su relación con el puerto, el uso de las playas, los accesos por Castilla-Hermida, la movilidad… Por supuesto estaría orgulloso de que muchos edificios que proyectó siguen siendo referencia e incluso seña de identidad de la ciudad. Aunque supongo que no le gustaría que otros hayan desaparecido ya.  Mi bisabuelo perteneció a una generación que vivió una gran expansión de la ciudad y que en perspectiva histórica creo que actuó con mimo, de forma sostenible. Creo que algunas formas posteriores de intervenir en la Santander le llamarían la atención, por la falta de respeto al patrimonio. Aunque es verdad que los arquitectos, aunque aspiramos a que nuestra obra perdure, sabemos que es una posibilidad que desaparezca.

Él diseñó la ampliación del Banco Santander, incluido el arco que une los dos edificios. ¿Cree que le gustaría el proyecto de Chipperfield?

Él realizó el diseño que culminó en la unión de los dos edificios a través del arco y posteriormente mi abuelo terminó dirigiendo la obra. Creo que mi bisabuelo esperaría a ver la obra terminada para dar su opinión. Un proyecto tan significativo, que parte de una idea tan potente y a la vez controvertida, luego se tiene que materializar y es ahí donde la idea queda plasmada. Tú, como arquitecto, puedes tener una idea que crees puede resolver el edificio, pero si luego no la sabes desarrollar completamente con todo el programa que lleva aparejado el proyecto, y, desde luego, si no está bien ejecutada, bien construida… la idea se pierde, se queda en una anécdota.

¿Y a usted, como arquitecto y como concejal, qué le parece el proyecto que se va a llevar a cabo?

No sólo como arquitecto y concejal, también como bisnieto. Mi bisabuelo diseñó muchos de los edificios más representativos de la ciudad (El Palacio de la Magdalena, Las Caballerizas, el Hotel Real…) y para mí personalmente son parte del patrimonio inmaterial de mi familia. De alguna manera nos pertenecen, y cuando se reforma alguno de ellos me interesa especialmente el resultado final, si respeta o no la esencia, si lo estropea... Siempre digo que con este proyecto en particular tengo tres identidades diferenciadas e intento como puedo que no se mezclen, aunque es difícil. 

Como arquitecto enlazo con la anterior pregunta, quiero esperar a verlo terminado y pienso sinceramente que el estudio de David Chipperfield es el más adecuado para llevar a cabo esta remodelación. Sé que lo van a tratar con mucho mimo, por cómo han hecho históricamente a lo largo de su carrera, y estoy seguro de que van a respetar al máximo los detalles tan minuciosos del arco. 

Tuve la oportunidad de hablar con él personalmente cuando vino a presentar el proyecto y se interesó mucho por el original de mi bisabuelo, que en ese momento estaba expuesto en el Colegio de Arquitectos. También me preguntó por mi opinión. Y le di la misma respuesta. Después de ese encuentro hemos seguido en contacto.

Como concejal, en el Grupo Socialista tenemos muy claro que es una oportunidad para la ciudad: siempre hemos agradecido la inversión que va a realizar el Banco Santander en la ciudad, y más en estos momentos tan inciertos que estamos viviendo. Pero nos hubiese gustado menos secretismo por parte del equipo de Gobierno. Se tenía que haber abierto más a la participación de los vecinos, que no obstante se han movilizado y han conseguido cosas: seguramente han conseguido que se entienda la importancia que tiene el arco en el desahogo visual de las calles del entorno y también que se minimice el impacto. La participación mejora los proyectos de ciudad. 

En lo personal me gustaría que se siguiera recordando que el proyecto original fue de mi bisabuelo. Que se respete la esencia y que no se olvide.  

Nos hubiese gustado menos secretismo por parte del equipo de Gobierno. Se tenía que haber abierto más a la participación de los vecinos, que no obstante se han movilizado y han conseguido cosas

Javier González de Riancho Concejal socialista

¿Pudo haber alguna alternativa? Se lo comento porque creo recordar que el Pleno así se lo pidió al promotor del proyecto.

Así es, el PSOE abrió el debate a la ciudadanía con una moción en enero que salió sin votos en contra (aunque al PP no le gustó) y con el apoyo mayoritario del Pleno. Pedíamos que se estudiaran alternativas a la ocupación del arco. Como tal, no podemos decir que se hayan estudiado alternativas, pero sí que inmediatamente tuvimos una Comisión en la que vinieron tanto los arquitectos como los promotores y los servicios técnicos del Ayuntamiento a explicarnos el proyecto y las distintas negociaciones que se habían llevado a cabo hasta el resultado final. Igualmente se nos trasladaron las distintas alternativas que barajaron en su momento, desde la ocupación del 100% del arco y, por consiguiente, de la calle (que era la primera idea con la que ganaron el concurso) hasta otras menos agresivas en las que se dejaba el arco como está ahora mismo. Esta última significaba perder mucha superficie expositiva por la necesidad de doblar los núcleos de comunicaciones además de otras consideraciones de carácter organizativo, programático y de recorridos por lo que la desecharon. Al final nosotros mantuvimos la posición en la Comisión igual a la del Pleno en cuanto a que se siguiese trabajando en una mayor trasparencia del arco que creemos es posible y deseable y así se nos trasladó que era en lo que estaban trabajando. Es más, el informe de la Dirección General de Patrimonio y Cultura incide en esa dirección, pidiendo mayor transparencia al cierre parcial del Arco. Y en la desestimación de las alegaciones los Servicios Municipales de Urbanismo aseguran que la ficha urbanística pide que se potencien la ligereza, transparencia y diafanidad del arco.

¿Qué opinión le merece el rechazo a las alegaciones presentadas sobre la base de un proyecto alternativo?

Al parecer, por lo que dice el informe de las alegaciones remitido por los servicios técnicos, ha habido incluso un documento de David Chipperfield en el que rebate este proyecto alternativo… No hemos tenido acceso a ese documento, el cual nos gustaría poder estudiar. Echo de menos la documentación gráfica de la ficha que se va a modificar con todos los parámetros de superficie, volumétricos, acabados, huecos, alturas, etc., que deberá incorporarse al Plan Especial de Protección del Paseo de Pereda y Castelar. En cuanto a las alegaciones, es responsabilidad de los técnicos municipales que las informa denegarlas o no.  Creo que la principal intención de la propuesta presentada por los vecinos en las alegaciones era demostrar que podía haber una alternativa a la ocupación del arco y que el resultado de ese debate que se ha abierto en la ciudad hará que se minimice el impacto. 

Ha habido incluso un documento de David Chipperfield en el que rebate este proyecto alternativo… No hemos tenido acceso a ese documento, el cual nos gustaría poder estudiar

¿Cuál será su postura política este jueves?

La veremos el jueves… 

Independientemente de la calidad del proyecto, ¿cómo valora el proceder del Ayuntamiento en su tramitación?

Como he dicho anteriormente, ha habido mucho secretismo por parte del equipo de gobierno. Las alusiones al trabajo que se ha realizado durante dos años de la solución propuesta deja claro que se podía haber realizado con mayor trasparencia, porque tiempo ha habido. Pero esto ya es una consideración para con el equipo de Gobierno. No me sorprende por parte del PP que nos tiene acostumbrados a hacer las cosas sin preguntar, me sorprende por parte de Cs, porque en pleno proceso de participación de la consulta ciudadana para el futuro Plan General se están tomando decisiones importantísimas sin consultar con los vecinos de Santander.

¿No demuestra la rapidez en la tramitación urbanística que no hay la misma diligencia en otras modificaciones que se plantean?

Entendemos los argumentos de interés general de la actuación, sin duda los hay. Pero no podemos admitir que haya dos velocidades en la tramitación urbanística en función del particular que insta las modificaciones. Y no me refiero exclusivamente a este proyecto, ha habido muchos otros ejemplos en el pasado. No es justo y no se puede lanzar ese mensaje de que hay vecinos de primera y vecinos de segunda. Estamos en el siglo XXI, vivimos en democracia. La igualdad es un principio que debe ser irrenunciable.

¿Cómo valora el impacto que tendrá la Colección Santander cuando se abra?

No se puede negar que una inversión de estas características va a ser muy positiva para Santander y mucho más en estos tiempos tan raros e inciertos que estamos viviendo. Creo que la cultura y el arte son factores muy importantes a tener en cuenta sobre todo para ver la vida con mayor sosiego, con más calma. Y a eso por supuesto puede ayudar una colección y un edificio como este, que además se abrirá para que pueda ser visitado y no sólo contemplado.

¿Cuál es su opinión sobre la reforma que se avecina del edificio del Banco de España y el proyecto en sí?

Al igual que en el Proyecto Pereda, estamos hablando de convertir un banco en una sede museística, y creo que es un cambio que todos como sociedad tenemos que apoyar. En esto creo que no hay dudas. Sin embargo, sí que creo que se tiene que explicar bien a la ciudadanía de Santander quién va a pagar las obras, el mantenimiento de la colección y la cesión de esa colección privada. Cuánto nos va a costar a los vecinos de Santander. Tal vez no sea una inversión rentable en términos económicos pero sí de prestigio de la ciudad o de materialización de una idea de ciudad en la que convergen muchos edificios culturales y artísticos. Todos estos aspectos son importantes a tener en cuanta, no sólo el económico, pero hay que tener la información para valorarlos.

Sobre el Centro Asociado Reina Sofía: Se tiene que explicar bien a la ciudadanía de Santander quién va a pagar las obras, el mantenimiento de la colección y la cesión de esa colección privada. Cuánto nos va a costar a los vecinos de Santander

A lo mejor el acuerdo de remanentes que, de momento, rechaza con tanta vehemencia la alcaldesa, podría ser una gran oportunidad. Con esos 40 millones de euros a poder invertir en los próximos 15 meses, precisamente en Regeneración Urbana y Cultura como ejes para los proyectos. 

También me parece importante recordar que el Archivo Lafuente lo desbloquea un ministro socialista, José Guirao. Lo destaco porque lejos de la confrontación, en la lealtad, la colaboración y el entendimiento entre las instituciones, están los éxitos de futuro para Santander. Y no olvidemos que en breve se inaugurará la Colección Enaire y esperemos que el Mupac acabe por hacerse realidad en Puertochico. 

¿No faltan en Santander proyectos de calado desde lo público local? ¿No hay un desequilibro de lo público-privado hacia lo privado?

Efectivamente, estamos viendo que los últimos proyectos culturales en Santander vienen de iniciativa privada como el Centro Botín, El Proyecto Pereda o el Archivo Lafuente, que sí que viene con impulso municipal, pero no en la concepción de la colección en sí misma que es de carácter privado. Como he comentado antes, la fundación Enaire y el Mupac vienen un poco a paliar ese déficit público, pero desde otra esfera en la que el Ayuntamiento no es el promotor, sino el Gobierno central y regional. Aunque es cierto que se han puesto todas las facilidades para la ubicación de estos dos últimos, esto es justo decirlo también. No sé si es una cuestión de capacidad o de voluntad, pero lo cierto es que el Ayuntamiento de Santander no tiene proyectos públicos como los mencionados.  

El Museo de Bellas Artes, un proyecto de Rucabado, no tiene tanta suerte y parece que va a seguir un buen tiempo con sus puertas cerradas... 

Así es, el Ayuntamiento no ha sido capaz de sacar adelante un proyecto importante y consolidado en el MAS, que recordemos que, tras el incendio, continúa en obras. Se intuye falta de capacidad. El equipo de Gobierno se escuda en proyectos privados, y está más pendiente de echar culpas sobre el incendio que en realmente terminar la obra y dar contenido al museo. Es especialmente doloroso que todo este episodio del MAS se salde sin responsabilidades. También nos preocupa mucho la situación de la Biblioteca Municipal, con la reforma paralizada y con sobrecostes anunciados. Incluso la biblioteca Menéndez Pelayo, que fue un legado inmenso a la ciudad y creo que no lo estamos sabiendo rentabilizar.

-¿Por qué parece imposible que haya proyectos rompedores arquitectónicamente hablando en Santander?

No estoy de acuerdo del todo en esa afirmación, es cierto que a Santander se le ha tachado de ciudad tradicional, pero no hay más que pasearse por la fachada marítima para ver excepcionales ejemplos de arquitectura moderna y contemporánea de distintas épocas y que en su momento estaban o están a la vanguardia de la arquitectura que se realizaba en ese momento y de la actual, como la Estación Marítima, la Isla de la Torre, la Duna de Gamazo, el Centro Botín, el edificio Siboney… Santander no deja de ser una ciudad de menos de 200.000 habitantes y puede que la escala de los edificios que la componen no ayude a darles espectacularidad pero no por ello tienen peor calidad arquitectónica. En todo caso, echo en falta como vecino que los crecimientos de la periferia hubieran sido más ordenados y menos monótonos. Faltan dotaciones y, entre estas, seguramente algún edificio más singular. 

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