Ribamontán al Mar es el ayuntamiento de Cantabria que más rápido paga y Arrendondo el más moroso

Un proveedor se lo tendrá que pensar dos veces a la hora de cobrar los servicios prestados dependiendo del ayuntamiento para el que trabaje. En algunos casos, como en Santander o Torrelavega, cobrará por debajo de los 30 días estipulados por la ley; y en otros, como en Arredondo, tendrá que sentarse más de un año a esperar que le paguen.

La media española de pago a proveedores por las entidades locales se situaba en los 70 días en marzo de este año, más del doble de lo permitido por la normativa de morosidad y también por encima de lo permitido en la Ley de Estabilidad.

Los últimos datos oficiales del Ministerio de Hacienda se remontan al mes de mayo para el caso de los municipios de más de 70.000 habitantes. En aquel mes, Santander pagaba a 13,84 días vista, habiendo abonado facturas por importe de 9,62 millones de euros y teniendo pendientes 2,19 millones de euros de pagar. No obstante, desde el Consistorio se hace hincapié de que la media de pago a proveedores en 2018 fue de siete días, a tenor de los recogido en la Cuenta General.

El segundo municipio más importante de la comunidad, Torrelavega, pagaba en el primer trimestre de este año a 19,67 días, lo que suponía un repunte con respecto al último trimestre de 2018 (15,45 días) y prácticamente lo mismo que en el tercer trimestre del año anterior.

Buenos pagadores, malos pagadores

No todos los ayuntamientos mandan regularmente información sobre sus pagos a proveedores al Ministerio de Hacienda, pero de entre los que lo hacen el ayuntamiento que peor paga en Cantabria es Arredondo, que tarda 459,07 días, según el dato del primer trimestre de este año. Esta administración se lleva la palma con diferencia y ha estado bordeando el año de retraso en 2018. El segundo trimestre pagaba a 326 días; en el tercer trimestre, a 530 días; y en el último trimestre, a 277 días.

Le sigue en el ránking de peores pagadores el Ayuntamiento de Ruesga, que liquida a sus proveedores a 159,40 días vista, aunque un año antes lo hacía a 75. A continuación, le sucede en este peculiar palmarés Valderredible, que paga a 125,50 días; y Escalante, a 72,18 días. Todos ellos están por encima de lo permitido por la Ley de Estabilidad y pueden ser sometidos por Hacienda a medidas 'correctoras' de la morosidad de las administraciones locales. Una de ellas ya se aplica a todos los ayuntamientos y es hacer públicos sus promedios. La otra es de tipo económico: en última instancia, Hacienda puede retenerles los fondos del sistema de financiación para destinarlos directamente a pagar a proveedores.

Entre los ayuntamientos que destacan por su buen comportamiento estaban en el primer trimestre Ribamontán al Mar (3,75 días), Villaescusa (5,31), Solórzano (6,24), Arenas de Iguña (6,57), Reinosa (7,38), Vega de Pas (8,27), Reocín (8,30) y Polanco (9,67)

El umbral de los 30 días es el que dice quién es moroso o no. Por debajo de los 30 días están también Alfoz de Lloredo, Ampuero, Camargo, Cartes, Castro Urdiales, Laredo, Liérganes, Piélagos, Potes, Puente Viesgo, Bezana, Santoña, Santa María de Cayón, San Vicente de la Barquera, Villacarriedo, Santander y Torrelavega, entre otros. Por encima del umbral, pero sin incumplir el plazo de 60 días de la Ley de Estabilidad, se situaban Comillas, Corvera de Toranzo, Escalante, Guriezo, Medio Cudeyo, Ribamontán al Monte, Santillana del Mar, Suances y Udías, entre otros.

El cálculo de período de pago no se realiza desde que el proveedor presenta al cobro su factura, sino desde que el Consistorio de turno genera la obligación reconocida, es decir, acepta la deuda. Por ello los tiempos reales son más amplios que los estadísticos desde el punto de vista del proveedor, es decir, los 30 días de pago legalmente establecidos se calculan una vez hay el reconocimiento de una obligación.