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“Nos reuniremos y daremos participación a todos los grupos municipales para sacar un Presupuesto común”

La alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán (PSOE). | R.A.

Rubén Alonso

Susana Herrán (Santurtzi, 1975) se convirtió el pasado 15 de junio en la primera alcaldesa de la historia de Castro Urdiales. La nueva regidora socialista, que se hizo con el bastón de mando gracias a un pacto in extremis con Ciudadanos tras dos semanas de intensas negociaciones cargadas de incertidumbre, aboga por “dar participación a todos los grupos municipales” para sacar adelante sus propuestas, entre ellas “un Presupuesto común”. Y es que el acuerdo con la formación naranja les pone frente a la difícil tarea de gobernar en minoría, para lo que la alcaldesa aboga por “el entendimiento” y el “consenso” entre fuerzas. No obstante, no cierra la puerta a otros posibles pactos y tiende la mano a los 21 ediles de la Corporación: “La puerta de Alcaldía está abierta para todos”.

Cumplida una semana de la investidura, ¿cuáles han sido sus primeras sensaciones como alcaldesa?

Ha sido una semana un poco frenética porque cada vez que hay una nueva legislatura siempre coincide con las fiestas de la Semana Grande. El primer día y de manera prioritaria, todo el equipo de gobierno hemos pasado por todos y cada uno de los departamentos del Ayuntamiento, por todas las áreas, para presentarnos y para ponernos cara y nombres. Creo que era lo mínimo que podíamos hacer ya que vamos a trabajar con el funcionariado mano a mano. Luego nos hemos volcado en la organización de la Semana Grande. No es que sea lo más prioritario ni es lo más importante, pero todo el mundo puede entender que había que hacerlo de forma inminente. Sí que es verdad que hay que agradecer al anterior concejal de Festejos, Humberto Bilbao, el hecho de que prácticamente el programa estaba cerrado, aunque han quedado algunos flecos por ahí que hemos tenido que ir cerrando in extremis, introduciendo algunas novedades de las que los medios de comunicación os habéis hecho eco. Paralelamente, hemos estado poniéndonos al día de esos expedientes que se habían iniciado y que se han quedado en fase de tramitación de la anterior Corporación, así como al tanto del estado del Presupuesto y con el servicio e intervención de Tesorería, de Rentas, de Secretaría y Asesoría Jurídica. Cambia la Corporación y cambiamos de legislatura, pero el día a día continúa y a los vecinos y vecinas se les debe seguir prestando el servicio, esto no se para.

¿Han encontrado algo del equipo de gobierno saliente, lo que llamamos 'herencia recibida', que les haya llamado la atención o que trastoque de alguna manera los planes que tenían inicialmente?

Todavía no porque no estábamos centrados en ello. Tenemos que hacer una reunión conjunta de todo el equipo de gobierno con todos los técnicos -Secretaría, Intervención, Tesorería y Contratación- para hacer una valoración de cómo están esos expedientes iniciados y a partir de ahí empezar a trabajar.

A pesar de haber ganado las elecciones, el camino a la Alcaldía no ha sido fácil y hasta el último momento todo apuntaba a que el bastón de mando iba a caer en manos de Jesús Gutiérrez (PRC) después de que anunciara su pacto con CastroVerde. ¿Hubiese sido un fracaso, a nivel negociador, ganar e irse a la oposición?

Yo creo que fracaso no. El Partido Socialista ganó las elecciones del 26 de mayo y los castreños y castreñas en las urnas hablaron alto y claro: querían cambio. Nosotros desde el primer momento, desde el mismo lunes, iniciamos una ronda de contactos y empezamos a trabajar. Parece que como no han salido públicamente o a través de los medios de comunicación las diferentes reuniones y negociaciones que hemos tenido con todos los grupos municipales que se han querido sentar con nosotros no se estaban haciendo, pero las hemos llevado a cabo hasta el último minuto. El viernes por la mañana previo al Pleno de investidura aprobamos el pacto con Ciudadanos después de hablar mucho y de ver las coincidencias programáticas. Lo que ocurre es que no pudimos darlo a conocer porque en el Partido Socialista los diferentes pactos tienen que pasar por votación y la Asamblea de militantes era a las siete y media de la tarde. Tras su aprobación en la Asamblea fue un maremágnum de noticias increíble y no pudimos hacer visible de una manera normalizada ese pacto firmado entre PSOE y Ciudadanos. ¿Incertidumbre?. Pues sí, claro, porque el jueves el PRC firmó un pacto de gobierno con Castroverde y eran nueve. Nosotros firmamos uno con Ciudadanos en el cual éramos ocho y, lógicamente, vienes a ese Pleno de investidura con la incertidumbre de saber qué va a pasar o qué no va a pasar. Sin embargo, nosotros no hemos visto esto como un pulso. No hubiese sido un fracaso, hubiese sido democrático porque las normas son así, pero no se hubiera respetado lo que los castreños y castreñas votaron en las urnas.

Más allá de las coincidencias programáticas con Ciudadanos, ¿cómo se explica ese pacto en un contexto nacional en el que el partido naranja ha puesto un cordón sanitario al PSOE y en el que a nivel autonómico y municipal su socio preferente es el PP y, en muchas ocasiones, con la extrema derecha de Vox?

Creo que no se puede extrapolar lo que es nacional y regional con lo municipal. Entiendo que en lo municipal las competencias son muy locales y lo que pueden ser diferencias más bien ideológicas a nivel nacional no se plasman de la misma manera en lo municipal. Nosotros somos un partido que siempre hemos defendido que hay que hablar, consensuar y dialogar, y así hemos llegado a este pacto con Ciudadanos. En el discurso de investidura lo dije y tendí la mano a los 21 concejales y concejalas, porque es lo que creemos y es como queremos trabajar. Esto es responsabilidad de todos los que conformamos la Corporación. No es ni una guerra entre unos y otros ni el 'no' por el 'no'. Así vamos a seguir trabajando, con mucho diálogo, con mucha generosidad, con mucho respeto y con mucho consenso, y si todos lo tenemos claro llevaremos a Castro donde se merece.

¿Esto implica que más allá del pacto con Ciudadanos pueda incluirse a otra formación en el equipo de Gobierno?

Lo dije el día del pleno de investidura, la mano está tendida y la puerta de Alcaldía está abierta no solamente, por supuesto, para los ciudadanos, sino para los 21 concejales y concejalas. Las puertas están abiertas totalmente a todos.

Si finalmente gobiernan en minoría, ¿cómo van a sacar adelante sus propuestas, mociones y, sobre todo, los presupuestos?

Cuando hemos estado gobernando un año y medio con CastroVerde, todas las propuestas e iniciativas que han pasado por Pleno han sido consensuadas con todos los grupos políticos dando participación absolutamente a todos y se han aprobado. Esa es nuestra forma de trabajar. Así que cuando haya que sacar los Presupuestos, que nos pondremos enseguida, si no es en agosto porque todavía es el periodo estival será en septiembre, daremos participación a todos y si nos tenemos que reunir 200 veces con los diferentes grupos municipales nos sentaremos y lo haremos para sacar un Presupuesto común. Queremos un nuevo Presupuesto real y que recoja todas las políticas fiscales, sociales y de inversiones del Partido Socialista.

¿Considera entonces que un gobierno en minoría puede ser estable y de largo recorrido?

Si se trabaja todos a una sí.

¿Y no sobrevuela un poco el fantasma de la moción de censura?

Si el resto de fuerzas se unen puede darse el caso, pero eso ya no depende de nosotros. Sí que es verdad que lo mejor sería tener esa estabilidad con un gobierno con mayoría, pero hay que ser responsables. Creo que los discursos que dieron cada uno de los diferentes portavoces de los grupos municipales iban todos en esa misma dirección, y yo me lo creo porque nosotros también hemos estado en la oposición la pasada legislatura. CastroVerde ha estado gobernando con siete concejales, uno alcalde y una concejala que hacía funciones de Secretaría del alcalde, es decir, cinco, y nadie se ha planteado una moción de censura. Cuando lo que planteaba CastroVerde era bueno para Castro lo hemos apoyado y si no, lo que ha ocurrido es que ha habido discrepancias en la ejecución o por la falta de participación, algo que es fundamental para el Partido Socialista. Así que también podría haber sobrevolado ese fantasma en su momento y no se dio el caso. Entonces yo confío en la responsabilidad del resto de grupos municipales, que lo son, y sigo apostando por el entendimiento. Creo que los vecinos están ya cansados y hartos de que no nos pongamos de acuerdo, y nuestra tarea es conseguirlo.

CastroVerde ha hecho mucho alarde de haber recortado en personal de confianza que ha repercutido de forma positiva para las arcas municipales. ¿Qué postura tiene este nuevo equipo de gobierno respecto a ese asunto?

En su momento se habló de recortar y de quitar el personal de confianza. Castroverde no lo quitó del todo porque sí recortó en personal de confianza, pero una de las concejalas que debería llevar un área de gestión hizo las funciones de Secretaría. Este asunto habrá que valorarlo, pero acabamos de llegar. Ahora mismo estoy sentada en la mesa de Alcaldía y he visto en esta semana que no puedo estar atendiendo el teléfono, abriendo la puerta y trabajando porque no es posible. Creo que cualquier persona tiene que entender que la función básica de gestionar un Ayuntamiento con la máxima responsabilidad que tiene un alcalde o una alcaldesa es hacerlo de la mejor manera posible y, sobre todo, salir fuera. Yo siempre he dicho que voy a estar llamando al Gobierno regional día sí y día también, vamos a trabajar por recuperar todo lo que Castro se merece e insistir y exigir al Gobierno autonómico, una vez que se conforme, todo lo que necesita Castro.

Recientemente ha dicho en una entrevista que entre las prioridades más urgentes de Castro está la falta de personal en la Policía Municipal, Bomberos y Residencia Municipal. Precisamente en esta última, esa problemática estaba presente cuando en la pasada legislatura usted gestionaba la Concejalía de Asuntos Sociales. ¿Qué solución plantea ahora que entonces no aplicó?en una entrevista

Es cierto que yo tenía delegada la Concejalía de la Residencia Municipal, pero no tenía la delegación completa. La Residencia Municipal es un organismo autónomo sobre el que yo tenía la responsabilidad, pero la competencia era del alcalde. Él era el presidente del Consejo Rector, absolutamente todo llevaba su firma y era su plena competencia, por lo que mi gestión estaba limitada a estar de acuerdo con él. En aquel momento cuando intentamos hacer la ampliación de personal estábamos en una situación en la cual el interventor municipal no permitía hacer absolutamente nada porque no teníamos el Presupuesto necesario aprobado y porque estaba a punto de salir la primera sentencia de Ascan. Era una situación muy complicada, a lo que hay que añadir que solo estuvimos un año y medio. No es lo mismo estar cuatro que en un año y medio intentar solventar todos los problemas. El tema ahora es prioritario y queremos prestar un buen servicio a la ciudadanía. Hace falta tener los recursos humanos de esos trabajadores y trabajadoras necesarios en el Ayuntamiento para poder dar un buen servicio. Será una de nuestras primeras decisiones. En la Residencia Municipal hay que hacer una importante reorganización del servicio para que tanto los usuarios estén en las mejores condiciones como para que las trabajadoras, que hacen su trabajo maravillosamente bien, no tengan esa carga sobre los hombros, que es muy dura. Son grandes trabajadoras, pero lógicamente se sobrecarga el trabajo física y mentalmente, así que hay que ponerle remedio inmediatamente.

El urbanismo castreño está marcado por la especulación y los escándalos de corrupción que han llevado a la imputación a alcaldes, concejales y funcionarios de anteriores Corporaciones, ¿cuál va a ser la política de este equipo de Gobierno para no caer en esas prácticas y combatir ese estigma?

Sí que es verdad que tenemos ese estigma como bien dices de años y legislaturas anteriores y con asuntos todavía pendientes. No obstante, la forma de trabajar yo creo que ha cambiado en los últimos años. No digo ahora mismo, ya en la legislatura anterior. Lo que hay que hacer es ponerse a trabajar y organizar muy bien el servicio de Urbanismo. También es cierto que hay bastante carencia de personal, de técnicos, de disciplina urbanística y de inspección urbanística. Pero bueno, creo que eso hay que empezar a dejarlo atrás porque es pasado, aunque no hay que olvidarlo. Hay que empezar a funcionar de otra otra manera, como se está funcionando ahora mismo, y ponernos manos a la obra, sobre todo con esa revisión de Plan General de forma inmediata y, paralelamente, con un Plan Estratégico de Ciudad. Siempre hemos apostado por ello, pero lógicamente lleva su recorrido. Es algo que va a ser a largo plazo, pero entre todos, con la participación ciudadana, los diferentes sectores del municipio castreño y los grupos políticos, tenemos que empezar a marcar las líneas para para elaborar ese Plan Estratégico con esa revisión del Plan General para diseñar la ciudad que queremos, no de ahora mismo, sino pensando hacia dónde queremos dirigirla de aquí a 20 años. Esa es una de nuestras prioridades y también lo fue la legislatura anterior. Llevamos una moción, estando ya en la oposición porque en el gobierno fue imposible, para poner en marcha e impulsar este Plan Estratégico tan importante para la ciudad de Castro Urdiales. Fue imposible porque CastroVerde no llevó a cabo la moción y no se aprobó. Ahora está en mi mano y en la del concejal de Urbanismo volver a impulsarlo otra vez y dar normalidad a ese departamento. Y es que va todo hilado porque hemos tenido un periodo tan convulso en materia urbanística que eso ha repercutido mucho mediáticamente en otras áreas como puede ser la implantación de industrias o pequeñas y medianas empresas en el municipio. Tenemos un polígono de Vallegón que hay que llenarlo y hay que ponerlo a pleno rendimiento, y lógicamente esa fama anterior también ha provocado un poco de rechazo, lo que ha repercutido negativamente en el municipio. Todo eso hay que cambiarlo. Hay que agilizar los trámites, facilitar todo lo posible, pero cumpliendo la legalidad, a todas aquellas empresas que quieran venir a Castro Urdiales. Tenemos que quitarnos esa espada de Damocles que tenemos de años atrás y convertir Castro en un punto de referencia en materia de industria y que genere empleo. Hay que dar normalidad a nuestro municipio que ya nos toca.

Respecto a los proyectos más polémicos de CastroVerde, ya han anunciado la paralización del teatro Ágora para trasladarlo a la explanada del Pachi Torre. ¿Manejan plazos para impulsar el nuevo proyecto?

Lo primero que hemos defendido a capa y espada es que no es que no queramos el cine-teatro, sí que lo queremos y lo hemos dicho en multitud de ocasiones, pero no lo queremos en ese lugar. Tiene muy poco aforo, son 180 butacas, y no es el sitio adecuado ni el cine-teatro que se merece Castro. Somos 60.000 habitantes, y CastroVerde y PRC han apostado por un teatro de cuatro millones de euros que vamos a pagar todos los castreños, para el que simplemente nos dan una financiación. Es que vamos a tener que pagar 200.000 euros al año durante 20 años por algo que ya es carente y deficitario en cuestión de aforo sin haber puesto ni una piedra. Tenemos que esperar a que se conforme el nuevo Gobierno regional, a que sepamos quién va a gestionar la Consejería de Obras Públicas y Gesvican, y ponernos en contacto con ellos a la mayor brevedad posible, mantener una reunión y presentar la alternativa de un cambio de ubicación a la parcela junto al Pachi Torre. Es la parcela que estaba en el Plan General de Ordenación Urbana de Castro Urdiales clasificada como socio-cultural y donde iba un cine-teatro, y vamos a seguir trabajando con todos nuestros esfuerzos para que así sea. No se trata de paralizar y que no haya nada, sino de que vamos a paralizarlo para que haya un cine-teatro junto al Pachi Torre.

¿Y qué opinión le merece el convenio con la Conservera Lolín?

Sobre el convenio de Lolín ha habido una aprobación inicial provisional que fue a Pleno. Nosotros nos hemos abstenido en las diferentes convocatorias porque la última palabra y la que realmente es vinculante la tienen los informes de la CROTU, de la demarcación de Costas y el la Confederación Hidrográfica sobre el riesgo de inundabilidad importante en esa zona. Esos informes trasladarán al Ayuntamiento si el convenio cumple la legalidad o no la cumple. Si la cumple no hay nada más que decir y si no la cumple se deberá subsanar, pero quien tiene la última palabra, digamos lo que digamos y hagamos lo que hagamos en el Ayuntamiento de Castro, son ellos.

Para terminar, ¿qué proyectos le gustaría ver terminados a final de legislatura o qué cambios se hayan dado en el municipio?

Cuando hemos hecho los encuentros con los vecinos, que los vamos a continuar haciendo periódicamente, todas sus demandas se reducían a unas buenas infraestructuras y a una buena prestación de servicios municipales. Sobre todo limpieza, recogida de basuras, asfaltado...cosas que te llaman la atención porque es lo más básico. La ciudadanía quiere tener su entorno donde ellos viven de una manera más adecuada y ese será nuestro caballo de batalla, que tengamos una ciudad limpia, dinámica y moderna. Además, nos gustaría reunificar las oficinas municipales, que no sería una mala idea en la parcela del Ágora, porque no podemos estar mareando al ciudadano. Ahora mismo están todas dispersas, y no podemos permitir que un vecino tenga que pedir uno o dos días libres para hacer una gestión que debería ser de 10 minutos. Tenemos un programa electoral que vamos a intentar cumplir a rajatabla, habrá cosas más inmediatas, otras menos y otras que probablemente se queden por el camino por falta de tiempo, no de ganas.

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