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Guillermo Blanco: “Es un despilfarro terrible tirar Vuelta Ostrera para construirla 200 metros más arriba o abajo”

Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. | ANDRÉS HERMOSA

Rubén Alonso

Guillermo Blanco (Suances, 1965) ha dado este año un giro de casi 180 grados a su trayectoria política. Y es que, tras dos décadas como hombre de confianza de Miguel Ángel Revilla, con un cargo en la sombra, asumió en julio una de las carteras del nuevo bipartito de Cantabria. El actual consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente repasa los asuntos más controvertidos de su departamento, que por primera vez aglutina todo lo relacionado con el medio natural. 

“Creo que es un despilfarro terrible tirar una depuradora que costó 4.800 millones de pesetas entonces y que costaría hacerla 110 millones 200 metros más arriba o abajo”, opina sobre Vuelta Ostrera, recalcando su “respeto” por las sentencias judiciales que “hay que cumplir”. Además, sobre la sucesión de Revilla, sostiene que “no es el momento”, que ve al presidente “mejor que nunca” y que el PRC “cuenta con muy buenos cuadros” para abordar el tema en “un hipotético caso”.

Después de dos décadas como hombre de confianza de Revilla, ¿qué le ha llevado a dar el paso a la primera línea política?

Me lo hizo dar él. Te voy a confesar algo que es la primera vez que se lo digo a alguien que no sea a los de casa. Yo soy de los de algunos pueblos que llamábamos a los padres 'papa' y 'mama', y no papá y mamá. La única persona a la que yo me he confundido en la intimidad llamándole 'papa' ha sido a Miguel Ángel Revilla, y varias veces. Para que te hagas una idea del grado de afinidad que hay. Él ha sido mi mentor para muchas cosas, mi conductor para casi todas, y solo puedo decir que se valorará quién es el día que no esté en política, como siempre ocurre en esta sociedad en la que nos acordamos de la gente cuando ya no está. Afortunadamente, creo que tiene una naturaleza para durar muchísimos años de vida, pero dejará de estar en política, no ahora ni mucho menos. Es una decisión que tendrá que tomar él, pero yo no creo que lo vaya a hacer ahora mismo, a pesar de lo que dice.

Tras cinco meses al frente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ¿cómo valora el cambio?

Este cambio es diferente. La oportunidad de haber estado 20 años de jefe de gabinete de Miguel Ángel me ha permitido tener un conocimiento bastante amplio de la Administración en general. Ahora conozco cuál es la verdadera posibilidad del Ejecutivo porque como jefe de gabinete no llegas a poder dictar decretos u órdenes que te hacen cambiar el ritmo y la situación de los administrados. Con Miguel Ángel eran muy intensas las jornadas y yo creo que incluso ahora las alargo más. Suelo ser el que apaga las luces de este edificio -la Consejería- y por las mañanas no las doy, pero casi. Y durante el fin de semana hay muchísimos actos, en ese sentido parecido a cuando estaba con Revilla. Mi familia me ha perdido muchas horas de tiempo, pero ya me tenía perdido antes.

Entrando en la materia de su Consejería, respecto al sector primario, una de las principales reivindicaciones del sector es la consecución de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) para proteger los productos autóctonos. La de la anchoa, reclamada por las conserveras desde hace años, está en marcha, tal y como anunció el Gobierno recientemente. ¿Cuándo podría ser una realidad?

Sobre la IGP, en el sector primario, efectivamente hay varias denominaciones con certificados europeos que les dan calidad. Liébana probablemente sea el territorio con mayor número de certificaciones de Europa. Date cuenta de que tiene Quesucos de Liébana, Bejes Tresviso, Miel de Liébana… en poco espacio tiene muchas. La IGP le da valor añadido a cualquier producto y perseguimos la incorporación de nuevas carnes de vacuno de Cantabria. En cuanto a la anchoa, ha sido un larguísimo proceso que se ha iniciado hace poco, porque se decía que se iba a hacer y no se había hecho nada. Hace 15 días me reuní con una gran parte del sector conservero de Santoña, que sabía que mayoritariamente tiene interés por dar valor a un producto que es tan terriblemente bueno como conocemos. Queremos que no haya anchoas, como ocurre en estos momentos, que se pescan en el Cantábrico pero que se elaboran en Marruecos y luego se venden como de aquí. La anchoa se pesca en muchas zonas, pero para diferenciar la que se pesca aquí y se elabora por manos que lo llevan haciendo muchísimo tiempo, en Santoña, en Castro, en Laredo, en Colindres e incluso en San Vicente, queremos impulsar la IGP. En esa reunión, les dije que lo que necesito son dos de los otros que firmen un 'papeluco'. La IGP se inicia a instancias de una asociación o un productor, la Administración auxiliará la elaboración del informe para lo cual ya tenemos consignado en el presupuesto una partida para contratar un equipo redactor. También hemos informado a nuestros colegas de las comunidades limítrofes, -Galicia, Asturias y País Vasco-, por si se quieren adherir a la IGP de la anchoa del Cantábrico, pero si alguno no se quiere sumar no vamos a esperar, porque es algo necesario.

Frenar el éxodo del campo a la ciudad y el despoblamiento de las zonas rurales es uno de los principales retos al que nos enfrentamos como sociedad. ¿Qué plantea el Gobierno para contribuir a ello?

Esta Consejería tiene los presupuestos que marcan el sector primario y el medio rural. Se llama Desarrollo Rural no de casualidad, sino porque es nuestra pretensión. El Gobierno de Cantabria lleva bastantes años en la lucha, ahora famosa, tan traída y llevada en todos los mentideros, sobre el despoblamiento en las zonas rurales, lo que llaman 'España vaciada' en algunos lugares. Desde el año 95, con Miguel Ángel hemos hecho 2.000 kilómetros de carreteras sin salirnos de la Comunidad Autónoma. Hemos hecho la mejor red de comunicación de carreteras de carácter regional y municipal. Hace menos de 20 años, el que entraba en Cantabria notaba que estaba aquí por las malas carreteras que teníamos. Estábamos a la cola de España y hoy estamos justamente al contrario, en todos los pueblos y en todos los barrios hay carreteras muy dignas. Hemos luchado y seguimos luchando para que en el medio rural haya servicios, como médicos y maestros, y ahora se está trabajando para que llegue la banda ancha a cualquier rincón de Cantabria. Pero la gente no se queda en el campo solo por tener esos servicios garantizados, necesita de qué vivir. Entonces, en el sector primario, es decir, la ganadería, la pesca y la agroalimentación, que ahora tiene una importancia enorme, es donde estamos empleando nuestros esfuerzos, haciendo posible que la gente que se quiera quedar en cualquier lugar tenga la colaboración de esta administración. Empleamos recursos en las pequeñas empresas que se quieren instalar o que quieren tomar el relevo de sus padres, sobre todo haciendo ver que la gente tiene que desterrar aquello de que quien se quedaba en los pueblos es el fracasado. No, quedarse en el pueblo teniendo de qué vivir es algo honorable de lo que hay que sentirse orgulloso. La gente que hoy se queda en los pueblos tiene en ocasiones muchas más oportunidades de vivir dignamente que los que se acercan a la ciudad con el objeto de perseguir un sueño y luego hacen colas por 700 euros.

¿Qué relación tiene con los diferentes colectivos ecologistas como ARCA, Ecologistas en Acción o SEO/Bird Life?

Lo primero, quiero recalcar la importancia que tiene que por una vez todo lo relacionado con medio ambiente esté en una misma Consejería. Hasta ahora estaba separado en más de una, de tal forma que medio natural estaba en la que yo dirijo, pero la evaluación de impacto ambiental estaba en otra. Creo que es una oportunidad que el sector primario y el medio ambiente estén unidos porque la protección de los espacios y de las especies también va ligada al medio ambiente. Desde el principio de la legislatura lo primero que hice fue intentar estar en contacto con todos los colectivos que tienen algo que ver con nosotros. Además, una de mis primeras intenciones, que lo haré en las próximas semanas, es dirigirme a los más de 1.300 trabajadores para hablar con ellos y pedirles compromiso. Somos compañeros y nos necesitamos. Pero lo que creo que ya he conseguido mayormente es reunirme con todos los colectivos, como te decía antes. Con las cámaras agrarias, con las organizaciones profesionales agrarias y sindicatos ganaderos, con las cofradías de pescadores, con las asociaciones del sector agroalimentario y con los grupos ecologistas y conservacionistas. Con los grandes grupos he tenido más de una reunión y he coincidido en varios eventos, como en los actos ligados a la Cumbre Climática. Además, hemos conseguido darle vida al Consejo Asesor de Medio Ambiente de Cantabria (CAMAC), algo muy importante porque llevaba dos años y medio sin haberse reunido cuando tiene que hacerlo al menos una vez al año. Me he comprometido con ellos y son conscientes de ese compromiso porque ya les llamé para el Plan de Recuperación Ambiental del Saja-Besaya. Conté con ellos y lo haré también en la lucha contra las especies invasoras, concretamente el plumero de la Pampa, la japónica y el avispón asiático.

El control poblacional del lobo ha sido y es objeto de polémica, hasta el punto de que en el Pleno de esta semana ha tenido que intervenir para abordar el tema. ¿Qué hace necesario ese Plan de gestión de esta especie en Cantabria?

El Plan de gestión del lobo se aprobó en abril de este año y fue este consejero quien firmó las primeras medidas de actuación, como la extracción de ejemplares, hasta un 20%, un total de 34 en este momento. En ese plan también se advertían de medidas, que van aparejadas en el presupuesto con 600.000 euros, para ayudar a los ganaderos que tienen los beneficios de la cabaña extensiva, que son muy importantes, por ejemplo, en la lucha contra incendios, pero que tienen el coste agregado del daño de la fauna salvaje sobre esas especies. Para ello también hemos contemplado una partida en los presupuestos. Pero hay algo que tenemos que tener claro y que he repetido varias veces y es que en el conflicto entre el lobo y la ganadería hay una especie en peligro de extinción, a la que voy a defender con uñas y dientes, que es el ganadero. Y a ello me voy a aplicar porque Cantabria es genéticamente rural y ganadera, y si perdemos eso, perdemos identidad.

Siguiendo con los planes, ¿reforzará las medidas contra los incendios forestales, que antes ha mencionado, que en determinadas épocas asolan a Cantabria?

Estamos reforzando el plan de extinción que ya había en Cantabria. Pero principalmente hay tres cosas que tenemos que hacer: apoyar el ganado extensivo, reforzar la limpieza del monte, aunque es una tarea inacabable, y hacer más quemas controladas de la mano de los ganaderos, que son los que más saben. A veces se dice que son los propios ganaderos los que queman el monte, no voy a entrar en esa polémica, pero es cierto que hay que ampliar la limpieza de matorral. Vamos a ampliar también los trabajos en recuperar los cortafuegos, porque hay incendios que no se pueden apagar, hay que esperarlos y tener lugares para hacerlo. Hay grandes masas arbóreas en Cantabria donde hay que esperar al fuego que se ha iniciado porque no se puede apagar. Y, finalmente, vamos a intentar hacer una campaña, que ya se hizo hace muchos años, para intentar concienciar a todos los ciudadanos de Cantabria que somos vigilantes de los nuestro, de los montes.

Otro de los asuntos relacionados con el medio ambiente y cuya polémica parece no tener fin es el que concierne a la depuradora de Vuelta Ostrera. ¿Cuándo cree que podremos tener una solución?

Te está hablando un hijo de la Cuenca, yo soy de Suances, nací hace 54 años en la desembocadura del río, somos porteros de lo que aguas arriba se vertía. Yo me bañé en La Concha cuando tenías agua hasta las rodillas y no te veías los pies. Pertenezco a una de esas generaciones que se nos robó el olor a salitre y el agua transparente de las aguas, así que conozco perfectamente el problema. En los años 90 conseguimos, yo estaba entonces en la Corporación municipal de Suances, una depuradora que evitaba ese agua contaminada que nos bajaba y que dejaba muerto un río. Te podría contar experiencias extraordinarias de lo que yo he vivido en esta cuenca tan rica. En el año 2005 se inauguró la depuradora, creo que en el mes de julio, y un mes después el Supremo sentenció la demolición, estando ya denunciada. Ya como consejero me entrevisté con la ministra y le preguntamos por ello. Yo sigo opinando lo mismo que opinaba antes de estar en este cargo. Creo que es un despilfarro terrible tirar una depuradora que costó 4.800 millones de pesetas entonces y que costaría hacerla 110 millones 200 metros más arriba o más abajo. Pero las sentencias están para cumplirlas y yo las respeto, pero no sé si hay alguna otra medida. En cualquier caso es el Ministerio quien tiene que buscar otra ubicación, pero mientras no lo hace, la depuradora tiene que funcionar bien, que a veces no lo hace. Ese es mi cometido, exigirle al Ministerio que nos dé una solución definitiva.

Siguiendo con los temas controvertidos, hablemos de la mina de zinc, proyecto que algunos colectivos ecologistas han cuestionado por su posible impacto medioambiental. ¿El Gobierno garantizará que no se dé ese impacto negativo?

La mina no es una cantera, no es una mina a cielo abierto. Ojalá encontrasen suficiente mineral para recuperar muchos puestos de trabajo en una actividad en el subsuelo, a 500 o 600 metros de profundidad, en la que tú me dirás qué impacto puede tener. No oirías ni el ruido de las máquinas. La bocamina habría que ponerla en un lugar sin impacto, donde los informes pudiesen ser positivos. Al empresario, eso siempre he dicho, hay que darle certidumbre, que sepa qué puede hacer y qué no, pero también hay que dar seguridad jurídica, que no vuelva a haber Vueltas Ostreras. Con lo cual, yo creo que polémica, ninguna. 

El PSOE de Reocín cargó esta semana contra Revilla por sus declaraciones sobre la mina en las que aseguraba que el proyecto “va para largo”. “Se esta demostrando que es una cortina de humo”, señalaron los socialistas. ¿Es normal que entre socios de Gobierno se hagan estas acusaciones públicas?

El PRC ha pactado el Gobierno regional con el PSOE y nuestros socios son los firmantes del pacto, es decir, el secretario general, la secretaria de Organización y dos personas que nos acompañan en el Ejecutivo, y ellos son los que tienen que tener lealtad. Hasta ahora confirmo que la hay. Sobre esas voces que me cuentas, en ocasiones hay pequeños grupos que quieren sacar pecho, no lo veo bien, pero eso se lo tendrán que decir sus jefes, no yo.

¿Es decir, en el bipartito la relación es buena?

En el bipartito la relación es de lealtad y creo que en este momento hay buen entendimiento y diálogo. En lo que a mí respecta no tengo ningún problema.

Para terminar, Revilla anunció que estas serían sus últimas elecciones, ¿cómo se plantea su sucesión en el partido?

El presente es Miguel Ángel Revilla y es una decisión personal que él tiene que tomar. Yo a él le veo cada vez mejor y sé que después de su mujer y sus hijos soy quien más le conoce, que tuvo dolencias en lo físico hace unos años de lo cual ahora está prácticamente recuperado. Está físicamente mucho mejor que entonces, pero es que de cabeza le veo mejor que nunca. Es una persona de 76 años y dentro de cuatro estará cerca de los 80... Una genética así es para mí desconocida. Creo que no toca hablar de la sucesión en estos momentos, estamos en un partido muy armado, con muchos alcaldes y con gente muy buena. Hay muy buenos cuadros para en un hipotético caso hablar de sucesión.

Y cuando llegue ese momento, sea cuándo sea, ¿se ve como candidato?

No, yo soy uno más dentro de una organización y estaré donde el partido me ponga, pero también donde yo quiera estar, y en este momento no me planteo esa situación.

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