Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Un buen pedo me tiraba yo

Unos viven en la calle y otros usan perfumes de 100€ -- by the yes man@Flickr

María San Emeterio

No sé si a ustedes les pasará lo mismo, si retozan en esta misma enfermedad que me acartona el alma, pero lo cierto es que me voy evadiendo más y más de la realidad que con pena sincera me circunda. Eso es, exacto: me estoy convirtiendo en un individuo insensible. ¿Que el suegro de Granados dice que un empleado de Ikea dejó 900.000€ en un altillo de su casa? Ahí me ven a mí, tan impertérrita. La mirada indolente paseando sobre la superficie de la pantalla del ordenador. Lo mismo leo eso que “Rocco Ritchie endurece la pelea con su madre, Madonna”.

Ni un mísero tweet de queja sentida. Ni un amago de rictus, de emoción, en la cara. No, no es el bótox. Soy yo. ¿Que llegasen a copular siglas inadmisibles en el hipotético caso de que volvamos a tener un Gobierno que gobierne? Lo mismo. María cierra la web de El País. María abre Google. María busca “receta thermomix crema calabacín zanahoria”.

Claro, no se crean. Hay cosas que aún me retuercen las tripas, bien adentro. Tienen que ver, por norma general, con temas relacionados con la infancia. Y la verdad es que de tanto ver animales maltratados en mi muro de Facebook cada vez siento menos empatía con los animales maltratados, aunque sobra decir que me sigue pareciendo repugnante el maltrato animal. Es un tanto escalofriante todo. Quizá sólo me esté haciendo mayor.

Hace unos días me encontré con una de esas noticias que a) contribuyen a que yo, que no soy imbécil, tal vez algo inmadura, me evada de la realidad; b) hacen que me replantee el porqué de la supervivencia de la raza humana -en serio, cada vez lo entiendo menos, deberíamos haber completado ya algún ciclo no natural de estupidez- y c) justifican por sí solas que me pase los ratos libres o bien leyendo libros (literatura, olviden el ensayo), o bien viendo películas o navegando por las webs de Vogue y Elle. O sea, que no hago nada útil por la humanidad, básicamente porque estoy comenzando a pensar que el 80 por ciento estaría mucho mejor existiendo como animales o vegetales.

Lo habrán leído por ahí. Oferta laboral. Trabajo temporal. Navidad. Castellón. Sí, alguno de mis seres humanos con cualidades de lechuga, escarola o caracol decidió publicar esta ponzoña. Una oferta de empleo al que, vean, yo no podría optar. Que no es eso lo que hizo que fijara mis pupilas por cosa de un minuto en la noticia en cuestión. Pero que a ver, joder, lo que es joder, pues jode. Porque si buscan ingenieros aeroespaciales ya sé que no tengo nada que hacer; si es indispensable comunicarse en tres idiomas, otro tanto de lo mismo.

Pero vamos a ver, anda que no vendería yo bien colonias. Pues mira a ver, María, chica, que no puedes. La mujer, que debe de ser que los hombres –además de las personas de menor estatura- tampoco tienen habilidades para vender colonia, debía medir como mínimo 1,63 metros. No, claro que no se quedaba ahí la cosa. La moza, de entre 26 y 42 años (esa horquilla de edad la verdad es que me sorprende teniendo en cuenta el resto de perogrulladas) debía ser capaz de meter las caderas entre la talla 36 y la 40, oh, oh, sí, y vivir en las proximidades del centro comercial.

Este insulto a la inteligencia de un gorila de Cabárceno era una oferta laboral de cuatro días de duración en los que la no-enana-ni-gorda-ni-vieja elegida en el proceso de selección iba a percibir 7 euros la hora, huela señora, una delicia, las notas cítricas son las que proporcionan tan agradable olor. Un buen pedo me tiraba yo cada vez que fuera a ofrecer tan sutiles fragancias. Pero es que claro, los bajitos tenemos muy mal carácter. De ahí que ahora ya no nos quieran ni vendiendo perfumes.

Que sepan que hay dos estructuras de la subjetividad: el banquillo de la derecha lo ocupan los neuróticos-obsesivos-histéricos, mientras que en el de la izquierda sientan el culo los psicóticos-melancólicos-esquizofrénicos-paranoides. Todos pertenecemos a uno de los dos grupos. Yo tengo muy claro a cuál le rindo honores cada día. Lo que aún no he averiguado es con qué hortaliza me identifico más.

Sobre este blog

Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Etiquetas
stats