Cecilio, Luis y Alejandro fueron ejecutados hace 88 años en una noche oscura de septiembre de 1937 en Miera (Cantabria). Los tres eran de Castro Urdiales, soldados del denominado Frente Norte del ejército de la República. Los vecinos del pueblo les enterraron, con el miedo y el riesgo a ser descubiertos y represaliados, en la zona civil del cementerio de Mirones, junto a un muro de piedra. Años después el Obispado acabó por integrar este recreo laico y unificó todo el camposanto como cementerio católico.
Ochenta y ocho años después de su fusilamiento han comenzado los trabajos para desenterrar a los tres vecinos que comparten una fosa común: Cecilio Romaña Ortañeche, Luis Portillo San Emeterio y Alejandro Miquelarena Quintana. Lo han pedido sus familias, apoyadas por la Asociación Héroes de la República. “Esperamos que las tareas de exhumación tengan buen término y que se puedan identificar los restos y puedan ser entregados a sus descendientes, con el honor que merecen”, expresa Jorge Suárez, presidente del colectivo memorialista.
La exhumación de la fosa la impulsa el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática mientras que la Asociación reprocha que el Gobierno de Cantabria no ha hecho nada “a pesar de haber sido requerido varias veces por nosotros y que le obliga a ello la ley de Memoria Democrática”, cuestiona Suárez.
La fosa estuvo en todo momento localizada. Sobre ella, las familias erigieron un sencillo monolito recordando a las tres personas que allí yacen.
La exhumación se produce en el contexto de la futura construcción de un cementerio nuevo al lado del que ya existe, que se ha quedado pequeño y sin nichos disponibles. Lo anunció hace siete meses el Ayuntamiento de Miera. El futuro camposanto ya será municipal, no propiedad del Obispado como el actual.
Mirones, el pueblo de Pin el Cariñoso
Mirones es el pueblo de Pin el Cariñoso. José Lavín Cobo, un mítico guerrillero antifranquista asesinado a tiros en la calle Santa Lucía de Santander en 1941, que perteneció a la Brigada Libertad. Se echó al monte en 1937 y lideró una brigada antifranquista que mantuvo en jaque a la Guardia Civil en aquella primera posguerra en la zona del Miera y del Pas. Junto a él estuvieron Belisario Lavín Cobo, Nemesio Hazas Arce, su hermano Rafael 'El Ferroviario', Constantino 'El Madrileño', Ramiro Agudo, Andrés 'El de la Valienta', Plácido, Manuel, Raimundo Casar Acebo 'Tampa', Domingo Samperio 'Rada', Marcos Lavín Cobo 'Cenizo', su primo Pedro Lavín 'Melenas' y Orestes García. Además de una mujer: Dolores Lavín Cobo 'Lola'.
Formó un grupo de resistencia tan esquivo que la Guardia Civil llegó a decretar la evacuación de la comarca para ver si lo capturaba. Durante nueve meses establecieron un perímetro y obligaron a todos los vecinos a marcharse de sus casas.