Más de una decena de tractores han protagonizado este jueves una marcha por el centro de Santander en homenaje al joven agricultor fallecido David Lafoz, convocados por la Unión del Sector Primario de Cantabria. Zaragozano de 27 años, fue hallado muerto el pasado miércoles.
La tractorada ha partido a mediodía de la calle Eduardo García y ha llegado sobre las 13.00 horas al centro de la ciudad, encabezada por una pancarta con la fotografía del homenajeado con la inscripción 'Que ser valiente no salga tan caro', colocada en el primer vehículo de la fila, y en el segundo una pancarta en la que se podía leer 'Sin agricultura comeremos basura. D.E.P. héroe'.
Los tractores han marchado haciendo sonar sus bocinas y llamando la atención de los viandantes de las céntricas calles de la capital cántabra, mientras algunos se detenían para aplaudir o hacer fotos.
Tras atravesar las calles Isabel II y Calvo Sotelo los tractores han llegado a la sede la Delegación del Gobierno en Cantabria, donde aguardaban decenas de personas que han acudido a pie a participar en la convocatoria --entre ellos algunos representantes de Vox, como la portavoz del Grupo Parlamentario, Leticia Díaz--.
Allí se han parado para guardar un minuto de silencio y poner voz a un manifiesto que ha leído el presidente de la Unión del Sector Primario de Cantabria, Luis Miguel García, que ha exigido la derogación “inmediata” de las normas que “criminalizan” a los ganaderos y agricultores.
En concreto, ha pedido “menos papeles” y más precios “justos” para sus productos frente al “abuso de grandes distribuidoras y la hipocresía de las políticas verdes que nos arruinan” mientras se importa de otros países “sin control”.
“Basta de maltratar al sector primario”, ha reivindicado García tras recordar a David Lafoz como “un ejemplo de trabajo, esfuerzo y amor por la tierra” cuyo nombre ya “representa a miles de hombres y mujeres que luchan a diario contra la burocracia asfixiante, la criminalización constante, el abandono institucional y la indiferencia de quienes legislan desde la comodidad de sus despachos, sin pisar nunca el barro, sin mirar a los ojos al que ordeña, al que siembra y al que cría”.
“David no murió por accidente. David fue víctima de un sistema que hostiga al agricultor y al ganadero, que les impone normas imposibles, que les arrincona con multas, sospechas y exigencias ideológicas, ajenas al sentido común y a la vida rural”. “Hoy el campo está de luto, pero no está vencido. Hoy gritamos con rabia y con esperanza por David, por el campo y por España”, ha concluido el manifiesto.