No se relajen

La derecha está triste, qué tendrá la derecha. Han pasado de regañarnos a regañar entre sí, de querer pactar a querer quitarse el sitio y de tirarse los tejos a tirarse piedras. Las urnas han sido un jarro de agua fría que han apagado las soflamas y las han convertido en humo. Casado tiene miedo, Rivera anda ocupado en quitarle el sitio y Vox está mustio porque se ha dado cuenta de que Abascal no es Aragorn. Se agradece su silencio. ¿Lo oyen? Disfrútenlo pero no se engañen, es sólo la calma que precede a la tormenta que se avecina.

Pronto llega el 26M en el que la izquierda concurre también dividida y la derecha podría recobrarse de la derrota. Los ayuntamientos del cambio penden de un hilo y el votante que se movilizó contra la amenaza fascista podría desmovilizarse desmotivado por las peleas internas o por un exceso de confianza como le pasó al Barça en Anfield. La victoria de las generales es un acicate si se aprovecha, pero también una anestesia, si la izquierda se relaja por euforia.

Las tornas pueden girar en un clima tan impredecible. No hay nada ganado, ni siquiera está cerrado un gobierno central progresista. ¿Quién nos asegura que los dos veletas, Sánchez y Rivera, no vuelven a mirarse con arrobo si en las próximas elecciones salen reforzados por las urnas? Está bien que Iglesias haya cambiado la aspereza hacia el PSOE por la cordialidad, la imposición ansiosa por la proposición tranquila, pero no creo que deba bajar la guardia porque ni está hecho el pacto ni se ha hecho casi nada todavía para cambiar España.

De la anterior legislatura, apenas salió nada, aparte de la subida del sueldo mínimo, el acuerdo de las pensiones y el aumento de impuestos a las rentas más altas. Pero queda todo por hacer. Siguen vigentes la reforma laboral y las leyes mordazas. Seguimos esperando una ley hipotecaria que nos defienda de las cláusulas abusivas como ha vuelto a dictaminar en marzo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Seguimos esperando que los bancos nos devuelvan su deuda igual que le cobran al ciudadano las suyas.

Faltan leyes contra la uberización del trabajo y la burbuja de la vivienda. Falta protección contra los abusos machistas. Queremos un pacto por la educación y un modelo económico que proteja a las personas y al planeta, que impulse la investigación y la ciencia. Queremos una solución pactada para Cataluña. Queremos que exhumen a Franco y sus víctimas sean recuperadas de las cunetas. Puestos a pedir, exigimos decidir entre monarquía y república.

Queda todo por hacer. Hay que ahondar en los cambios que se han hecho en los ayuntamientos y asegurar un giro del gobierno hacia la izquierda. No se relajen. Ni votantes ni activistas ni manifestantes ni militantes ni partidos progresistas. La tortilla puede darse la vuelta y el fascismo acecha.

ESTE JUEVES A LAS 10H, EN WWW.CARNECRUDA.ES, “OFENDIDITOS, LOS ULTRAS RIDICULIZAN LA PROTESTA”

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