Carta con respuesta es un blog del escritor Rafael Reig. Dejad vuestros comentarios en este blog sobre vuestras preocupaciones políticas, sociales, económicas, teológicas o de cualquier índole, y él os responderá cada martes.
A Mariano Rajoy
Estoy firmemente convencido de que una sociedad, un país, no se mide por sus premios Nobel, por sus Oscar, por sus medallas olímpicas o por sus grandes genios. El único valor de una sociedad es su cimiento, no las cúpulas sobresalientes. Y creo que el único cimiento moral capaz de sostenernos es el trato que damos a los más desprotegidos. Miremos para abajo y no para arriba. Lo único que nos da entidad es cómo garantizamos que reciban apoyo quienes más lo necesitan, los parados, los discapacitados, las personas dependientes, los presos, los pobres, los ancianos, los inmigrantes.
Señor Rajoy, ¿hacia dónde mira usted? Me da la impresión de que va con la cabeza muy alta y ha perdido de vista a los que más ayuda necesitan. No es el único, ya lo sé, pero es el que ahora se rasga cínicamente las vestiduras por la muerte de 700 personas, después de haber impedido rescates en el mar para evitar “el efecto llamada”. ¿Qué rayos es ese efecto? ¿Qué importancia tiene semejante efecto frente a la vida de una sola persona, no digamos ya de 700? ¿Cómo puede defender la libre circulación de los capitales y en cambio poner trabas a la inmigración? ¿Que entonces se vendrían todos a Europa? Bueno ¿y qué? Tienen el mismo derecho que nosotros a vivir aquí, ¿no le parece?
A usted le interesa la “marca España”. A mí, no; a mí me interesa España, pero no como marketing, sino como un lugar para vivir. Para la marca esa que usted quiere vale el pináculo: cien millonarios, cuatro atletas, cinco escritores, dos directores de cine. Para España no vale, porque cada vez que dejamos sin protección a un parado, a un inmigrante, a una persona dependiente, a un preso o a un anciano, nos estamos quitando suelo de debajo de los pies; nos quedamos sin cimiento moral o, para que usted me entienda: nos empobrecemos, el corazón se nos encoge y endurece, y todo lo que se pueda conseguir en las alturas se vacía de sentido y se vuelve contra nosotros. Con cada ayuda a los bancos deja desprotegidas a muchas víctimas de desahucio. Así, al final, existirá la “marca España”, pero España desaparecerá como entidad moral.
Mi pregunta es ésta: ¿no cree usted que su política es responsable de la muerte de muchas personas? Para no hablar de la vida miserable de muchas más. Deje de ir con la cabeza tan alta o acabará tropezando con sus víctimas, a las que nunca dirige la mirada.