Hace siete meses de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura dio luz verde a una transferencia de agua de tres hectómetros cúbicos desde este acueducto y a través de la Tubería Manchega para salvar la situación crítica de las Tablas de Daimiel. El pasado mes de agosto, el Parque Nacional comenzó a recibir este ‘minitrasvase’. Ha sido la primera derivación de emergencia para las Tablas en 13 años.
Llegó la hora de hacer balance y esta semana se ha reunido el Patronato del Parque Nacional. Como es habitual, en este encuentro ha habido reflexiones para todos los gustos, pero también un dato indiscutible: solo hay unas 150 hectáreas encharcadas en las Tablas, un 10% de la superficie encharcable y muy por debajo de las 1.000 que preveía el Gobierno de Castilla-La Mancha a largo plazo. No obstante, fuentes del Patronato precisan a elDiarioclm.es que todavía es pronto para decidir si el trasvase ha funcionado y que el invierno será fundamental.
En la reunión de esta semana, el presidente del Patronato Rector del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, Esteban Esquinas, sí que ha afirmado que hay buenas perspectivas para el humedal desde el punto de vista “anímico”, aunque reconocía que la pluviometría ha sido “muy mala”. De hecho, confía en que esta situación cambie y pueda favorecer la recuperación de la superficie encharcada.
De entre los puntos del orden del día, antes del comienzo de la reunión, Esquinas destacó el informe ambiental y de gestión que realizará el director del Parque sobre la situación del mismo como consecuencia de ese trasvase de tres hectómetros cúbicos realizado desde finales de agosto hasta primeros de de octubre con un resultado de encharcamiento de “unas 140 o 150 hectáreas aproximadas”.
El compromiso del trasvase es “3+3”, recordaba el presidente del Patronato sobre los tres primeros hectómetros cúbicos ya trasvasados. Esta derivación de agua “no se ha paralizado del todo” y en este momento hay un caudal continuo de unos 200 litros por segundo que sirve para el mantenimiento de las Tablas. Su evolución, explicó, estará “más basada en las pruebas de la tubería manchega donde el caudal sobrante llega al Parque”. En la finalización del total de esos seis hectómetros cúbicos, añadirá 100 hectáreas adicionales, para alcanzar así aproximadamente 240 hectáreas inundadas en el Parque Nacional.
Respecto a las obras para la restauración ambiental del itinerario de la Isla del Pan, consistentes en la decapación de entre 30 y 35 centímetros de acumulación de fangos, bacteria vegetal y especies no deseables que han ido invadiendo la zona, Esquinas informó que está “prácticamente acabadas”. La previsión es que a finales de año pueda reabrirse al público como uno de los itinerarios básicos dentro del Parque Nacional, que también ha supuesto la renovación de las pasarelas que permiten sus visitas en esa zona.
Por su parte, Alberto Fernández, de WWF, ha afirmado que las Tablas cuentan con un porcentaje “muy bajo, de entre un cinco a diez por ciento” de superficie inundada, como consecuencia de la “continuada sobreexplotación del acuífero 23 desde los últimos periodos de grandes lluvias en 2010”.
"Hay 52.000 hectáreas ilegales que extraen 92 hectómetros cúbicos anuales y que podrían contribuir muy positivamente el acuífero”
Una situación que, a su juicio, está retrocediendo en el proceso de recuperación del acuífero 23 para que permita la salida de agua desde los Ojos del Guadiana aportando 35 hectómetros cúbicos, “que es lo que tendría que estar aportando al acuífero”.
Además, ha pedido al Patronato una función didáctica o educativa al sector agrario para corregir “graves errores estructurales”. Detalla, entre ellos, las 52.000 hectáreas ilegales que extraen 92 hectómetros cúbicos anuales que podrían contribuir “muy positivamente el acuífero” y comenzar así a aportar agua a las Tablas. Señaló también a la “sobreextracción” de 35 hectómetros cúbicos por encima de lo normal, algo que hay que corregir“.
“El camino que tenemos es muy duro y muy complicado”, valoraba el portavoz de WWF en el Patronato, ya que, a su juicio, “hace falta una solidaridad y una transición justa a través de la mejora de la percepción de los agricultores, posicionando la calidad a la cantidad de su producción”, algo que, zanjaba, “también está en manos de una política agraria”.
Precisamente, con motivo de la reunión del Patronato, WWF ha elaborado un vídeo donde advierte la situación dramática en la que se encuentra este emblemático humedal:
“Daimiel es el epicentro del robo del agua”, asegura esta organización ecologistas. Una investigación de WWF concluyó que aproximadamente unas 51.465 hectáreas de cultivo se riegan con agua extraída ilegalmente, el equivalente a 62.300 campos de fútbol.
Tres décadas de emergencia
En 2023 se cumplirán 50 años de la declaración de las Tablas de Daimiel como Parque Nacional. Tiene más de 3.000 hectáreas, de ellas unas 1.500 encharcables. En más de la mitad de ese medio siglo de vida, durante unos 30 años este ecosistema fluvial producido por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela ha pasado por situaciones de emergencia en función de los ciclos hidrológicos y debido a la sobreexplotación de los acuíferos. Hasta en el subsuelo, las conocidas como turbas se han llegado a incendiar por autocombustión debido a la falta de oxígeno.
En esa historia, las Tablas, refugio de avifauna como zona de invernada, mancada y nidificación, la búsqueda de soluciones no ha cesado. La última, tras los dos últimos años de crisis en su encharcamiento: un trasvase desde el Tajo, el primero en 13 años y de tres hectómetros cúbicos (hm3), frente a los 20 que se derivaron en 2009. Esta decisión de la Comisión de Explotación del trasvase se produce después de que también se aprobaran bombeos de agua de pozos en septsiembre de 2021.
Ahora, de cara al siguiente balance, todo está en manos del trasvase del Tajo, del funcionamiento de la tubería manchega y de la lluvia.