Las organizaciones agrarias reclaman a la Confederación del Tajo que actúe en los cauces: “Ni limpian, ni nos dejan limpiar”

Pilar Virtudes

8 de abril de 2025 12:09 h

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La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha y de Madrid, al igual que ha hecho ASAJA en las últimas semana, han reclamado a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) que limpie los cauces de su zona de actuación o que, al menos, otorguen el permiso para limpiar.

Dichas Uniones Territoriales de UPA piden, en un comunicado, que los cauces de los ríos se mantengan en su curso habitual, y no se modifiquen por las últimas riadas, lamentando que “ni limpian, ni nos dejan limpiar”.

La organización explica que el cambio climático, tal y como los científicos llevan años pronosticando, está provocando que los regímenes de lluvias sean cada vez más imprevisibles, irregulares y extremos.

La organización recuerda que en los últimos tres años, en España se ha pasado de una de las peores sequías de la historia a un mes de marzo con precipitaciones extremas, sin olvidar el episodio más dramático, la dana del 29 de octubre, que han causado daños humanos y económicos incalculables.

Estas precipitaciones extremas han vuelto a demostrar una necesidad sobre la que los agricultores llevan años advirtiendo, la de realizar una adecuada gestión de los cauces de ríos, barrancos y arroyos para que canalicen adecuadamente el agua y se eviten desbordamientos que causan graves daños en la agricultura de las zonas de ribera.

La limpieza de los cauces es imprescindible para hacer frente a las precipitaciones extremas que se ven favorecidas por el cambio climático. “Con más lluvias, antes no se producían tantos desbordamientos”, aseguran desde UPA.

ASAJA urge a tomar medidas

También ASAJA Castilla-La Mancha ha reclamado, tras las intensas lluvias de marzo, a las Administraciones competentes el mantenimiento adecuado de los cauces fluviales y de los taludes de las vías de comunicación, una demanda que llevan años realizando y que “se ha vuelto aún más urgente”, según han señalado en un comunicado.

La organización argumentaba además que las intensas lluvias han agravado aún más el estado de las infraestructuras, donde la sobreabundancia de madrigueras en taludes de carreteras, vías ferroviarias y otras construcciones públicas supone un riesgo añadido. La erosión provocada por el agua debilita estos terrenos ya afectados por la proliferación de conejos, aumentando la posibilidad de hundimientos, desprendimientos y daños estructurales que pueden poner en peligro el tránsito y la seguridad de las comunicaciones.

El presidente de la organización, José María Fresneda, insistía hace unos días en que la falta de limpieza en los cauces de ríos y arroyos es un problema recurrente, “que no solo agrava el impacto de fenómenos meteorológicos adversos, sino que, además, destruye cultivos, provoca pérdida de suelo fértil y deterioro de infraestructuras rurales como caminos y puentes. Además, la acumulación de restos y maleza, así como la gran cantidad de madrigueras en puntos claves, como puentes, pasos y vados, aumentan el riesgo de desbordamientos y de catástrofes”.

Por otro lado, la organización agraria ha denunciado que la normativa actual dificulta en exceso las labores de limpieza, impidiendo que los propios agricultores y ayuntamientos puedan actuar en zonas como los cauces, incluso cuando están dispuestos a asumir los costes. “Las administraciones competentes no dejan limpiar y tampoco limpian ellas, como sería su obligación. Algunos cauces llevan años sin mantenimiento, están completamente taponados y, cuando revientan, arrasan con todo a su paso”, ha lamentado.

En definitiva, ASAJA CLM exige a las administraciones responsables que tomen medidas inmediatas para garantizar la limpieza y mantenimiento de ríos, arroyos, carreteras y ferrocarriles y evitar así más daños en las explotaciones agrarias y ganaderas.

Los ayuntamientos piden a CHT más flexibilidad

También y en relación con la limpieza de los cauces, más de un centenar de ayuntamientos de Guadalajara, y varios de Madrid, además de varias asociaciones y mancomunidades de la provincia alcarreña se han sumado al manifiesto de apoyo al Consistorio de Jirueque en relación con la sanción establecida por la Confederación Hidrográfica del Tajo contra él y piden una “mayor flexibilidad” para realizar obras “urgentes o necesarias” en sus términos sin “temor” a ser sancionados.

Esta sanción ha enfrentado a la Confederación del Tajo, que afirma que sancionó al Ayuntamiento de Jirueque por la realización de trabajos consistentes en excavación y depósitos de material extraídos en zona de servidumbre y policía del cauce del arroyo de los prados, en término municipal de Jirueque, sin autorización o concesión administrativa de este organismo.

Mientras, el Consistorio de la localidad afirmaba que la multa impuesta, de 2.600 euros, fue por “limpiar el río”, a pesar de que, asegura, contaban con permiso de la propia Confederación, algo que ha negado el organismo de cuenca.

En total, 95 ayuntamientos de la provincia de Guadalajara y dos de Madrid, 2 asociaciones, 11 Eatim y 4 mancomunidades, han manifestado este lunes su “oposición y rechazo” hacia “determinadas actuaciones” por parte del organismo estatal que, “sin atender a razones y basadas en normativas arcaicas y a menudo con apariencia especulativa, acaban perjudicando a nuestros municipios, con graves consecuencias sociales y sanitarias para nuestros vecinos, además de las económicas”, han señalado este lunes a través de un comunicado de prensa.

Los consistorios solicitan una reunión con la Subdelegación del Gobierno, con el fin de poder abordar algunos asuntos de interés para ellos como el de mejorar los mecanismos de comunicación con la Confederación Hidrográfica del Tajo, al objeto de facilitar el acceso a la información por parte de sus municipios porque “no, por pequeños, merecedores de menor respeto y consideración”.

También reivindican realizar limpiezas “regulares y sistemáticas” de los cauces de sus ríos y arroyos a fin de “evitar o paliar” las consecuencias negativas de posibles crecidas o riadas y que las posibles sanciones a imponer sean “en casos absolutamente necesarios y basadas en criterios razonados y razonables”.

Además, demandan una mayor “flexibilidad” por parte de la CHT para que los pueblos realicen las obras urgentes o necesarias en sus términos, sin temor a ser sancionados ya que son sus propios vecinos y sus representantes, los máximos interesados en mantener sus cauces en condiciones óptimas.

También exigen establecer mecanismos de mediación y arbitraje en casos de discrepancias entre las partes.

“Creemos que la Confederación tiene una magnífica oportunidad de rectificación y para ajustar su organización con la finalidad de dar un servicio más cercano, más proporcional y, sobre todo, más justo a los municipios sobre cuyas cuencas hidrográficas tiene competencia”, concluyen.