Quiénes fueron los reyes visigodos Recesvinto y Wamba y por qué hablamos de ellos 1.300 años después de su muerte

No es algo que suceda con frecuencia. Dos ciudadanos pidiendo un entierro “digno” para dos reyes que gobernaron hace más de mil años. Pero es lo que ha ocurrido con los reyes visigodos Recesvinto y Wamba, en cuya defensa han salido dos ciudadanos de Toledo. El exalcalde de Toledo, Joaquín Sánchez Garrido, y el historiador Jorge Miranda hicieron una petición pública, apoyados en las cartas que habían escrito a distintas administraciones, y el Arzobispado de Toledo ya ha respondido: estudiarán qué hacer con los restos de estos dos monarcas que yacen en una “cajita” en la Catedral de Toledo desde 1845.

“Estamos encantados de que el Arzobispado tome interés. Pero lo que buscamos no es solo el entierro, es su rehabilitación histórica, y que además tengan un enterramiento como Dios manda, con funerales de Estado”, especifica el exalcalde toledano, Joaquín Sánchez Garrido. Además, advierte de que la catedral realmente solo ha sido “depositaria” de los restos, y que la competencia real de su gestión sería el Gobierno de España. “Puede ser el ministro de Cultura o el de Presidencia”, afirma.

Sánchez Garrido y Miranda no son los únicos que reclaman un enterramiento para Wamba. El Grupo Parlamentario Popular preguntaba en el pasado mes de febrero al Gobierno de España por el traslado de los restos de Wamba a la localidad burgalesa de Pampliega. Ahí falleció el rey visigodo y el rey Alfonso X fue el que dio la orden de trasladarlo posteriormente a Toledo. “Con nocturnidad y alevosía”, reclamaban desde el consistorio burgalés.

Pero, ¿quiénes fueron realmente Recesvinto y Wamba? Los reyes gobernaron entre los años 649 y 672, y 672 y 680, respectivamente. Sus restos se encontraron en 1845 en la cripta Santa Leocadia situada junto al Alcázar de Toledo y que pertenecía a una iglesia del Convento de Capuchinos, hoy desaparecido. El hallazgo no fue casual, ni mucho menos. Fue obra de una Comisión de monumentos históricos y artísticos de la provincia, cuyo encargo era encontrar los restos mortales de estos reyes. 

Tras encontrar los restos, se depositaron en una caja lacrada y sellada, que debía ser un lugar provisional. En la documentación de la época se recoge, según ha estudiado el experto Francisco García Marín, que la “elegante urna” se entró al Cabildo de la Catedral para que fuesen depositados, hasta encontrar su destino “permanente”. Pero ahí se quedaron durante casi dos siglos. 

De los reyes “más representativos”

“Indudablemente, son dos de los reyes más representativos del reino visigodo de Toledo”, reflexiona el director del yacimiento arqueológico de Guarrazar, Juan Manuel Rojas. Guarrazar es una de las muestras del esplendor visigodo, joyas que ahora se reparten en varios museos del mundo. Ambos reyes llegaron a una ciudad, la 'Toletum' visigoda, cuando el rey Leovigildo ya se había encargado de fortalecer la capitalidad de un reino que traspasaba incluso las fronteras hasta la Galia, Francia.

“En la época de Recesvinto y Wamba, el reino visigodo abarcaba la península completa”, explica Rojas. Se detiene especialmente en la figura del segundo monarca, de quien es de los que “más se conoce”, gracias al arzobispo Julián de Toledo, quien escribió la 'Historia del rey Wamba'. “Nos cuenta los episodios en los que intentó mantener la unidad de la Hispania visigoda”, señala Rojas.

El Liber Iudiciorum, o 'Código de Recesvinto', fue un tratado de leyes que “aún siguen vigentes hoy en día”. “Tenemos que ser conscientes de que en nuestra cultura actual todavía hay elementos que se deben a esa época”, advierte el historiador.

Fue una época fundamental para entender lo que serían luego los reinos cristianos

Y es justamente en este concepto en el que se detiene el historiador. “Fue una época fundamental para entender lo que serían luego los reinos cristianos. Los reyes de Castilla y León siempre se miraban en el reino visigodo”, asegura Juan Manuel Rojas. Es entonces así como se fundamentan los pasos que siguieron quienes “unificaron Castilla y Aragón, desde donde surge luego la España actual”.

Y todo desde Toledo, la “sede regia”. Fue el lugar elegido por este reino para gobernar, por encima de otras ciudades como Barcelona o Hispalis (Sevilla). Los visigodos llegaron a Toledo entre los años 540 y 550, con la idea de engrandecer el reino. “Esta es la importancia, que fueron reyes que lucharon por mantener un territorio. Por eso es importante valorar estas figuras en la actualidad”, señala. Y Rojas hace también referencia a otros reyes. “Finalmente, lo único malo es olvidar que existieron”.

“Si nosotros mismos como actuales habitantes de la antigua capital del reino visigodos no somos conscientes de lo que esto supone, entonces ahí está el problema”, reflexiona el historiador. La 'Toletum' visigoda era un punto “clave” para “poder controlar toda la península”. “Como director de Guarrazar, me veo responsable de transmitir estos conocimientos”, concluye.

El Cabildo recuerda que no tiene competencias

El Cabildo Primado de la Catedral de Toledo recuerda que el templo acoge los restos por una orden del Gobierno de España y que por “acuerdo Capitular” se decidió que descansaran en la Capilla del Corpus Cristi, al no tratarse de reliquias de santos. En este lugar, recuerda el Cabildo, “vivieron su fe y recibieron los sacramentos ambos reyes”. Desde que los restos están en este lugar, se celebra una Misa funeral por el eterno descanso de estos reyes godos, con asistencia de miembros de diversos Capítulos y de representantes de la Real Casa de los Godos.  Finalmente, señalan que la Catedral solo es “depositaria” de los restos mortales y, por tanto, no es su competencia decidir sobre su traslado “a ningún otro lugar fuera del templo primado”.