Este blog es un espacio de colaboración entre elDiario.es de Castilla-La Mancha (elDiarioclm.es) y el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla-La Mancha para abordar diversas cuestiones sociales desde la reflexión, el entendimiento y el análisis.
Quiero coger el tren del progreso
¿Qué es el progreso? Esta cuestión es tan genérica que puede ser tan fácil como difícil, pero desde el primer punto de vista, se puede cometer el error de responder de forma rápida y, aunque no equivocada, sí quedaría una respuesta vaga e incompleta.
Toledo recibió el progreso en forma de tren de velocidad alta (que no es lo mismo que alta velocidad, cuestión que daría para artículo) en 2005. Las estaciones de Santa Bárbara y Atocha quedaron a tan sólo 30 minutos de distancia, pero los servicios ferroviarios de Toledo retrocedieron en ese momento al siglo XIX. La que las veces de capital regional dejaba en ese momento de estar conectada con la Estación de Castillejo, nudo ferroviario que además de con Madrid, le permitían tener conexiones con Cuenca y Valencia e incluso, llegando a Alcázar de San Juan, con Andalucía y el sur-levante peninsular.
También se perdían las conexiones más cercanas: Aranjuez, Ocaña o Seseña. Otras muchas ya habían desaparecido con la construcción de la primera línea de alta velocidad, con la que también dejaron de tener servicio estaciones que no desaparecieron e incluso se hicieron nuevas. Los edificios de las mismas aún se mantienen en pie, en ocasiones junto a las vías, como en Malagón viendo pasar un tren muy rápido sin poderse sus habitantes subir a él.
Como ocurriese en su día con Teruel y su campaña contundente de 'Teruel Existe', son los y las vecinas extremeñas quienes han puesto el foco en la deficiente infraestructura ferroviaria de España. Frente al discurso triunfalista que esgrimen los gobiernos, basado en que tenemos la segunda mayor red de alta velocidad, la realidad es que es la conexiones son pocas y dejan mucho que desear. Y esto por no hablar del “madridcentrismo” con el que se está desarrollando la red, que puede que como castellanomanchegos nos sea de provecho, porque para conectar capital y periferia las vías tienen que pasar por aquí, pero no a cualquier precio.
Como las cinco capitales provinciales cuentan con su conexión a la alta velocidad y con Madrid poco importan ya el resto de servicios que se prestaban
Ese precio es que como las cinco capitales provinciales cuentan con su conexión a la alta velocidad y con Madrid poco importan ya el resto de servicios que se prestaban. No solo el ya citado caso de Malagón, línea que no para desde 1988, tampoco en Mora o Los Yébenes, o los pueblos que de Ocaña a Cuenca llevan desde 2022 con sus estaciones como vestigios del pasado. Nada está conectado en Castilla-La Mancha por ferrocarril, pero, al tener con la de Puertollano seis estaciones de alta velocidad en activo, no tenemos motivo para la queja.
Al no ocurrir esto en Extremadura, se ve más lógico que su ciudadanía se queje, pero hay una cuestión en la que nos han tomado ventaja: no reclaman AVE, sino un servicio ferroviario de calidad. Sí, es la primera vez que lo llamo AVE, porque sea lo que sea, es tren. Detesto escuchar frases como “voy en AVE, me sale al AVE a tal hora”, etc. Aunque no se sea consciente, es una clara muestra de cómo nos han metido en la cabeza la idea diferenciadora y de que una cosa es básica, convencional y casi cutre, mientras lo otro es casi esnob. Por esto aplaudo cómo se vienen organizando las reivindicaciones y los mensajes desde Extremadura, porque no es que no quieran la alta velocidad, pero no quieren renunciar a tener un servicio de calidad allí donde este ya existe.
Pero las reivindicaciones ferroviarias no son algo reciente. Escribo esta entrada con cierta nostalgia porque mi acercamiento a estos movimientos viene de hace ya 20 años. Soy de Madridejos, por donde nunca pasó ninguna vía y ni mucho menos hubo una parada o estación de tren. Sin embargo, a mediados de los primeros años 2000 se abrió una ventana de oportunidad: la construcción de un tramo de vía entre Mora, partiendo de la línea Madrid-Sevilla actual, hasta Alcázar de San Juan, desde donde se renovaría la anterior línea para prestar servicios de alta velocidad hasta Jaén.
Los estudios informativos que preparó el Ministerio de Álvarez Cascos y Magdalena Álvarez entre 2003 y 2007 no solo contemplaban entre sus opciones que las nuevas vías atravesaran mi municipio, sino también la opción de una parada y estación junto a la Autovía de los Viñedos entre Madridejos y Consuegra.
Después llegó 2008. A pesar de una resolución positiva de la Secretaría de Estado de infraestructuras que modificaba parte del trazado para no afectar a las Lagunas de Villafranca de los Caballeros, la gran recesión global dejó todo en suspenso por más de tres lustros. Quizá para Madridejos y Consuegra no fue mucha la pérdida: ni teníamos estación, ni la tenemos. No igual para aquellos que sí que tienen algo que perder: todas las localidades desde Alcázar de San Juan en adelante (Manzanares, Valdepeñas o Santa Cruz de Mudela) que han perdido servicios en detrimento del tráfico de trenes que, con la construcción de las vías hasta Málaga y Granada, se ha derivado al trazado de la línea que entró en funcionamiento entre Madrid y Sevilla en 1992.
De nuevo Madridejos y Consuegra sin estación
¿Y por qué este asunto ahora? En 2025 el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha cambiado de criterio y ha publicado estudios informativos para hacer llegar la alta velocidad a Jaén a través de un bypass en Montoro (Córdoba) que parta desde la línea Madrid-Sevilla. Esto no solo dejaría sin estación a Madridejos y Consuegra, alargaría los kilómetros para llegar a la capital jienense y a buen seguro, supondría la suspensión de trenes que cubren en trayecto entre Madrid y Jaén afectando también a otros municipios de otros puntos del actual trazado como Villacañas. Además, estas obras no suponen ningún beneficio para Montoro, que solo se nombra por la cercanía, pero donde no se va a construir estación ni se va a prestar servicio alguno.
Se trata, en definitiva, de un ejemplo más de que lo importante es que la alta velocidad llegue a las capitales, sin importar cómo. Así, basta mirar el mapa para ver cómo las estaciones de Cuenca, Segovia o Camp de Tarragona están tan alejadas de los núcleos urbanos que requieren de desplazamientos en coche para acceder a ella. O el trazado de la línea que llega a Granada, que parte desde la línea entre Córdoba y Málaga a altura de Antequera ofreciendo una conexión poco directa y que hace que el ahorro en tiempo desde Madrid sea de pocos minutos.
No quiero terminar sin agradecer de forma sincera a quienes han recuperado y retomado el testigo de la Plataforma en Madridejos y Consuegra con más tesón y tenacidad que hace ya 20 años. Pero también a todas las luchas desde Galicia, que quieren mantener la línea paralela a la costa atlántica como Cercanías; el Pirineo Aragonés que junto con organizaciones francesas reclama la reapertura del túnel de Canfranc; las reivindicaciones en Ocaña, Mora o el norte de la Región de Murcia. Gracias por promover y defender el tren de y para todos y todas.