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Este 2021, la Guardia Civil festeja este año a su Patrona en un momento más optimista que el año pasado. Lo que no ha cambiado ni un ápice es el grado de compromiso de los agentes con la ciudadanía castellano-manchega, con el mantenimiento de la seguridad ciudadana. Por eso, mi primer mensaje en este día de fiesta es de agradecimiento a esa total implicación, que no se ha visto mermada a pesar de las dificultades derivadas de la situación extraordinaria que estamos viviendo desde hace año y medio.
Quiero destacar, además, el ejemplo de compromiso diario de la Guardia Civil con el servicio público. Un compromiso que buscar dar una respuesta satisfactoria a la necesidad social de paz, seguridad y libertad.
Junto con la Policía Nacional, este Cuerpo se ha ganado a pulso ser el primer garante de la tranquilidad y de la seguridad pública en España y, además, quiero destacar que lo ha hecho también demostrando una gran capacidad de adaptación a los cambios sociales.
La modernidad, la innovación y la vanguardia que demuestra la Guardia Civil le ha permitido saber dar una respuesta ágil, rápida y acertada a las amenazas y desafíos desafíos actuales para la seguridad ciudadana. Las nuevas tecnologías, que tanto ayudan en nuestro día a día, también han abierto una puerta a un nuevo tipo de delincuencia. La lucha contra los ciberdelitos, el ciberacoso, las estafas online tiene cada vez más presencia en las actuaciones de nuestro agentes.
Pero esa irrupción no ha influido en la buena respuesta de la Guardia Civil al mantenimiento de la seguridad y el orden público. La tasa de criminalidad en Castilla-La Mancha, que se sitúa en 32,3 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, no sólo es la octava mejor cifra de toda España sino que, además, se sitúa casi siete puntos por debajo de la media nacional.
Eso da tranquilidad y confianza no solo en las grandes urbes, sino especialmente entre los vecinos de los pueblos más pequeños. Es impensable imaginar el ámbito rural sin la presencia de la Guardia Civil y en momentos clave, de auxilio, como fue el episodio de fuertes nevadas de Filomena o las recientes inundaciones sufridas por muchos pueblos, han demostrado su enorme valía.
La tranquilidad y la confianza la dan también el esfuerzo permanente de los hombres y mujeres de la Guardia Civil por estar preparados, por mantener un alto grado de formación y especialización en materias como la violencia de género, seguridad vial (a través de las agrupaciones de Tráfico), la protección del medio ambiente o el maltrato animal. Al igual que la labor que se lleva a cabo en prevención de la delincuencia, especialmente dirigida a los colectivos más vulnerables.
La Guardia Civil sopla ya los 177 años de vida y, en todo este tiempo, la institución ha experimentado cambios importantes. Uno de los principales, de los necesarios y de los que responden a un acto de justicia, es la incorporación de la mujer.
Es un compromiso del Gobierno de España impulsar la carrera profesional de la mujer en la Guardia Civil. Favorecer que cada vez sea mayor su presencia y que cada vez sea más las mujeres entre los mandos. Pero aquí, y aunque queda mucho camino por recorrer, Castilla-La Mancha sí puede presumir de estar bien posicionada.
Hace apenas unos días asistía a la toma de posesión de teniente coronel Cristina Moreno como nueva jefa de la Comandancia de la Guardia Civil en Guadalajara, convirtiéndose en la segunda mujer jefa de una Comandancia en España. Y lo hizo, además, en un momento en el que la Guardia Civil tiene a una mujer, María Gámez, como directora general.
Con decisiones concretas es como se avanza. Así ha ocurrido en esta Comunidad Autónoma donde la mujer cada vez tiene más protagonismo en una plantilla que se va a reforzar con nuevas incorporaciones, atendiendo al compromiso del Gobierno para que la institución mantenga sus excelentes niveles de respuesta a la ciudadanía.
En 2020, los efectivos mujeres en la Guardia Civil en Castilla-La Mancha eran 294, mientras que este año suman ya 338. Un incremento de casi un 15% en un solo año, gracias a la incorporación, en ese periodo, de 44 efectivos más. Éste es el camino por el que vamos a transitar en los próximos años.
Irá paralelo a esa mejora de plantilla que mencionaba, ya que el Ministerio del Interior ya está trabajando para que la Guardia Civil abra el acceso a la Escala de Oficiales a las personas con titulación universitaria. Así se genera una opción profesional de futuro para un mayor espectro de jóvenes y, sobre todo, se incentiva la entrada de mujeres en la Escala de Oficiales.
Quiero, para finalizar, agradecer el impagable esfuerzo de las familias de los y las guardias civiles, por estar siempre al lado de los suyos. Las familias son el gran cimiento de un guardia civil, de una guardia civil y por eso quiero mostrar mi reconocimiento hacia ellas.
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