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El pasado sábado, 22 de agosto, desayunamos con la noticia de que se paraba el gasificador y se hacía 'switch back', para los que no conozcan esta tecnología, es el término que se utiliza para decir que se ha dejado de producir energía con gas de síntesis, la esencia de nuestro funcionamiento. Aparte de la tristeza que sentí en ese momento, un montón de imágenes de la historia de la planta, que es parte de la historia de mi vida, se proyectaron ante mí, como si de una película se tratase.
Estudié ingeniería técnica en Almadén, la especialidad en centrales y redes. Al enterarme que se iba a construir una central en Puertollano, mi pueblo, mandé mi currículum, sin demasiada esperanza, debe haber miles de solicitudes y yo no tengo experiencia, pensé. Pasado el tiempo, recibí una llamada de una consultora de recursos humanos, Psicotec, preguntando por mi interés en pasar unas pruebas de selección para la central de Elcogas. Aún, sin demasiadas expectativas me presenté a aquellas pruebas, será una entrevista y algún test para comprobar si soy un asesino en serie, o algo así, no creo que me llamen, continuaba pensando.
No sé a qué tipo de pruebas someten a los Rangers, pero creo que cualquier soldado de élite hubiese llegado a la misma situación de hartura a la que llegué yo, al empezar a las nueve de la mañana haciendo el primer test y encontrarme sobre las ocho de la tarde contestando las preguntas de la entrevista personal, casi un día entero de pruebas e interrogatorio, al menos eso me parecía a mí, a esas horas. Unos meses después recibí otra llamada, ofreciéndome participar en un proceso de formación para la central, esto no te aseguraba la incorporación a la misma, pues en función de los resultados de este periodo te cogían o no.
Llegué a dudar, pero pensar que tener el privilegio de trabajar en lo que había estudiado, la ilusión de un proyecto nuevo, en mi pueblo y evidentemente la seguridad laboral que siempre han ofrecido las centrales, una planta no se construye para cerrarla unos años después, hizo que me decidiera a intentarlo. TECNATOM es la empresa especializada en formación e inspección de instalaciones eléctricas, es una empresa creada por las empresas eléctricas para formar a sus empleados, por ejemplo, prepara al personal de las centrales nucleares para el examen del Consejo de Seguridad Nuclear. Llegamos los pocos elegidos y entre ellos caras conocidas, compañeros de carrera.
Sobre las mesas dos tochos de unos 400 folios, más o menos, y un discurso muy claro y corto,- Bienvenidos, os vamos formar para ser operadores de sala de control. Habrá exámenes. Todo aquel que no supere el ocho en todos los exámenes, no pasará la selección. Habrá alguna oportunidad de recuperación.- No hacía mucho que habíamos dejado la Universidad, nuestras mentes estaban más o menos habituadas a estudiar, esos dos tochos que había sobre la mesa no eran un reto imposible para tres meses, sí difícil, ochos creo que debo tener tres o cuatro como mucho en todo mi expediente académico. Mientras toda esta hilera de pensamientos desfilaba por mi cabeza, nos dicen, - De la primera carpeta os examináis el viernes, siempre lo hacemos así, el lunes empezamos temario y el viernes examen-. No era toda la documentación para los tres meses, era la de dos semanas, a partir de aquí, todos los lunes como champiñones aparecía un mamotreto sobre nuestra mesa, y aprenderse más del ochenta por ciento era nuestro objetivo para el viernes. Creo que nunca he estudiado tanto en mi vida, pero la ilusión, la constancia y el apoyo de mis compañeros, en especial los de piso, hizo que se consiguiera.
Nuestra formación continuó en la planta, para los que superamos la etapa de TECNATOM, que no fueron todos los seleccionados inicialmente. Todavía no trabajábamos para Elcogas, continuábamos siendo becarios de TECNATOM. Recuerdo nuestros recorridos por la planta con un plano en la mano, los tubos por el suelo e imaginando donde iban los equipos. Montaje y puesta en marcha, donde tuve el privilegio de trabajar junto a especialistas de AIR LIQUIDE en el arranque de la planta de separación de aire, nuestra carismática ASU, puede que la primera planta de separación de alta presión del mundo. Hasta que por confluencia de varios planetas y el calendario de turno, me encontré una noche de marzo de 1998, junto al resto de mis compañeros y algunos alemanes haciendo el primer switch over de la historia de Elcogas, el milagro que hasta ahora estaba en forma de cálculos, planos, tuberías y válvulas se había hecho realidad, producíamos el primer megavatio con el gas de síntesis que nosotros mismos fabricábamos a partir de nuestro carbón y coque.
Esta es parte de mi historia en Elcogas, no es ni mejor, ni peor que la del resto de mis compañeros, tanto de plantilla, como de empresas auxiliares, tan sólo es la mía. Podría cada trabajador contar la suya, pero si de algo estoy seguro, es que todas tendrían como denominador común la ilusión de haber participado en un proyecto en el que hemos creído y creemos. Quizás por eso no llegamos a entender la barbarie que estamos viviendo, la sinrazón de tomar decisiones políticas sin una perspectiva de futuro, y quizás por eso nos estamos agarrando hasta con las uñas a cada tubería. Hoy la planta ya está parada, pero mientras quede un interruptor que accionar, siempre diremos que hemos hecho el penúltimo switch back, porque Elcogas no se cierra.