El PP pierde más de 150.000 votos en Castilla-La Mancha
La abstención es el único porcentaje que crece en las últimas elecciones castellanomanchegas, con la excepción de los partidos emergentes: Podemos y Ciudadanos y, también, del Partido Animalista, PACMA. El PP de María Dolores de Cospedal ha perdido 154.078 votos en las últimas elecciones, a pesar de ganar las elecciones y le ha costado la mayoría absoluta histórica conseguida en 2011.
En porcentaje, la caída es de diez puntos, a nivel regional, pero en las provincias es mayor. En Albacete, por ejemplo, bajan en doce puntos hasta situarse en el 36,61%, y en Ciudad Real pasa de tener el 46,34% de los votos a sólo el 38,87%. La caída en Cuenca es levemente menor, poco menos de seis puntos, pero en Guadalajara el porcentaje de pérdida se acerca al 16%. Los apoyos en Toledo bajan en un 11%: es, junto a Albacete y Guadalajara, una de las provincias en las que irrumpe un diputado por Podemos.
El PSOE ha obtenido el peor resultado en términos porcentuales de su historia en Castilla-La Mancha. Ni siquiera en las elecciones de 2011, cuando perdió la mayoría absoluta ante el Partido Popular, había bajado tanto el apoyo a los socialistas castellanomanchegos. Emiliano García-Page se ha hecho con catorce escaños y se verá obligado a pactar con Podemos para poder cumplir lo que ha anunciado ininterrumpidamente durante la campaña electoral: evitar que Cospedal vuelva a gobernar en la región.
Por provincias, las pérdidas han sido significativas para el PSOE, que pierde veinte mil votos y un 8% en Albacete, donde sólo obtiene dos diputados. García-Page tampoco logra mantener o acercarse a su resultado en Ciudad Real, única provincia con Diputación socialista en Castilla-La Mancha, donde pierde poco menos del 6% de los apoyos. En Cuenca el porcentaje de pérdida de votos en relación a 2011 se acerca al 9%, en Guadalajara se queda en un limpio 8% y Toledo se revela como la mejor parada con una caída de votos que no llega al 6%.
Podemos y Ciudadanos se afianzan como fuerzas importantes en la región, si bien las encuestas diagnosticaron la entrada del candidato de la formación naranja, Ángel Ligero, lo que no se concretó. Pero, el resto de los partidos políticos sufren una importante caída y salen definitivamente de la política castellanomanchega. La coalición de Ganemos-Los Verdes-Izquierda Unida pierden diez mil votos en relación a 2011, aunque en términos porcentuales se traduce en sólo un 0,66%. UPyD y su candidata Celia Esther Cámara, se quedan en poco más de la mitad de los votos que consiguió en las últimas elecciones, y su presencia baja a menos del 1%. PACMA es la séptima fuerza política regional y consigue más del doble de los votos que reunió en 2011.