La familia de Eustasio Herance busca sus restos desde 2011. Este hombre, natural de La Puebla de don Rodrigo, murió en la cárcel de Almadén en el año 1942. Soltero de 21 años, fue detenido tras ser acusado de colaborar con la guerrilla antifranquista en los alrededores de su localidad natal. Sus sobrinos reclamaron por primera vez poder buscar los restos de su tío para enterrarlos en La Puebla, pero no ha sido hasta ahora, en mayo de 2025 que no se ha podido llevar una exhumación exitosa de lo que se cree es su cuerpo, enterrado en el cementerio de Almadén.
“Las víctimas de la dictadura siguen desprotegidas”, explica Marco González, vicepresidente de la Asociación. “Es una pena. La hermana de Eustasio falleció en el año 1998”, reflexiona González y añade que si la administración, en este caso el Gobierno de España, “actuase de oficio” se evitaría que hermanos y hermanas de las víctimas fallecieran sin conocer su paradero. Como en el caso de Eustasio.
“No hay una oficina central o provincial donde las familias puedan exponer sus casos para que alguien los investigue y los estudie, y que de facto abre los casos. La administración tiene que actuar de oficio”, asegura González. La ARMH recuerda constantemente que las exhumaciones que realizan las hacen con sus propios medios y gracias al trabajo de un equipo, porque no aceptan subvenciones.
Aunque la exhumación en el cementerio de Almadén ha salido según lo previsto, -“nos costó bastante llegar a los restos”, explica González-, todavía hace falta la prueba de ADN que certifique la identidad de Eustasio, un proceso del que se hará cargo Gonçalo Nuno Carnim, del Instituto Nacional de Medicina Legal e Ciencias Forense de Coímbra, en Portugal.
La familia se puso en contacto en 2011, cuando se hicieron trabajos en el pueblo natal de Eustasio, y volvió a insistir en el año 2020, cuando la asociación realizó entonces un estudio previo para determinar donde podía estar enterrado el cuerpo de este jornalero republicano. “Se realizó un ejercicio de triangulación de las tumbas de alrededor, y a partir de ahí pudimos posicionar la tumba, en la fila en concreto, volvimos a revisar los libros y vimos que las sepulturas de la fila no habían sido reorganizadas. Con mucha precaución y cautela concluimos que la tumba estaba sin tocar”, explica el experto.
La asociación ya había trabajado en Almadén, en la búsqueda de los restos de Feliciano Ramírez, un caso similar al de Eustasio, pues también era un hombre natural de La Puebla de don Rodrigo. Sus restos se llegaron a identificar a pesar de las dificultades que se encontró la ARMH en la localidad. Ante el éxito de la exhumación de Feliciano, decidieron utilizar la “misma técnica”. “Todo esto se traduce a que si esta familia hubiera tenido asistencia del Estado, el caso se habría resuelto hace 14 años y no en 2025”, zanja González.
La ARMH resume la historia de Eustasio en la de un joven que fue detenido con solo 19 años y condenado por el apoyo a la guerrilla antifranquista. Es por eso que es trasladado a la cárcel de Almadén. “En esta zona hubo muchísima gente detenida por apoyo a los del monte”, resalta el experto. “Las condiciones eran durísimas. No queda claro es si fue esclavo de las minas, porque no tenemos ningún documento aunque no es descabellado”, resalta González.