La Junta de Castilla y León investiga el disparo a un oso durante una cacería de jabalí en Palencia
La Junta de Castilla y León ha abierto una investigación ante el supuesto disparo realizado a un ejemplar de oso pardo durante una cacería de jabalí celebrada en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, en la provincia de Palencia.
El episodio fue comunicado a última hora de la mañana de este martes por algunos cazadores que participaban en la cacería, en cuyo transcurso un oso pardo fue herido por un disparo.
De forma inmediata, se puso en conocimiento de estos hechos al jefe de cuadrilla y, a su vez, a los responsables de la cacería, que procedieron inmediatamente a la suspensión de la misma, dando traslado de lo ocurrido a los responsables de la Junta, que lo comunicaron a la Guardia Civil.
Hasta el lugar se desplazaron veterinarios y otros técnicos especializados de la Junta con perros de rastro junto con los agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y las patrullas oso de la Junta, con el objetivo de localizar al animal. Se recogieron muestras de sangre del ejemplar herido que serán enviadas al laboratorio esta misma mañana.
Hasta última hora de la tarde los perros de rastro estuvieron trabajando en el entorno del lugar donde se encontraban los restos de sangre, pudiendo localizar y seguir el rastro del animal a lo largo de varios kilómetros hasta la entrada de la noche. Durante la mañana de este miércoles se continuarán los trabajos de vigilancia y búsqueda de indicios con el objetivo de intentar localizar al animal.
Protocolos previos
En aplicación de los aspectos definidos en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del parque natural, en el condicionado técnico vigente para la autorización de las actividades cinegéticas en el parque, tanto en la Reserva Regional de Caza como en los cotos privados, se recogen expresamente una serie de medidas.
Así, en Zonas de Reserva no se permiten cacerías colectivas, salvo casos excepcionales por graves daños no controlables por otros medios, mientras que en Zonas de Uso Limitado A se realizará siempre un rastreo previo a la celebración de la cacería.
Además, no se realizarán cacerías en aquellas zonas donde se haya detectado la presencia de grupos familiares o concentraciones de osos.
También se estipula que antes de comenzar la cacería se informará a los cazadores de la posible presencia de esta especie protegida y de la obligación de comunicar su presencia en el momento que sea detectada, así como de las precauciones a tener en cuenta, especialmente en situaciones de mala visibilidad, para no confundirlo con el jabalí, asegurándose antes de efectuar cualquier disparo, además del uso exclusivo de perros de rastro atraillados hasta el desencame o hallazgo de rastros frescos.
En el caso concreto, la cacería se desarrolló en la zona de uso limitado B de acuerdo con la zonificación del parque natural, que no obliga a la realización de rastreos previos. Pese a ello, de forma previa al desarrollo de la cacería por personal de la Junta, se realizaron rastreos de forma específica en la mancha a batir y zonas colindantes sin que se pudieran localizar rastros de oso pardo.
Con independencia de ello, de forma previa y durante el desarrollado de la cacería, la cual se desarrolló con condiciones de buena visibilidad, se insistió y reiteró por el personal de la Junta a los cazadores, de acuerdo con los protocolos establecidos, que se trataba de una zona osera y que se debía extremar la precaución antes de proceder a un disparo, debiendo confirmarse sin ningún género de dudas de que se trataba de un jabalí antes de realizarlo.
Actuación muy grave
De confirmarse los hechos, desde la Junta se insiste en que se trataría de una actuación muy grave, que considera inadmisible, e iniciaría las acciones legales oportunas.
Desde la Junta se quiere dejar claro que la actitud generalizada de los cazadores en este tipo de cacerías es correcta, atendiendo en todo momento las indicaciones de los responsables de la cacería.
En las próximas fechas, la Junta convocará a los responsables de las cuadrillas, alcaldes y juntas vecinales para valorar estos hechos y adoptar las medidas oportunas para evitar nuevamente episodios de este tipo.
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