Barcelona detecta más embarazos no deseados vinculados a la trata de mujeres durante la epidemia
La situación de las víctimas de trata, casi siempre mujeres que son explotadas sexualmente, se ha agravado durante la epidemia. El Ayuntamiento de Barcelona, que tiene una unidad dedicada a la asistencia de estos colectivos, ha detectado cómo la falta de una vivienda propia por parte de estas víctimas, sumada al confinamiento domiciliario, incrementó los problemas de salud mental, el consumo de tóxicos y, lo que es más preocupante, los embarazos no deseados.
“Estamos identificando un incremento de los embarazos no deseados, debido a la convivencia con los agresores, con las parejas que ejercen la violencia, y debido a la falta de métodos anticonceptivos”, ha advertido la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI del Ayuntamiento, Laura Pérez. Esta es una de las alertas que han lanzado los técnicos de la Unidad municipal contra la Trata de Seres Humanos (UTEH), aunque la concejal ha añadido que todavía no tienen datos concluyentes de 2020.
Los embarazos no deseados son la “expresión más grave” de la violencia que sufren las mujeres víctimas de trata por parte de las personas con las que conviven, que pueden ser miembros de las redes de trata o no, ha remarcado Pérez. En la mayoría de víctimas de trata, también han detectado recientemente cómo las dificultades económicas crecientes de los explotadores han “impactado” directamente en las víctimas, que han sufrido una mayor “presión” por su parte para conseguir dinero.
Estas son algunas de las primeras conclusiones sobre cómo la epidemia ha empeorado la situación de las víctimas de explotación, aunque en la rueda de prensa de este lunes, Pérez ha presentado el balance del trabajo de la Unidad municipal contra la Trata de Seres Humanos durante los años 2018 y 2019, en los que los casos detectados se incrementaron un 37%. En todo ese período, han atendido a un total de 363 personas, más del 90% mujeres, para ofrecerles apoyo jurídico, psicológico y protección y alojamiento.
Desde la Unidad han advertido también que la explotación, casi siempre de carácter sexual y vinculada a la prostitución, se ha diversificado en los últimos años. Un 25% de los casos detectados no está vinculada al sexo, y tiene que ver con explotaciones de carácter laboral –con víctimas explotadas en servicios domésticos–, matrimonios forzados o trata vinculada a la mendicidad o a la delincuencia. “Todas ellas tienen la finalidad de la explotación económica”, ha recordado Pérez.
La concejal también ha querido destacar que dos tercios de las personas a las que atienden son extranjeras y en situación administrativa irregular, una situación de fragilidad que hace más fácil que puedan ser coaccionadas. Parte del trabajo de la unidad contra la trata, ha añadido Pérez, consiste en ayudar a las víctimas a tramitar los permisos de residencia.
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