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Barcelona implementará la primera supermanzana en septiembre para ensayar un nuevo modelo de espacio público

Zona del Eixample que se verá afectada por el plan más adelante

Blanca Blay

El Ayuntamiento de Barcelona prevé empezar a ejecutar en 2017 una serie de cambios en diferentes manzanas o islas del Eixample para reducir la circulación de vehículos y recuperar las calles como espacios comunitarios, de juego y disfrute de los vecinos y las vecinas. El desarrollo de este proyecto, denominado superilles (supermanzanas), recupera las islas tradicionales y da respuesta a algunos problemas de la ciudad, como la escasez de espacios verdes o los elevados niveles de contaminación del aire, entre otros.

Aunque el proyecto no se implantará hasta 2017, el mes que viene se iniciará la primera supermanzana del Plan de Movilidad Urbana (PMU), que tendrá un carácter experimental y servirá para ver cómo se harán el resto. Según han explicado este viernes desde el consistorio, esta primera supermanzana será la de Poblenou y se hará en el distrito de Sant Martí, concretamente, en el perímetro comprendido entre las calles Badajoz, Pallars, Llacuna y Tànger.

La idea es, en primer lugar, modificar la movilidad en este espacio para que todos los vehículos privados que circulen por allí se vean obligados a girar a cada cruce interior, lo que fomentará, según prevén, que los vehículos eviten pasar por estos espacios si no es estrictamente necesario para acceder a algún punto concreto del interior de la supermanzana. Además, la velocidad en este espacio se limitará a 10 km/h para todos los vehículos a motor, siempre con el objetivo de evitar el tráfico de paso y liberar espacio para el uso ciudadano.

Las señalizaciones en las calles se harán a principios de septiembre y será a partir del día 5 cuando la movilidad seguirá estas obligaciones. Desde entonces hasta el día 22 más de 200 alumnos de arquitectura de varias escuelas harán propuestas destinadas a explorar la recuperación del espacio público mediante la construcción de elementos de mobiliario urbano con material reciclado, aprovechando los nuevos espacios que quedarán en los cruces y los chaflanes interiores. La cultura, el ocio, la participación y el intercambio son los puntos de partida que deben guiar las propuestas, en una iniciativa que contará también con la Agència d'Ecologia Urbana y Barcelona Activa.

Impulso de un nuevo modelo de espacio público

La supermanzana de Poblenou se hará según principios de “urbanismo táctico”. Esto implica, según el Ayuntamiento, que las actuaciones serán de “bajo presupuesto, temporales y reversibles” y permitirán ver “cómo funcionaría la aplicación del modelo”. Una vez pasada esta primera fase, se hará un diagnóstico gracias a la experiencia de la primera supermanzana. Así, durante el 2016 se continuarán definiendo criterios de diseño y definición del Plan Director y la priorización de las actuaciones del resto de supermanzanas previstas en la ciudad, con el objetivo de iniciar actuaciones a partir de 2017.

El despliegue de las supermanzanas forma parte de la estrategia del consistorio para redefinir el modelo de espacio público en la ciudad de Barcelona, que según lo previsto en el Plan de Movilidad Urbana (PMU) presentado en junio, quiere reducir en un 21% la circulación del vehículo privado de aquí a 2018.

Así, el equipo de Colau apuesta por un modelo de ciudad “más sostenible que permita afrontar el reto de mejorar la calidad de vida de las personas, haciendo que la ciudad sea más habitable y más saludable”.

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