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¿Europeización descentralizada?

Jordi Angusto, economista

Este artículo ha sido publicado en el blog Agenda Europea, de la Fundació Catalunya Europa.Agenda Europea

Mientras la Comisión Europea le dice a Grecia lo que tiene que hacer si quiere recibir dinero, el inefable Varoufakis asiste a congresos en los que explica lo que debe hacer Europa para salir del callejón sin salida en el que se encuentra. Genio y figura que no falten. Ni tampoco ideas dignas, por lo menos, de ser tenidas en cuenta. La última, presentada en Italia y recogida en su blog[1], propone una tercera vía entre la federalización europea y el punto muerto actual.

De entrada, nos recuerda lo que decía Nicholas Kaldor en 1971[2], cuando la idea de una unión monetaria empezaba a coger forma y se imaginaba como un preámbulo que nos debería llevar hacia una unión política. El economista británico-húngaro advertía que si la unión monetaria fracasaba, cosa que era más probable sin una unión política, se produciría un repliegue nacional que alejaría todavía más la posibilidad de esa unión política.

En este caso, un economista que da en el clavo: la unión monetaria sin la unión política ha visto sus límites, ha partido el continente y ha hecho renacer los nacionalismos por todas partes. Tanto es así que hoy es casi irrisorio plantear un paso firme hacia la federación europea. No la quieren los euroescépticos ni los eurofieles; quizás sólo los catalanes y algún que otro pueblo suficientemente pequeño para saber que la necesita.

A su vez, la Europa actual, más desunida que unida casi exclusivamente por la moneda, no tiene demasiado futuro ni puede resolver situaciones graves como la griega o como la española en el momento en que los tipos de interés o la prima de riesgo alzaran el vuelo.

Ante esta imposibilidad tanto de avanzar como de permanecer, y antes de contemplar la opción de ir hacia atrás, Varoufakis propone una europeización descentralizada sustentada en cuatro pilares:

  • La unión bancaria ya en curso, aunque todavía muy poco unida
  • La mancomunación de una parte significativa de la deuda periférica
  • Un programa europeo de inversión común, más allá del “conejo Juncker”
  • Un programa europeo de subsidios y de erradicación de la pobreza

A priori, los instrumentos legales existen y no sería necesario modificar los tratados para poner en marcha las cuatro cosas. Tampoco haría falta más cesión de soberanía, aunque sí, seguramente, un mayor presupuesto europeo; cosa que demandaría acelerar la mejora de los recursos propios de la Unión con la implantación, por ejemplo, de una corporate tax común.

En gran parte, son ideas que ya aparecían en Una propuesta modesta para Europa; obra firmada con S.Holland y J.Galbraith, muy debatida en círculos académicos y escasamente en círculos políticos, aunque algunas de sus propuestas pueden ser encontradas en los programas con los que concurrieron a las europeas Syriza en Grecia e ICV y ERC/NECat en Catalunya.

¿El principal obstáculo? Que parte de un hecho no compartido por Alemania: que la austeridad ha sido una idea tan injusta como equivocada, con unos costes colosales en todas partes e incapaz de sacar del agujero a países como Grecia y España ―que si han conseguido superávits primarios y comerciales ha sido a costa del paro y de la pobreza, y que dejarían de tenerlos si superáramos esta lacras.

Pero mientras que quién manda siga convencido de la bondad de la política aplicada y haga de España el mejor ejemplo, con más de un 20% de paro, las propuestas de Varoufakis para Europa tienen tan pocas posibilidades de ser tenidas en cuenta como las que hizo para la misma Grecia.

Y lo más grave es que, como nos recuerda Xavier Batalla en El mundo es una idea[3], las batallas por ideas son peores que las que se hacen en defensa de los intereses, puesto que aquellas sólo pueden acabar en victoria o rendición, mientras que éstas pueden dar como resultado un equilibrio relativamente favorable a las dos partes.

El equilibrio que Varoufakis propone, por ejemplo, con una europeización descentralizada, a mitad de camino entre una federalización que hoy en día parece imposible y una ruptura en el sentido contrario. Por el contrario, las propuestas basadas en la austeridad sólo buscan la rendición incondicional del adversario.

[1] http://yanisvaroufakis.eu/2015/03/15/presenting-an-agenda-for-europe-at-ambrosetti-lake-como-14th-march-2015/#more-7476

[2] Nicholas Kaldor, Budapest 1908, Cambridge 1986

[3] Barcelona, 1948-2012

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